/ sábado 13 de febrero de 2021

Entre Voces | ¿Debemos vacunarnos contra el Covid-19?

Este año inició con muchos debates respecto al origen, validación, producción, distribución y aplicación de las vacunas contra el coronavirus. Y aunque es un tema que se sigue desarrollando, la Iglesia ha publicado algunas pautas que estamos llamados a considerar antes de emitir un juicio.

Por un lado, circulan muchos mensajes diciendo que la vacuna es parte de un plan perverso por parte de un grupo del llamado “orden mundial” o que Bill Gates quiere dominar la humanidad con un nano-chip, en fin, éstas y otras como “si se vacunan pueden quedar zombies”, o peor de lo que estaban.

Por otro lado, también han circulado videos de predicaciones de obispos en varias partes del mundo donde invitan a no vacunarse pues algunas de ellas han usado líneas celulares de fetos abortados en su investigación para producir en una parte del proceso de producción.

Ante lo anterior, el Magisterio (Nota de la Congregación para la Fe del 29 de diciembre) y sobre todo el ejemplo del Papa Francisco y del papa emérito Benedicto XVI, deben ser para nosotros guías. Trataré de aclarar algunos puntos, basándome en una conferencia mundial al respecto organizada por líderes católicos el pasado mes de enero. Los invitados fueron: Cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México, Cardenal Sean O’Malley de Boston, Dra. Katarina Le Blanc del instituto de inmunología Karolinska de Estocolmo y el Dr. Enrique García Rodríguez, expresidente del Banco de Desarrollo para América Latina. Video que pueden ver en su totalidad en la plataforma de Youtube.

Solo quiero resaltar las participaciones del Cardenal O’Malley y la Dra. Katarina, uno especialista en ética, y la doctora inmunóloga por conocer los laboratorios Astra-Zeneca en Suecia, sobre las vacunas controvertidas por usar células de fetos abortados.

Las conclusiones del cardenal de Boston son claras: aunque a nadie se puede obligar el vacunarse, es un deber ético hacerlo, superando una visión individualista, pues es necesario que la mayoría se vacune para lograr la inmunidad, antes que el virus siga mutando y resulte ineficaz cualquier vacuna hasta ahora desarrollada. Además, la nota de la academia para la vida del Vaticano, dijo que debe usarse la vacuna que esté al alcance, y no hay una colaboración directa con el origen de las células utilizadas en su producción, incluso vacunas como la polio, rubeola y difteria, también han usado esas líneas celulares anteriormente citadas.

La Dra. Le Blanc explica científicamente como actúa el virus y como se produce una vacuna. Sus conclusiones son: Aquellos que tienen fuertes alergias a medicamentos, es mejor que aún no se vacunen; las embarazadas ayudan con sus anticuerpos a la inmunidad de sus hijos por nacer. Las personas que se vacunen deben seguir usando las medidas de prevención como cubre bocas, lavarse las manos y el distanciamiento social, para no ser portadores del virus y contagiar a otros que no estén inmunes. También dijo que para las personas individuales será muy difícil elegir qué vacuna ponerse, pues es una decisión de los gobiernos su abastecimiento. Se debe procurar que no sean caras, para que tengan acceso todos los países, pues se necesita una vacunación global. Son más los beneficios de vacunarse, que los riesgos.

A manera de conclusión, podemos deducir que será difícil el acceso a las vacunas y que son indispensables para vencer al enemigo común que es el virus. No implica una participación directa en el origen de las células utilizadas, y ni estar de acuerdo con los abortos. Así que mientras no haya alguna elaborada solo con células de monos, es éticamente necesario el vacunarse por el bien de todos.

Este año inició con muchos debates respecto al origen, validación, producción, distribución y aplicación de las vacunas contra el coronavirus. Y aunque es un tema que se sigue desarrollando, la Iglesia ha publicado algunas pautas que estamos llamados a considerar antes de emitir un juicio.

Por un lado, circulan muchos mensajes diciendo que la vacuna es parte de un plan perverso por parte de un grupo del llamado “orden mundial” o que Bill Gates quiere dominar la humanidad con un nano-chip, en fin, éstas y otras como “si se vacunan pueden quedar zombies”, o peor de lo que estaban.

Por otro lado, también han circulado videos de predicaciones de obispos en varias partes del mundo donde invitan a no vacunarse pues algunas de ellas han usado líneas celulares de fetos abortados en su investigación para producir en una parte del proceso de producción.

Ante lo anterior, el Magisterio (Nota de la Congregación para la Fe del 29 de diciembre) y sobre todo el ejemplo del Papa Francisco y del papa emérito Benedicto XVI, deben ser para nosotros guías. Trataré de aclarar algunos puntos, basándome en una conferencia mundial al respecto organizada por líderes católicos el pasado mes de enero. Los invitados fueron: Cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México, Cardenal Sean O’Malley de Boston, Dra. Katarina Le Blanc del instituto de inmunología Karolinska de Estocolmo y el Dr. Enrique García Rodríguez, expresidente del Banco de Desarrollo para América Latina. Video que pueden ver en su totalidad en la plataforma de Youtube.

Solo quiero resaltar las participaciones del Cardenal O’Malley y la Dra. Katarina, uno especialista en ética, y la doctora inmunóloga por conocer los laboratorios Astra-Zeneca en Suecia, sobre las vacunas controvertidas por usar células de fetos abortados.

Las conclusiones del cardenal de Boston son claras: aunque a nadie se puede obligar el vacunarse, es un deber ético hacerlo, superando una visión individualista, pues es necesario que la mayoría se vacune para lograr la inmunidad, antes que el virus siga mutando y resulte ineficaz cualquier vacuna hasta ahora desarrollada. Además, la nota de la academia para la vida del Vaticano, dijo que debe usarse la vacuna que esté al alcance, y no hay una colaboración directa con el origen de las células utilizadas en su producción, incluso vacunas como la polio, rubeola y difteria, también han usado esas líneas celulares anteriormente citadas.

La Dra. Le Blanc explica científicamente como actúa el virus y como se produce una vacuna. Sus conclusiones son: Aquellos que tienen fuertes alergias a medicamentos, es mejor que aún no se vacunen; las embarazadas ayudan con sus anticuerpos a la inmunidad de sus hijos por nacer. Las personas que se vacunen deben seguir usando las medidas de prevención como cubre bocas, lavarse las manos y el distanciamiento social, para no ser portadores del virus y contagiar a otros que no estén inmunes. También dijo que para las personas individuales será muy difícil elegir qué vacuna ponerse, pues es una decisión de los gobiernos su abastecimiento. Se debe procurar que no sean caras, para que tengan acceso todos los países, pues se necesita una vacunación global. Son más los beneficios de vacunarse, que los riesgos.

A manera de conclusión, podemos deducir que será difícil el acceso a las vacunas y que son indispensables para vencer al enemigo común que es el virus. No implica una participación directa en el origen de las células utilizadas, y ni estar de acuerdo con los abortos. Así que mientras no haya alguna elaborada solo con células de monos, es éticamente necesario el vacunarse por el bien de todos.