Los médicos regularmente ofrecemos un servicio y como cualquier servicio mientras más información le demos mejor será el resultado siendo en la relación médico paciente el resultado directamente de beneficio o perjuicio para el enfermo; si quiero que me hagan una casa le diré al arquitecto mi visión, mis necesidades y haré las correcciones conforme vea la evolución de mi casa, desde el avance de los planos hasta la construcción, y el arquitecto nos orientara e incluso nos indicará si algo no es factible realizar; es decir no siempre podemos recibir lo que queremos aun cuando paguemos, muchas veces es mejor obtener lo que necesitamos.
Por ello una recomendación es, siempre que vayan a una consulta llevar la mayor cantidad de información sobre su persona, desde antecedentes de importancia familiares y personales, alergias, medicamentos que se consuman de diario (aun cuando aparentemente no tenga mucha relación con la enfermedad por la que acudimos en esa ocasión) algunos de los fármacos pueden reaccionar con uno nuevo y es importante para el médico saber que toma y para que se lo indicaron, e incluso desde cuando los consume.
En ocasiones cuando vamos a un consultorio pensamos que como estamos pagando o es un servicio el doctor tiene la obligación de saber lo que tenemos con solo vernos, pero no es así debemos de ir preparados para nuestra consulta y obtener el mayor beneficio posible, tenemos enfermedades que quizá requieren estudios y otras que no los necesiten inicialmente.
Se da en ocasiones que cuando se busca una segunda opinión ocultan las indicaciones y diagnóstico que le dio el medico anterior, lo cual no es recomendable por que eso haría que cada vez que vayan con un médico comiencen nuevamente y va en su perjuicio, el darle más información a su doctor le ayudará a buscar mentalmente el diagnóstico más acertado y mejores indicaciones puede recibir.
Cuando buscamos una segunda opinión debe ser al mismo nivel de la primera, es decir en ocasiones nos acercamos a un consultorio de un médico general posteriormente a un diagnóstico de un especialista ya sea cirujano, ortopedista, internista, cardiólogo, etc. Deberíamos buscar una segunda opinión de otro especialista, no de un médico general o de otro especialista que no sea afín a la enfermedad que nos están valorando.
Como paciente en ocasiones nos desesperamos al pensar que el médico no le atina a nuestra enfermedad, sin embargo, algunas enfermedades son diagnósticos de exclusión, es decir que después de descartar varias enfermedades se llega a la conclusión que puede ser tal enfermedad. Otra situación es cuando el origen es idiopático esto se traduce en que no se ha logrado detectar por qué motivo están teniendo esos síntomas.
Es bueno hacer nuestro expediente con recetas y estudios ordenados por fecha, los estudios antiguos pueden ayudar al doctor en comparar la evolución de la enfermedad o la respuesta al tratamiento al ajustar las dosis del medicamento como en el caso de los trastornos tiroideos (hipotiroidismo o hipertiroidismo) debemos tomar un perfil tiroideo periódicamente donde apoya saber que dosis estaban consumiendo al momento de la toma del estudio.
Acérquese a su médico de confianza, y aproveche el tiempo en la consulta al máximo, todos los doctores estudiamos para ayudar a los pacientes y buscar orientarlos de la mejor manera, tengan en cuenta que mientras mejor comunicación médico - paciente tengamos es más probable que los resultados sean de beneficio para el paciente y con el favor de Dios se obtenga el control o la curación de la enfermedad.
Odín Isaac Gerónimo Cid | Médico Cirujano Militar
