/ sábado 25 de mayo de 2024

Entre voces / Sal a votar

El próximo 2 de junio será un día muy importante en la vida democrática de nuestro país. Se elegirá al presidente de la república, senadores, diputados federales, diputados locales, presidentes municipales y síndicos. Serán en total 6 boletas que traerán a todos los partidos y los que han formado alianza aparecerán repetidas veces, en la misma boleta. Basta con que se tache una sola opción.

Sufragio efectivo, significa que el voto de cada ciudadano sea tomado en cuenta. Como ya lo he escrito en reiteradas ocasiones parece que ese día es el único en que los ciudadanos son importantes para las clases políticas. Una vez sabiendo el resultado te quieren o te odian, según se vean favorecidos. Ser ciudadanos es más que un voto.

Ciudadano es el que habita en la ciudad y la construye todos los días. Desde que te levantas a trabajar, llevas a tus hijos a la escuela esperando reciba la mejor instrucción para crecer en la vida, o cuando vas al hospital y esperas ser bien tratado, buscando tu salud.

Cuando en tu trabajo haces tu mejor esfuerzo en realizar las actividades no solo para recibir remuneración, también para transformar el mundo en un lugar mejor para vivir. La responsabilidad de los que dirigen el gobierno en los diferentes niveles tienen la responsabilidad moral (espero que siempre tengan una conciencia moralmente bien formada), pues sus decisiones benefician o perjudican a la mayoría de sus hermanos conciudadanos.

Recuerdo hace algunos años, un uruguayo me decía que los servidores públicos, son empleados del pueblo, y no una clase con privilegios de contratos sin licitación, o sueldos sin ir a trabajar, además de fueros de impunidad y tratos en lo oscurito que benefician sus amedrentadas empresas. Si un diputado es mi empleado ¿Cómo podrá exigirle que haga bien su trabajo? Un profesor de ciencias políticas decía, el voto es el apoyo a que siga lo mismo, o la corrección para decirle que en tres o seis años tendrás que replantear cómo convencerme de nuevo que ahora sí lo harás bien.

La Iglesia católica es maestra de humanismo, promueve una antropología cristiana considerando a la persona con un valor absoluto, creada a imagen de Dios. Las personas nunca podrán ser usadas como medios, pues son un fin en sí mismas. La dimensión social es muy importante, hacer valer sus derechos va de la mano con la de realizar sus deberes.

Votar es un derecho (una conquista democrática) y un deber ciudadano. Muchas personas me han dicho que ningún candidato les parece bueno. Es triste que aparezcan en los espectaculares, boletas y debates, no los mejores ciudadanos, sino aquellos astutos que arrimándose al que buena sombra le dé o más influencias tenga, así podrá hacer política. La técnica de las dádivas a cambio de tu voto, demuestra lo poco valorado del ciudadano que las acepta y la vileza de quien quiere ser votado.

Es importante que ya sepas los nombres de las personas por quienes vas a votar, no esperes que, al estar ahí en la casilla, te topes con desconocidos y hagas una rifa a ver a quien votas o te vayas simplemente por el logotipo del partido, vaciando de rostro a quien te representará los próximos tres o seis años. Motiva a que todos los mayores de edad que estén a tu lado vayan a votar, México no se merece un resultado fruto de apáticos, sino que se exprese la voluntad de la mayoría, y así la mayoría nos llevará a los resultados que todos tendremos que disfrutar o aguantar. Sea como sea, sal a votar.

Leonel Larios Medina / Sacerdote católico y licenciado en comunicación social

El próximo 2 de junio será un día muy importante en la vida democrática de nuestro país. Se elegirá al presidente de la república, senadores, diputados federales, diputados locales, presidentes municipales y síndicos. Serán en total 6 boletas que traerán a todos los partidos y los que han formado alianza aparecerán repetidas veces, en la misma boleta. Basta con que se tache una sola opción.

Sufragio efectivo, significa que el voto de cada ciudadano sea tomado en cuenta. Como ya lo he escrito en reiteradas ocasiones parece que ese día es el único en que los ciudadanos son importantes para las clases políticas. Una vez sabiendo el resultado te quieren o te odian, según se vean favorecidos. Ser ciudadanos es más que un voto.

Ciudadano es el que habita en la ciudad y la construye todos los días. Desde que te levantas a trabajar, llevas a tus hijos a la escuela esperando reciba la mejor instrucción para crecer en la vida, o cuando vas al hospital y esperas ser bien tratado, buscando tu salud.

Cuando en tu trabajo haces tu mejor esfuerzo en realizar las actividades no solo para recibir remuneración, también para transformar el mundo en un lugar mejor para vivir. La responsabilidad de los que dirigen el gobierno en los diferentes niveles tienen la responsabilidad moral (espero que siempre tengan una conciencia moralmente bien formada), pues sus decisiones benefician o perjudican a la mayoría de sus hermanos conciudadanos.

Recuerdo hace algunos años, un uruguayo me decía que los servidores públicos, son empleados del pueblo, y no una clase con privilegios de contratos sin licitación, o sueldos sin ir a trabajar, además de fueros de impunidad y tratos en lo oscurito que benefician sus amedrentadas empresas. Si un diputado es mi empleado ¿Cómo podrá exigirle que haga bien su trabajo? Un profesor de ciencias políticas decía, el voto es el apoyo a que siga lo mismo, o la corrección para decirle que en tres o seis años tendrás que replantear cómo convencerme de nuevo que ahora sí lo harás bien.

La Iglesia católica es maestra de humanismo, promueve una antropología cristiana considerando a la persona con un valor absoluto, creada a imagen de Dios. Las personas nunca podrán ser usadas como medios, pues son un fin en sí mismas. La dimensión social es muy importante, hacer valer sus derechos va de la mano con la de realizar sus deberes.

Votar es un derecho (una conquista democrática) y un deber ciudadano. Muchas personas me han dicho que ningún candidato les parece bueno. Es triste que aparezcan en los espectaculares, boletas y debates, no los mejores ciudadanos, sino aquellos astutos que arrimándose al que buena sombra le dé o más influencias tenga, así podrá hacer política. La técnica de las dádivas a cambio de tu voto, demuestra lo poco valorado del ciudadano que las acepta y la vileza de quien quiere ser votado.

Es importante que ya sepas los nombres de las personas por quienes vas a votar, no esperes que, al estar ahí en la casilla, te topes con desconocidos y hagas una rifa a ver a quien votas o te vayas simplemente por el logotipo del partido, vaciando de rostro a quien te representará los próximos tres o seis años. Motiva a que todos los mayores de edad que estén a tu lado vayan a votar, México no se merece un resultado fruto de apáticos, sino que se exprese la voluntad de la mayoría, y así la mayoría nos llevará a los resultados que todos tendremos que disfrutar o aguantar. Sea como sea, sal a votar.

Leonel Larios Medina / Sacerdote católico y licenciado en comunicación social