/ miércoles 16 de marzo de 2022

En Sobremesa con Maxi | Máquina del tiempo

Renunciamos a oportunidades tan importantes y asombrosas por el miedo de seguir avanzando en nuestro crecimiento personal o inclusive profesional.

Buscamos escusas que señalen nuestra cobardía por pescar y a pesar de tener hambre dejar al pez frente a nosotros deseando que estuviera en nuestro estómago.

En la vida nos topamos con encrucijadas que confrontan totalmente nuestros pensamientos, filosofías o razonamientos que simplemente son acciones de herencia que alguien más nos sembró en vez de ser nosotros mismos capaces de imaginar cosas fuera del pensamiento lógico.

Relacionado a todo esto tenemos el caso de un animalito que está a punto de ser devorado por su cazador, corre por todo el pastizal amarillento hasta pensar que ha perdido a quien seguramente se iba a alimentar de él, cuando de pronto vuelve a aparecer frente a sus ojos y en vez de seguir corriendo por salvar su vida decide inclinar sus patas en señal de rendición para ser asesinado.

En ocasiones enfrentamos las situaciones y dependiendo del contexto o situación que nos encontramos, dejamos de lado la inteligencia cuando el miedo es quien se apodera de cada centímetro de pensamiento que recorre nuestra mente, queremos entender por qué sucede una cosa u otra sin darnos cuenta que estaba escrito que eso sucediera en el tiempo como fue descrito, pero sobre todo que no habrá nada que cambie nuestro rumbo a menos que tengamos una máquina del tiempo donde se pueda navegar de un lugar a otro queriendo prevenir acontecimiento.

Todo esto se convierte en un pensamiento que recorre de la punta de mi cabello más largo en la cabeza hasta la punta del dedo gordo de mi pie derecho, cuántas cosas hubiéramos detenido si hubiéramos tenido esa máquina del tiempo.

Cuáles decisiones hubieras evitado tener que tomar si tuvieras un viaje al menos hacia el pasado para darle otro sentido, las personas que hubieras preferido no conocer porque así evitarías el daño que te causaron, el tiempo que no disfrutamos a nuestros padres o hijos que hoy ya no están o se encuentran distantes.

Cuando estamos en nuestra habitación al terminar una jornada de trabajo quisiéramos encontrarnos en silencio sin que nadie más nos estuviera hablando, pero la mente nos dice es mi turno de hablar, pensamientos de lo que se hizo, de lo que no y de aquellas cosas que se pudieran hacer de una forma distinta a como sucedieron.

Los tiempos jamás volverán, lamentablemente dejaremos pasar momentos increíbles dentro de burbujas que nos alejaran del exterior, sentimientos que se quedaron guardados porque no fuimos lo suficientemente valientes como para expresarlos.

Morirás y moriremos todo en el tiempo establecido, gritaremos con fuerza queriendo que no esté sucediendo, realizaremos reclamos al cielo exclamando nuestro dolor, tendremos momentos de desesperación y angustia porque lo que conocemos o a quienes creíamos conocer ahora simplemente han dejado de existir.

Los accidentes vehiculares, las muertes repentinas o aquellos quienes tienen una larga agonía es únicamente la culminación, es verdad, quisiéramos esa máquina del tiempo que nos sirviera para poder evitar todas estas cosas, lamentablemente no tenemos esa máquina, no existe aún la forma de poder realizar esos viajes, si ahora estamos vivos podemos cambiar esto, dejemos los reclamos de lado y empecemos saber sentir nuestras emociones, no permitir que nos dominen, tal vez durmamos molestos, pero quien asegura que despertaremos al día siguiente para ofrecernos ese perdón que se debió dar antes de dormir, no permitamos vivir más tiempo separados por los afanes terrenales.


Lic. Maxi Joel Nevárez Ramírez | Administración Gubernamental

Renunciamos a oportunidades tan importantes y asombrosas por el miedo de seguir avanzando en nuestro crecimiento personal o inclusive profesional.

Buscamos escusas que señalen nuestra cobardía por pescar y a pesar de tener hambre dejar al pez frente a nosotros deseando que estuviera en nuestro estómago.

En la vida nos topamos con encrucijadas que confrontan totalmente nuestros pensamientos, filosofías o razonamientos que simplemente son acciones de herencia que alguien más nos sembró en vez de ser nosotros mismos capaces de imaginar cosas fuera del pensamiento lógico.

Relacionado a todo esto tenemos el caso de un animalito que está a punto de ser devorado por su cazador, corre por todo el pastizal amarillento hasta pensar que ha perdido a quien seguramente se iba a alimentar de él, cuando de pronto vuelve a aparecer frente a sus ojos y en vez de seguir corriendo por salvar su vida decide inclinar sus patas en señal de rendición para ser asesinado.

En ocasiones enfrentamos las situaciones y dependiendo del contexto o situación que nos encontramos, dejamos de lado la inteligencia cuando el miedo es quien se apodera de cada centímetro de pensamiento que recorre nuestra mente, queremos entender por qué sucede una cosa u otra sin darnos cuenta que estaba escrito que eso sucediera en el tiempo como fue descrito, pero sobre todo que no habrá nada que cambie nuestro rumbo a menos que tengamos una máquina del tiempo donde se pueda navegar de un lugar a otro queriendo prevenir acontecimiento.

Todo esto se convierte en un pensamiento que recorre de la punta de mi cabello más largo en la cabeza hasta la punta del dedo gordo de mi pie derecho, cuántas cosas hubiéramos detenido si hubiéramos tenido esa máquina del tiempo.

Cuáles decisiones hubieras evitado tener que tomar si tuvieras un viaje al menos hacia el pasado para darle otro sentido, las personas que hubieras preferido no conocer porque así evitarías el daño que te causaron, el tiempo que no disfrutamos a nuestros padres o hijos que hoy ya no están o se encuentran distantes.

Cuando estamos en nuestra habitación al terminar una jornada de trabajo quisiéramos encontrarnos en silencio sin que nadie más nos estuviera hablando, pero la mente nos dice es mi turno de hablar, pensamientos de lo que se hizo, de lo que no y de aquellas cosas que se pudieran hacer de una forma distinta a como sucedieron.

Los tiempos jamás volverán, lamentablemente dejaremos pasar momentos increíbles dentro de burbujas que nos alejaran del exterior, sentimientos que se quedaron guardados porque no fuimos lo suficientemente valientes como para expresarlos.

Morirás y moriremos todo en el tiempo establecido, gritaremos con fuerza queriendo que no esté sucediendo, realizaremos reclamos al cielo exclamando nuestro dolor, tendremos momentos de desesperación y angustia porque lo que conocemos o a quienes creíamos conocer ahora simplemente han dejado de existir.

Los accidentes vehiculares, las muertes repentinas o aquellos quienes tienen una larga agonía es únicamente la culminación, es verdad, quisiéramos esa máquina del tiempo que nos sirviera para poder evitar todas estas cosas, lamentablemente no tenemos esa máquina, no existe aún la forma de poder realizar esos viajes, si ahora estamos vivos podemos cambiar esto, dejemos los reclamos de lado y empecemos saber sentir nuestras emociones, no permitir que nos dominen, tal vez durmamos molestos, pero quien asegura que despertaremos al día siguiente para ofrecernos ese perdón que se debió dar antes de dormir, no permitamos vivir más tiempo separados por los afanes terrenales.


Lic. Maxi Joel Nevárez Ramírez | Administración Gubernamental