/ miércoles 31 de marzo de 2021

Todo el mundo es un maestro | Te perdono

Deberíamos perdonar primero que nada porque es bueno para nuestra salud, física, emocional y psicológica. Estar de rencorosos y amargados no deja nada bueno, en cambio el perdón genera bienestar, reduce los niveles de estrés, regula el ritmo del corazón y alarga la vida. Te perdono para vivir más y mejor. Aferrarse al enojo es uno de los sentimientos más pesados y perturbadores que podemos tener. Dijo Buda alguna vez: “Aferrarse al enojo es como agarrar un carbón caliente con la intención de aventárselo a alguien más; el que sale herido eres tú” Guardar rencor causa más dolor y al no tener la capacidad emocional de sacar un perdón desde lo sincero del corazón, da el gane a quien lástima con un golpe doble; lo que te hizo más el daño de la emoción negativa ya sea de rencor, enojo, u odio. Por lo que quien aprende a perdonar tiene un don incalculable de poder. Deja fluir, todo pasa “Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza”

Es importante saber que el perdón es un estado mental no es solo repetir; me perdonas, te perdono, va mucho más allá de las palabras, es un trabajo del espíritu, que inicia dejando fluir los acontecimientos sin darle oídos a nuestro ego o al orgullo que son factores que en muchos casos nos impiden perdonar. Pero bueno después de aprender a respirar profundo y dejar ir, nuestro estado anímico mejora y podemos volver a sentir ligereza.

De acuerdo a un estudio realizado por investigadores del Hope Center, uno de los beneficios del perdón es que reduce las cantidades de cortisol, hormona esteroidea, producida por la glándula suprarrenal que se libera como respuesta al estrés. El perdón también es bueno para el corazón. Un estudio sugiere que las personas que guardan rencor tienden a tener ritmos cardíacos más altos, mientras que aquellos que son más empáticos y capaces de perdonar tienden a tener ritmos cardiacos más bajos. Hay evidencia de personas que sufrían de dolor de espalda o migrañas y que al perdonar desaparecieron sus dolores. Y por último los rencores pueden estar quitándonos años de vida. Al revisar a adultos mayores de más de 70 y al determinar su habilidad para perdonar, lo que eran de naturaleza menos aferrada, tendían a vivir más tiempo. Así que perdona y vive.


Ing. Adalberto Gutiérrez Chávez.


Deberíamos perdonar primero que nada porque es bueno para nuestra salud, física, emocional y psicológica. Estar de rencorosos y amargados no deja nada bueno, en cambio el perdón genera bienestar, reduce los niveles de estrés, regula el ritmo del corazón y alarga la vida. Te perdono para vivir más y mejor. Aferrarse al enojo es uno de los sentimientos más pesados y perturbadores que podemos tener. Dijo Buda alguna vez: “Aferrarse al enojo es como agarrar un carbón caliente con la intención de aventárselo a alguien más; el que sale herido eres tú” Guardar rencor causa más dolor y al no tener la capacidad emocional de sacar un perdón desde lo sincero del corazón, da el gane a quien lástima con un golpe doble; lo que te hizo más el daño de la emoción negativa ya sea de rencor, enojo, u odio. Por lo que quien aprende a perdonar tiene un don incalculable de poder. Deja fluir, todo pasa “Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza”

Es importante saber que el perdón es un estado mental no es solo repetir; me perdonas, te perdono, va mucho más allá de las palabras, es un trabajo del espíritu, que inicia dejando fluir los acontecimientos sin darle oídos a nuestro ego o al orgullo que son factores que en muchos casos nos impiden perdonar. Pero bueno después de aprender a respirar profundo y dejar ir, nuestro estado anímico mejora y podemos volver a sentir ligereza.

De acuerdo a un estudio realizado por investigadores del Hope Center, uno de los beneficios del perdón es que reduce las cantidades de cortisol, hormona esteroidea, producida por la glándula suprarrenal que se libera como respuesta al estrés. El perdón también es bueno para el corazón. Un estudio sugiere que las personas que guardan rencor tienden a tener ritmos cardíacos más altos, mientras que aquellos que son más empáticos y capaces de perdonar tienden a tener ritmos cardiacos más bajos. Hay evidencia de personas que sufrían de dolor de espalda o migrañas y que al perdonar desaparecieron sus dolores. Y por último los rencores pueden estar quitándonos años de vida. Al revisar a adultos mayores de más de 70 y al determinar su habilidad para perdonar, lo que eran de naturaleza menos aferrada, tendían a vivir más tiempo. Así que perdona y vive.


Ing. Adalberto Gutiérrez Chávez.


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