/ miércoles 12 de enero de 2022

En Sobremesa con Maxi | Vive de Forma Extraordinaria

Vaya manera de iniciar un nuevo año, cuando imaginábamos que ya estábamos de salida llega una nueva ola de incertidumbres, retos, desafíos y por qué no, también de despedidas de quienes se nos están adelantando solamente a lo inevitable.

Cuando observaba a mi alrededor que más y más personas empezaban a salir contagiadas llegó un momento en donde mi mente empezó a entrar en crisis, no dejaba de ver las noticias, publicaciones en redes sociales o simplemente todo el tiempo tenía en mis conversaciones algo referente a la pandemia.

De pronto empezaron a llegar las noches de insomnio, momentos en los cuales perdía el sueño por estar pensando en si todo esto terminaría pronto, pero siempre terminaba en el mismo lugar, sin esperanza y esperando que tan solo fuera un sueño que ya se había hecho muy profundo.

Manejando de mi oficina hacía mi departamento me llegó de pronto un entendimiento que no había experimentado en otras ocasiones, vi de pronto la sonrisa de un niño al estar jugando como si no importara nada a su alrededor o lo que estuviéramos viviendo, corría de un lado a otro, fue precisamente en ese momento en donde todo el ruido que existía en mi cabeza se esfumó por completo y pude de nuevo escuchar el silencio en la tempestad.

Al llegar y abrir la puerta del departamento lo primero que hice fue abrazar a aquella persona quien a su manera me hizo entender la importancia de ver las cosas, la sanación que existió en mi fue al instante, el mar de mi mente dejó de rugir, los fuertes vientos que azotaban con preocupaciones se habían ido, todo dentro de mí volvía a sentirse en paz algo que no lograría explicártelo.

No fue casualidad todo lo vivido, han sido meses de muchas emociones encontradas, realizaciones personales, frustraciones, momentos increíbles a lado de las personas que me aman tal y como soy, risas, juegos, palmadas en la espalda, un sinfín de muestras que hacen verdaderamente real nuestro recorrido por esta humanidad.

Una vida extraordinaria no es aquella que no enfrenta situaciones adversas, la vida por si misma ya lleva su propia complejidad, nos hubiera gustado tener un manual al nacer en donde nos indicara cómo reaccionar ante ciertas cosas que enfrentemos, tal vez como padres hemos cometido errores de los cuales no estamos muy orgullosos, si algo sabemos es que para cada situación debemos de reaccionar de la mejor forma posible.

Lo extraordinario rompe por completo el molde de la comodidad de lo universal, aquello que no encaja en el juego de piezas de alguien más, vivir de una manera extraordinaria es aprender que en el río también habrá rocas, sentiremos que por momentos vamos a una velocidad que no nos da tiempo de voltear a los lados, en lo extraordinario se aprende a vivir con todo eso, lo usa a su favor, ve como poderle sacar provecho, pero lo más importante es que entiende que aunque se pueda ver todo contracorriente seguirá avanzando hacia su propósito.

Es bueno guardar silencio, si sentimos que el ruido de todo nuestro alrededor nos esta asfixiando, ve a tu habitación, toma tu lugar, deja lejos de ti toda distracción y empieza a conectarte contigo mismo, sé que no cambiará lo exterior, pero experimentarás como en el interior las mareas altas, los fuertes vientos y el sonido del desastre se empiezan a convertir en la más bella cascada de aguas trasparentes, conéctate con lo celestial que lo terrenal tiene su propio afán.


Lic. Maxi Joel Nevárez Ramírez | Administrador Gubernamental

Vaya manera de iniciar un nuevo año, cuando imaginábamos que ya estábamos de salida llega una nueva ola de incertidumbres, retos, desafíos y por qué no, también de despedidas de quienes se nos están adelantando solamente a lo inevitable.

Cuando observaba a mi alrededor que más y más personas empezaban a salir contagiadas llegó un momento en donde mi mente empezó a entrar en crisis, no dejaba de ver las noticias, publicaciones en redes sociales o simplemente todo el tiempo tenía en mis conversaciones algo referente a la pandemia.

De pronto empezaron a llegar las noches de insomnio, momentos en los cuales perdía el sueño por estar pensando en si todo esto terminaría pronto, pero siempre terminaba en el mismo lugar, sin esperanza y esperando que tan solo fuera un sueño que ya se había hecho muy profundo.

Manejando de mi oficina hacía mi departamento me llegó de pronto un entendimiento que no había experimentado en otras ocasiones, vi de pronto la sonrisa de un niño al estar jugando como si no importara nada a su alrededor o lo que estuviéramos viviendo, corría de un lado a otro, fue precisamente en ese momento en donde todo el ruido que existía en mi cabeza se esfumó por completo y pude de nuevo escuchar el silencio en la tempestad.

Al llegar y abrir la puerta del departamento lo primero que hice fue abrazar a aquella persona quien a su manera me hizo entender la importancia de ver las cosas, la sanación que existió en mi fue al instante, el mar de mi mente dejó de rugir, los fuertes vientos que azotaban con preocupaciones se habían ido, todo dentro de mí volvía a sentirse en paz algo que no lograría explicártelo.

No fue casualidad todo lo vivido, han sido meses de muchas emociones encontradas, realizaciones personales, frustraciones, momentos increíbles a lado de las personas que me aman tal y como soy, risas, juegos, palmadas en la espalda, un sinfín de muestras que hacen verdaderamente real nuestro recorrido por esta humanidad.

Una vida extraordinaria no es aquella que no enfrenta situaciones adversas, la vida por si misma ya lleva su propia complejidad, nos hubiera gustado tener un manual al nacer en donde nos indicara cómo reaccionar ante ciertas cosas que enfrentemos, tal vez como padres hemos cometido errores de los cuales no estamos muy orgullosos, si algo sabemos es que para cada situación debemos de reaccionar de la mejor forma posible.

Lo extraordinario rompe por completo el molde de la comodidad de lo universal, aquello que no encaja en el juego de piezas de alguien más, vivir de una manera extraordinaria es aprender que en el río también habrá rocas, sentiremos que por momentos vamos a una velocidad que no nos da tiempo de voltear a los lados, en lo extraordinario se aprende a vivir con todo eso, lo usa a su favor, ve como poderle sacar provecho, pero lo más importante es que entiende que aunque se pueda ver todo contracorriente seguirá avanzando hacia su propósito.

Es bueno guardar silencio, si sentimos que el ruido de todo nuestro alrededor nos esta asfixiando, ve a tu habitación, toma tu lugar, deja lejos de ti toda distracción y empieza a conectarte contigo mismo, sé que no cambiará lo exterior, pero experimentarás como en el interior las mareas altas, los fuertes vientos y el sonido del desastre se empiezan a convertir en la más bella cascada de aguas trasparentes, conéctate con lo celestial que lo terrenal tiene su propio afán.


Lic. Maxi Joel Nevárez Ramírez | Administrador Gubernamental