/ viernes 19 de abril de 2024

Curanderos... / El día de mi partida...

Pido a Dios que cuando me llame ante Él pueda decir: misión cumplida y dejar algunas misiones pendientes, eso indicaría que me mantuve activo y seguí buscando actividades por realizar, puede escucharse ambicioso, pero solo es una petición, trabajo en ello a diario para ayudar en mi comunidad, quizá no sea mucho lo que haga, pero estoy seguro de que será más de cuando llegue.

Algunos dirán que me conocieron, pero quizá sólo sabrán un poco de lo que hice, cada faceta la he disfrutado enorme, emprender nuevos proyectos donde el compromiso me hacía pedir a Dios salud para concluirlo, porque mi abuelita siempre dijo: sin salud no podemos hacer nada, por ello debemos dar gracias si nos la concede.

Recientemente falleció el papá de una amiga, un hombre que sacó junto a su esposa a una familia adelante, todos los hijos gente de bien y buenas personas, pienso que se fue satisfecho con lo realizado en su vida, pero su vacío dentro del núcleo familiar nada ni nadie lo sustituyen, incluso mientras mejores cualidades haya tenido una persona, más se le extraña, ese evento me hizo reflexionar que tan vulnerables somos y a pesar de natural el ciclo vida-muerte, siempre provocará un duelo la ausencia.

Por eso busquemos cuidar nuestra salud física y mental, saborear el dia sin importar qué actividad nos toque realizar ya sea algo recreativo, nuestro trabajo diario, estudiar o pasar tiempo con la familia o amistades, hagamos de lo ordinario algo extraordinario saboreando la vida, Dios dirá cuánto tiempo vivimos, pero nosotros podemos decidir cómo vamos a llevar ese tiempo, hagamos de los días valgan la pena sin causar penas cuando seamos grandes.

Envejecer no debe ser una maldición, mejor busquemos que sea un momento de paz, para cosechar parte de lo sembrado a lo largo de la vida, exprimiendo cada dia que vivimos, donde el abrir los ojos sea esa ventana al mundo para servir al prójimo y veamos parte de nuestra salud reflejada en las acciones buenas que hemos realizado en el pasado.

Dedicar una parte de nuestra vida en generar buenas acciones es como nuestro fondo de ahorro, donde en un punto de nuestra vida a futuro vamos poder acceder a ese recurso esperando, no necesitarlo, pero a muchas personas les cuesta trabajo recibir el fruto de lo sembrado. Por ejemplo: cuando un adulto mayor llega enojado porque su hijo o nieta lo llevan a consulta, le comento que se permita recibir ese amor y que él es el culpable por haber sembrado algo bueno en un punto de la vida de su familiar.

Einstein decía que hay dos formas de vivir, la primera como si nada fuera un milagro y la segunda como si todo fuera un milagro, de esa forma de pensar nosotros decidimos cómo vamos a vivir, a pesar de la incertidumbre o miedos al recibir malas noticias nos podemos programar para no dejar de sorprendernos y planear cada día como si fuera el último, pero pensando que vamos a vivir cien años, al final de cuentas Dios maneja el cronómetro y sabrá cuándo detener el reloj.

Dr. Odín Isaac Gerónimo / Médico Cirujano Militar

Pido a Dios que cuando me llame ante Él pueda decir: misión cumplida y dejar algunas misiones pendientes, eso indicaría que me mantuve activo y seguí buscando actividades por realizar, puede escucharse ambicioso, pero solo es una petición, trabajo en ello a diario para ayudar en mi comunidad, quizá no sea mucho lo que haga, pero estoy seguro de que será más de cuando llegue.

Algunos dirán que me conocieron, pero quizá sólo sabrán un poco de lo que hice, cada faceta la he disfrutado enorme, emprender nuevos proyectos donde el compromiso me hacía pedir a Dios salud para concluirlo, porque mi abuelita siempre dijo: sin salud no podemos hacer nada, por ello debemos dar gracias si nos la concede.

Recientemente falleció el papá de una amiga, un hombre que sacó junto a su esposa a una familia adelante, todos los hijos gente de bien y buenas personas, pienso que se fue satisfecho con lo realizado en su vida, pero su vacío dentro del núcleo familiar nada ni nadie lo sustituyen, incluso mientras mejores cualidades haya tenido una persona, más se le extraña, ese evento me hizo reflexionar que tan vulnerables somos y a pesar de natural el ciclo vida-muerte, siempre provocará un duelo la ausencia.

Por eso busquemos cuidar nuestra salud física y mental, saborear el dia sin importar qué actividad nos toque realizar ya sea algo recreativo, nuestro trabajo diario, estudiar o pasar tiempo con la familia o amistades, hagamos de lo ordinario algo extraordinario saboreando la vida, Dios dirá cuánto tiempo vivimos, pero nosotros podemos decidir cómo vamos a llevar ese tiempo, hagamos de los días valgan la pena sin causar penas cuando seamos grandes.

Envejecer no debe ser una maldición, mejor busquemos que sea un momento de paz, para cosechar parte de lo sembrado a lo largo de la vida, exprimiendo cada dia que vivimos, donde el abrir los ojos sea esa ventana al mundo para servir al prójimo y veamos parte de nuestra salud reflejada en las acciones buenas que hemos realizado en el pasado.

Dedicar una parte de nuestra vida en generar buenas acciones es como nuestro fondo de ahorro, donde en un punto de nuestra vida a futuro vamos poder acceder a ese recurso esperando, no necesitarlo, pero a muchas personas les cuesta trabajo recibir el fruto de lo sembrado. Por ejemplo: cuando un adulto mayor llega enojado porque su hijo o nieta lo llevan a consulta, le comento que se permita recibir ese amor y que él es el culpable por haber sembrado algo bueno en un punto de la vida de su familiar.

Einstein decía que hay dos formas de vivir, la primera como si nada fuera un milagro y la segunda como si todo fuera un milagro, de esa forma de pensar nosotros decidimos cómo vamos a vivir, a pesar de la incertidumbre o miedos al recibir malas noticias nos podemos programar para no dejar de sorprendernos y planear cada día como si fuera el último, pero pensando que vamos a vivir cien años, al final de cuentas Dios maneja el cronómetro y sabrá cuándo detener el reloj.

Dr. Odín Isaac Gerónimo / Médico Cirujano Militar