/ jueves 18 de enero de 2024

Punto Gélido | Plan de vida

Es el inicio de año, y es probable que ante ello nos hemos dado a la tarea de establecer algunos propósitos, para realizar a lo largo de un periodo de tiempo, lo cual tiene cierto sentido de acuerdo con las costumbres y tradiciones que practicamos, aquí lo importante es qué tan comprometidos nos encontramos para lograr realizar esos propósitos, plan de vida o proyectos, en cualquiera de las áreas que estos sean.

Una de las variables esenciales que debemos tomar en cuenta, desde el plano personal, es eso que solemos llamar ilusión, y aquí la pregunta obligada sería, ¿qué es una ilusión?, de acuerdo con la Real Academia de la Lengua, en una de sus definiciones se establece que una ilusión es; una esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo. Por otra parte, podemos decir que una ilusión es esa fuente interna de energía que nos permite andar por la vida con luz propia. Ilusión es cuando podemos ver la vida con una actitud, que nos permite entender que las cosas que vienen son positivas, que las podemos ver con agradecimiento. Esto despierta esas ganas de vivir, de salir adelante, una ilusión nos genera esa fuerza interior que nos permite gozar de la vida, al final de cuentas la ilusión de vivir, es tener el poder de gozar hoy lo que hago aquí y ahora, siempre viendo hacia adelante, la ilusión está anclada en la parte emocional del ser humano.

Por otra parte, se encuentra otro concepto importante, hablamos de la esperanza, que de acuerdo con la Real Academia de la Lengua se define como; un estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea. También podemos decir que la esperanza está anclada en la parte más espiritual, es decir, en un nivel más profundo del ser humano. Esperanza, es esperar por algo que puede ocurrir a partir de un sustento lógico o con base a la fe.

Para poder establecer un plan de vida, resulta importante tener en consideración estos dos conceptos, ¿cuál o cuáles son las ilusiones? y ¿cuál la esperanza de poderlo lograr?. También es bueno reconocer y establecer cómo se encuentra nuestro autoestima, para ello, es necesario plantarse frente a un espejo y a partir de un autoanálisis serio, responsable, identificar las virtudes y defectos, pero no es suficiente solo identificarlos, el siguiente paso es aceptarlos, con todo y lo que esto implica, y una vez logrado esto, reconocerse y aceptarse, a partir de ahí establecer las acciones para realizar lo mejor que se pueda con base a lo que se posee, dar la mejor versión propia con esos atributos y defectos que nos dan el carácter de únicos.

Éstas pueden ser solo algunas de las variables a considerar al momento de establecer un plan de vida, podemos enumerar más como, por ejemplo, la voluntad, la actitud, el optimismo, las posibles circunstancias externas, entre otras. Aquí lo importante es establecer un plan de vida a partir de una realidad, fijarse metas altas y factibles, aunque para ellos se tenga que ir dando pasos pequeños pero firmes. Además, se debe tener bien claro que la felicidad no se encuentra en la cima de la montaña, sino en cada paso que se da para llegar a esa cima, es decir, la felicidad no la vamos a encontrar solo en la realización de un plan de vida, o propiamente en el logro de una meta establecida en ese plan, sino en cada uno de los pasos y acciones que se realicen para alcanzar esa meta.

Elaborar un plan de vida, nos permite no perdernos en el camino, está relacionado con la ilusión, con la esperanza, con el establecimiento de metas importantes, pero también con la actitud, con el optimismo, con el disfrute de cada paso que se dé, siempre con el único objetivo de ser feliz.

Leoncio Durán Garibay | Ingeniero Industrial

Es el inicio de año, y es probable que ante ello nos hemos dado a la tarea de establecer algunos propósitos, para realizar a lo largo de un periodo de tiempo, lo cual tiene cierto sentido de acuerdo con las costumbres y tradiciones que practicamos, aquí lo importante es qué tan comprometidos nos encontramos para lograr realizar esos propósitos, plan de vida o proyectos, en cualquiera de las áreas que estos sean.

Una de las variables esenciales que debemos tomar en cuenta, desde el plano personal, es eso que solemos llamar ilusión, y aquí la pregunta obligada sería, ¿qué es una ilusión?, de acuerdo con la Real Academia de la Lengua, en una de sus definiciones se establece que una ilusión es; una esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo. Por otra parte, podemos decir que una ilusión es esa fuente interna de energía que nos permite andar por la vida con luz propia. Ilusión es cuando podemos ver la vida con una actitud, que nos permite entender que las cosas que vienen son positivas, que las podemos ver con agradecimiento. Esto despierta esas ganas de vivir, de salir adelante, una ilusión nos genera esa fuerza interior que nos permite gozar de la vida, al final de cuentas la ilusión de vivir, es tener el poder de gozar hoy lo que hago aquí y ahora, siempre viendo hacia adelante, la ilusión está anclada en la parte emocional del ser humano.

Por otra parte, se encuentra otro concepto importante, hablamos de la esperanza, que de acuerdo con la Real Academia de la Lengua se define como; un estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea. También podemos decir que la esperanza está anclada en la parte más espiritual, es decir, en un nivel más profundo del ser humano. Esperanza, es esperar por algo que puede ocurrir a partir de un sustento lógico o con base a la fe.

Para poder establecer un plan de vida, resulta importante tener en consideración estos dos conceptos, ¿cuál o cuáles son las ilusiones? y ¿cuál la esperanza de poderlo lograr?. También es bueno reconocer y establecer cómo se encuentra nuestro autoestima, para ello, es necesario plantarse frente a un espejo y a partir de un autoanálisis serio, responsable, identificar las virtudes y defectos, pero no es suficiente solo identificarlos, el siguiente paso es aceptarlos, con todo y lo que esto implica, y una vez logrado esto, reconocerse y aceptarse, a partir de ahí establecer las acciones para realizar lo mejor que se pueda con base a lo que se posee, dar la mejor versión propia con esos atributos y defectos que nos dan el carácter de únicos.

Éstas pueden ser solo algunas de las variables a considerar al momento de establecer un plan de vida, podemos enumerar más como, por ejemplo, la voluntad, la actitud, el optimismo, las posibles circunstancias externas, entre otras. Aquí lo importante es establecer un plan de vida a partir de una realidad, fijarse metas altas y factibles, aunque para ellos se tenga que ir dando pasos pequeños pero firmes. Además, se debe tener bien claro que la felicidad no se encuentra en la cima de la montaña, sino en cada paso que se da para llegar a esa cima, es decir, la felicidad no la vamos a encontrar solo en la realización de un plan de vida, o propiamente en el logro de una meta establecida en ese plan, sino en cada uno de los pasos y acciones que se realicen para alcanzar esa meta.

Elaborar un plan de vida, nos permite no perdernos en el camino, está relacionado con la ilusión, con la esperanza, con el establecimiento de metas importantes, pero también con la actitud, con el optimismo, con el disfrute de cada paso que se dé, siempre con el único objetivo de ser feliz.

Leoncio Durán Garibay | Ingeniero Industrial