Te has preguntado, ¿qué sensaciones nos despierta ver el éxito de nuestro prójimo?
Probablemente nos genera un sentimiento de envidia, pero deberíamos valorar por qué motivo nos genera esa sensación, decidamos alegrarnos por la felicidad de los demás en una sociedad donde la mayoría da su mejor ángulo en redes sociales, podemos hacer algo por nosotros, pero también disfrutar los logros del resto de la población, en nuestra ciudad tenemos mucha gente destacada en varios ámbitos, lo cual no sólo nos da el ejemplo, también nos muestra que sí se puede.
Pero para que se pueda, debemos tener clara una meta u objetivo, trabajar en consecuencia con congruencia para alcanzarla, dicen que quien no sabe a dónde quiere ir, es posible que ya llegó, por eso debemos estar planeando en base a un sueño, no es malo soñar, lo incorrecto es que no hagamos una planeación por materializar ese sueño, un proverbio dicta que nadie planea fracasar pero fracasan por no planear, así que no abandonemos nuestros sueños, vamos aterrizándolos para que los hagamos realidad primero en el papel y luego en nuestra vida, las cosas han sido creadas tres veces, al momento que se sueñan o imaginan, cuando se planean y cuando se materializan.
El sentir placer porque otra persona logre sus metas, hace que nos enfoquemos en las propias, caso contrario, al generarse sentimientos negativos nos distrae de nuestros sueños, el soñar es algo normal, yo pongo la fe en Dios, pero no le dejo todo el trabajo con la bendición que me otorgue vida con salud es suficiente para echar a andar los planes, decían en fuerzas especiales cuando estuve en el ejército, busca trabajo, yo anexaría: procura que sea productivo y te dé satisfacción.
Todos los días se genera una oportunidad para comenzar algo grande, para nuestra vida cuando abrimos los ojos, pensamos que diario tenemos 24 horas, pero esto es falso si nos despertamos temprano ya perdimos de cinco a siete horas del día, por lo que nos quedan menos de 20 y de esas veinte restante ocuparemos otras 3 en la noche para dormir, el problema no es el tiempo, es como lo administramos, como cuando estábamos en la escuela donde diario nos dejaban tarea para el viernes, pero como dejábamos la tarea del lunes para el miércoles, el jueves estábamos muy estresados para concluir 4 proyectos; vamos enfocándonos en uno y de ahí partimos a trabajar.
SI vemos a nuestro vecino triunfando, procurar alegrarnos e incluso hay personas exitosas que les gusta comentar la forma en que ellos lo lograron, esto no quiere decir que sirva para todos, pero puede darnos una guía, por que el éxito es un traje a la medida, donde cada uno va construyendo su futuro y con el favor de Dios lo logrará no sólo si se lo propone, también tiene que trabajar en consecuencia.
Si lo crees (sueñas, piensas, idealizas) lo puedes crear ( materializar, reproducir, hacer) así que como dijo mi abuelita: soñemos en grande y trabajemos mucho.
