/ sábado 3 de febrero de 2024

Entre voces | Tonto al natural

No cabe duda que el encuentro con las personas dan color y sabor a nuestra vida. Aunque las tecnologías presenten su fascinación de viajar, conocer, aprender, comprar en línea, etc. Lo humano no debiera perder su sabor. En días pasados pude conocer nuevos lugares en la ciudad de México, una hacienda bellísima del siglo XVII, comer pato, un postre delicioso (merengue), un vino delicioso en un restaurante italiano (12 e mezzo), una suprema de toronja en un lugar donde cocinaban el pan, una iglesia bellísima, en fin. Disfruto la vida en todo lo que me ofrece, usando también la tecnología para mi vida tan llena de humanos y humanidad.

Le pregunté a mi ahijado en la sobremesa ¿cómo le iba en la universidad? (Estudia inteligencia artificial). Su respuesta fue que el maestro de matemáticas era muy bueno, pero que los que le daban materias de su especialidad, se bajaban demasiado con sus compañeros, y él había aprendido más por fuera, que en las clases. En un tono sarcástico le dije, es que ahora la inteligencia es artificial y todos somos tontos al natural, lo que nos hizo reírnos, antes de pasar al postre.

El tema de la inteligencia artificial, el Papa Francisco lo ha abordado en su mensaje por la paz del primero de enero y en su mensaje a las comunicaciones sociales del día veinticuatro del mismo mes. Ambos documentos los recomiendo ampliamente, pues nos ponen en el contexto de una sociedad llena de tecnología y ante el poder tecnocrático. Es decir, parece que las nuevas tecnologías quieren apoderarse de las voluntades, y todo en la línea de la inteligencia artificial. Cito el numeral dos del mensaje por la paz: “La inmensa expansión de la tecnología, por consiguiente, debe ser acompañada, para su desarrollo, por una adecuada formación en la responsabilidad. La libertad y la convivencia pacífica están amenazadas cuando los seres humanos ceden a la tentación del egoísmo, del interés personal, del afán de lucro y de la sed de poder… Los desarrollos tecnológicos que no llevan a una mejora de la calidad de vida de toda la humanidad, sino que, por el contrario, agravan las desigualdades y los conflictos, no podrán ser considerados un verdadero progreso”.

¡Que importante es la libertad y la responsabilidad! Es en definitiva lo que nos hace humanos. No nos damos cuentas que cada vez más tenemos más ataduras a comprar lo que las “cookies” nos ofrecen mientras estamos en el celular. Llenamos carritos virtuales, así como carritos en el super, cuando solo íbamos por leche y pan. La responsabilidad es personal, también en la educación de los jóvenes que no ven malicia en todo esto, pero son las primeras víctimas de las nuevas hegemonías tecnológicas. Así en su mensaje a las comunicaciones el Papa Francisco insta a los gobiernos a proponer modelos de regulación vinculantes de las diversas formas de la Inteligencia artificial. Dice el Papa concluyendo su mensaje por la paz: “El trabajo de redacción de las orientaciones éticas para la producción de formas de inteligencia artificial no puede prescindir de la consideración de cuestiones más profundas, relacionadas con el significado de la existencia humana, la tutela de los derechos humanos fundamentales y la búsqueda de la justicia y de la paz”. Como adulto te invito a que le preguntes a tu hijo o nieto ¿qué es la inteligencia artificial? No tengas miedo, si no podrás sentirte como los compañeros de mi ahijado, un tonto al natural.

Leonel Larios Medina. Sacerdote católico y licenciado en comunicación social.

No cabe duda que el encuentro con las personas dan color y sabor a nuestra vida. Aunque las tecnologías presenten su fascinación de viajar, conocer, aprender, comprar en línea, etc. Lo humano no debiera perder su sabor. En días pasados pude conocer nuevos lugares en la ciudad de México, una hacienda bellísima del siglo XVII, comer pato, un postre delicioso (merengue), un vino delicioso en un restaurante italiano (12 e mezzo), una suprema de toronja en un lugar donde cocinaban el pan, una iglesia bellísima, en fin. Disfruto la vida en todo lo que me ofrece, usando también la tecnología para mi vida tan llena de humanos y humanidad.

Le pregunté a mi ahijado en la sobremesa ¿cómo le iba en la universidad? (Estudia inteligencia artificial). Su respuesta fue que el maestro de matemáticas era muy bueno, pero que los que le daban materias de su especialidad, se bajaban demasiado con sus compañeros, y él había aprendido más por fuera, que en las clases. En un tono sarcástico le dije, es que ahora la inteligencia es artificial y todos somos tontos al natural, lo que nos hizo reírnos, antes de pasar al postre.

El tema de la inteligencia artificial, el Papa Francisco lo ha abordado en su mensaje por la paz del primero de enero y en su mensaje a las comunicaciones sociales del día veinticuatro del mismo mes. Ambos documentos los recomiendo ampliamente, pues nos ponen en el contexto de una sociedad llena de tecnología y ante el poder tecnocrático. Es decir, parece que las nuevas tecnologías quieren apoderarse de las voluntades, y todo en la línea de la inteligencia artificial. Cito el numeral dos del mensaje por la paz: “La inmensa expansión de la tecnología, por consiguiente, debe ser acompañada, para su desarrollo, por una adecuada formación en la responsabilidad. La libertad y la convivencia pacífica están amenazadas cuando los seres humanos ceden a la tentación del egoísmo, del interés personal, del afán de lucro y de la sed de poder… Los desarrollos tecnológicos que no llevan a una mejora de la calidad de vida de toda la humanidad, sino que, por el contrario, agravan las desigualdades y los conflictos, no podrán ser considerados un verdadero progreso”.

¡Que importante es la libertad y la responsabilidad! Es en definitiva lo que nos hace humanos. No nos damos cuentas que cada vez más tenemos más ataduras a comprar lo que las “cookies” nos ofrecen mientras estamos en el celular. Llenamos carritos virtuales, así como carritos en el super, cuando solo íbamos por leche y pan. La responsabilidad es personal, también en la educación de los jóvenes que no ven malicia en todo esto, pero son las primeras víctimas de las nuevas hegemonías tecnológicas. Así en su mensaje a las comunicaciones el Papa Francisco insta a los gobiernos a proponer modelos de regulación vinculantes de las diversas formas de la Inteligencia artificial. Dice el Papa concluyendo su mensaje por la paz: “El trabajo de redacción de las orientaciones éticas para la producción de formas de inteligencia artificial no puede prescindir de la consideración de cuestiones más profundas, relacionadas con el significado de la existencia humana, la tutela de los derechos humanos fundamentales y la búsqueda de la justicia y de la paz”. Como adulto te invito a que le preguntes a tu hijo o nieto ¿qué es la inteligencia artificial? No tengas miedo, si no podrás sentirte como los compañeros de mi ahijado, un tonto al natural.

Leonel Larios Medina. Sacerdote católico y licenciado en comunicación social.