Fueron días intensos en que las campañas arreciaron con sus promesas, cierres, trapitos al sol, descalificaciones y todo el arsenal posible con tal de ganar un voto más en las elecciones pasadas. Cierres de campaña a todo pulmón con ese artista que te llega hasta el alma y te nubla la mente. Todos pensando en ganar, pero el día decisivo sería el domingo.
La misma Iglesia católica, en todos los templos del país, motivaba a salir a votar con la cruda realidad que solo el 60% fue a hacerlo, me atrevo a decir que más del 90% de los que sí oyeron en misa el llamado, lo hicieron, el 40 % de abstención es de aquellos que ni a misa van.
La lentitud para votar fue una característica, junto con la paciencia de los que ahí estábamos en la fila, esperando el turno. La verdad, en nuestra región se realizaron en paz y gracias a Dios sin actos de violencia considerables, que nos ponía a todos atentos al conteo rápido y al PREP. Por la noche, ya se estaba augurando a la ganadora, cuya tendencia seguía favoreciéndola.
Seguimos en semana de conteos distritales, solo para corroborar o aclarar aquellos márgenes cerrados entre algunos candidatos, pero parece que todo se quedará igual. Las cámaras y el ejecutivo se pintarán de un color, y al rato el poder judicial del mismo, los tres poderes, más que reflejar una bandera tricolor, serán la monocromía de una sola voluntad.
Como en toda competencia, hay ganadores y perdedores, pero en las democracias maduras, se reconoce cuando el gobierno entrante y los ciudadanos, buscan juntos, un mejor país. La presidente será de los Estados Unidos Mexicanos, en eso ya le ganamos una a nuestros vecinos del norte, como si fuera ganarle una cascarita a la selección de las barras y las estrellas en un campo de tierra de la periferia. Felices por la victoria, a pesar de nuestros estadios.
Ahora ¿qué sigue? ¿La división? ¿Una mayor polarización? ¿Seis años de resistencia o confrontación? ¿Dejarnos llevar por la inercia de un partido que parte y reparte? Esta reflexión me la hago a mí mismo. Tenía claro mi posición ante las elecciones: motivar a votar, formar conciencias, votar yo mismo, evitar el partidismo. Pero, y ¿ahora qué? ¿La política se dejará para dentro de tres años en las elecciones intermedias? ¿Será el gran llamado a iniciar una mayor formación a conciencia, de una ciudadanía participativa, madura y que realmente todos nos comprometamos por una mejor sociedad?
Las políticas públicas, las obras en mi colonia, los servicios, la puntualidad en los impuestos, la claridad de las licitaciones, un gobierno trabajador transparente y de servicio, se conforma con ciudadanos que no quieran ser tranzas, sino servidores de los demás.
Es el tiempo de meter las manos a la obra, uniendo mentes y corazones, para lograr un mejor mundo donde vivir. Cuidar el agua, la naturaleza. Ser más justos en el trabajo, ser puntuales y honestos. Ayudar al que no tiene y trabajar para que todos puedan hacer algo y ganarse el pan de cada día.
A los candidatos electos, les pido que no olviden que están ahí por el voto de confianza otorgado por miles o millones de ciudadanos, a mis hermanos y hermanas con-ciudadanos, dejemos de echarle la culpa a otros, o estar sentados esperando a que alguien haga algo, es tiempo de los ciudadanos, la historia está por escribirse, eso es lo que sigue.