/ jueves 1 de febrero de 2024

Punto Gélido | El tiempo no camina, vuela

Sí, en efecto eso pareciera, que el tiempo ha dejado de caminar y de pronto le han salido alas. Al menos desde una perspectiva particular así lo veo, ¿no sé si usted comparta esta opinión?, pero tal vez le ha pasado en algún ocasión, que de pronto se levanta por la mañana, en su planeación del día agenda varias actividades, y cuando menos piensa el día se ha terminado y no alcanzó a realizar nada más que unas cuantas cosas, el día se le escurrió como agua entre los dedos y cuando se da cuenta ya la noche ha llegado. Entonces dice: mañana me voy a organizar bien para hacer todos los pendientes, pero, ¡qué cree!, al día siguiente pasa lo mismo, pareciera que las horas del día se hicieran más pequeñas y rindieran menos.

En otras ocasiones se tiene una cita programada para cierta hora o una fecha, entonces uno dice: tengo tiempo para hacer otras cosas, o simplemente no hacer nada, pero cuando menos lo piensa ya es hora de acudir a la cita aquella, y empiezan las carreras; alistarse, preparar lo que tenga que llevar, trasladarse, en fin, al final de cuentas casi siempre terminamos llegando tarde al compromiso, y entonces uno reflexiona, en qué instante se me fue el tiempo, las horas, pareciera que incluso alguien hizo alguna vagancia y se robó una o dos horas de nuestro tiempo.

Para muestra otro botón, hoy estamos ya comenzando el segundo mes, 31 días han trascurrido del presente año, los días se fueron volando, una semana, y otra, y otra, y de pronto, ¡zas! ya se acabó enero. Y seguramente lo mismo pasará con febrero, con marzo y con cada uno de los meses del año, y así sin sentirlo nos vamos a encontrar con que ya estamos de nuevo comiendo buñuelos, ponches y más, festejando una nueva navidad. Y por si no fuera suficiente, ¿se ha dado usted cuenta de que ya casi hemos vivido 1/4 del tiempo del presente siglo?, de este siglo XXI. Si no nos hiciéramos viejitos ¡qué bien!, pero, ahí está el, ¡pero!

No sé si a usted le tocó en algún momento escuchar a las personas adultas decir que antes el tiempo rendía más, que llegar de un año a otro era un periodo muy largo, ¿sería cierto esto?, de ser así, ¿a qué se debía?, interesantes preguntas, ¡verdad! Obviamente los relojes siempre han marcado de la misma forma las horas, los mismos 60 segundos de un minuto de ayer son los mismos de hoy, igual con los 60 minutos que tiene una hora, o el número de días del año, en fin. Entonces por qué hoy solemos decir que el tiempo no camina, sino que vuela, por lo general siempre andamos acompañados de las prisas y cuando pensamos que tenemos mucho tiempo, la realidad nos hace saber qué es lo que menos tenemos.

Explicaciones, pretextos o razones si le buscamos es probable que encontremos suficientes, pero aquí lo importante no es el tiempo que tengamos para vivir, para hacer las cosas, para organizarnos, sino, cómo disfrutamos el tiempo que nos toca vivir, siempre con el entendido de que el instante que transcurre ya no lo podemos hacer reversible o volver a vivir, también con la plena consciencia de que somos finitos, un día nacemos, un día morimos, la única incógnita que tenemos es cuanto tiempo hay en medio de esas dos realidades, si es mucho que bueno, si es poco también, lo esencial es cómo aprovechamos y cómo disfrutamos ese tiempo que se nos regala, con nuestras acciones y forma de vida definimos si nuestro tiempo camina, corre o vuela.

¡Que tu tiempo sea tu tiempo, y no tengas que vivir al ritmo que otros te marcan!

Leoncio Durán Garibay | Ingeniero Industrial

Sí, en efecto eso pareciera, que el tiempo ha dejado de caminar y de pronto le han salido alas. Al menos desde una perspectiva particular así lo veo, ¿no sé si usted comparta esta opinión?, pero tal vez le ha pasado en algún ocasión, que de pronto se levanta por la mañana, en su planeación del día agenda varias actividades, y cuando menos piensa el día se ha terminado y no alcanzó a realizar nada más que unas cuantas cosas, el día se le escurrió como agua entre los dedos y cuando se da cuenta ya la noche ha llegado. Entonces dice: mañana me voy a organizar bien para hacer todos los pendientes, pero, ¡qué cree!, al día siguiente pasa lo mismo, pareciera que las horas del día se hicieran más pequeñas y rindieran menos.

En otras ocasiones se tiene una cita programada para cierta hora o una fecha, entonces uno dice: tengo tiempo para hacer otras cosas, o simplemente no hacer nada, pero cuando menos lo piensa ya es hora de acudir a la cita aquella, y empiezan las carreras; alistarse, preparar lo que tenga que llevar, trasladarse, en fin, al final de cuentas casi siempre terminamos llegando tarde al compromiso, y entonces uno reflexiona, en qué instante se me fue el tiempo, las horas, pareciera que incluso alguien hizo alguna vagancia y se robó una o dos horas de nuestro tiempo.

Para muestra otro botón, hoy estamos ya comenzando el segundo mes, 31 días han trascurrido del presente año, los días se fueron volando, una semana, y otra, y otra, y de pronto, ¡zas! ya se acabó enero. Y seguramente lo mismo pasará con febrero, con marzo y con cada uno de los meses del año, y así sin sentirlo nos vamos a encontrar con que ya estamos de nuevo comiendo buñuelos, ponches y más, festejando una nueva navidad. Y por si no fuera suficiente, ¿se ha dado usted cuenta de que ya casi hemos vivido 1/4 del tiempo del presente siglo?, de este siglo XXI. Si no nos hiciéramos viejitos ¡qué bien!, pero, ahí está el, ¡pero!

No sé si a usted le tocó en algún momento escuchar a las personas adultas decir que antes el tiempo rendía más, que llegar de un año a otro era un periodo muy largo, ¿sería cierto esto?, de ser así, ¿a qué se debía?, interesantes preguntas, ¡verdad! Obviamente los relojes siempre han marcado de la misma forma las horas, los mismos 60 segundos de un minuto de ayer son los mismos de hoy, igual con los 60 minutos que tiene una hora, o el número de días del año, en fin. Entonces por qué hoy solemos decir que el tiempo no camina, sino que vuela, por lo general siempre andamos acompañados de las prisas y cuando pensamos que tenemos mucho tiempo, la realidad nos hace saber qué es lo que menos tenemos.

Explicaciones, pretextos o razones si le buscamos es probable que encontremos suficientes, pero aquí lo importante no es el tiempo que tengamos para vivir, para hacer las cosas, para organizarnos, sino, cómo disfrutamos el tiempo que nos toca vivir, siempre con el entendido de que el instante que transcurre ya no lo podemos hacer reversible o volver a vivir, también con la plena consciencia de que somos finitos, un día nacemos, un día morimos, la única incógnita que tenemos es cuanto tiempo hay en medio de esas dos realidades, si es mucho que bueno, si es poco también, lo esencial es cómo aprovechamos y cómo disfrutamos ese tiempo que se nos regala, con nuestras acciones y forma de vida definimos si nuestro tiempo camina, corre o vuela.

¡Que tu tiempo sea tu tiempo, y no tengas que vivir al ritmo que otros te marcan!

Leoncio Durán Garibay | Ingeniero Industrial