/ martes 10 de octubre de 2023

Para acompañar de un café | ¿Y los diccionarios?

Esto es muy interesante para el idioma universal, que al parecer puede ser cambiado por el criterio y gusto de pocas personas, dando al traste el idioma en todos sentidos y definiciones, pero entonces tendrían que hacerles otro a su gusto, pero sin fecha de realización y modificaciones en todo tipo de sectores, públicos y privados, además de materias de sociología, ética, derecho familiar, psicología, derecho laboral y más ramas del conocimiento humano y social, más esto es un inicio, pero estas personas se integran y protegen, haciendo lo que los demás mortales hacemos, en bola, para ganar puestos y lugares, sin diferencia, porque ni el maquillaje cambia este hecho.

Pero si para la gente no tiene importancia, sí para lo ya existente, incluso las resoluciones judiciales que se ajustan a la letra de la ley y la interpretación es de los juzgadores, así que este tema se va haciendo más duro y tristemente por perspectivas no de género, sino de actitudes de pensamiento de las personas, porque no cambia el ADN, ni con taconeos ni corajes, por lo que la vida es la misma, aún con estos rompimientos de paradigmas y sin rebelarnos si son tan igualitarios como dicen, o se inclinan por sus mentalidades y preferencias, destrozando con odio a lo tradicional, para dar según esto, novedad. Lo que no entiendo por qué no puedo definirla con mi idioma y menos con palabras inventadas a capricho.

Les suplico me den una idea, más no una ideología o sentido diferente al mío, que creo también merece el mismo respeto que el de ellos y ellas, tenemos el mismo derecho de ser y convivir, pero me da temor que se amafien y obtengan puestos de poder y lo usen con ese odio, coraje al sexo, a los roles de toda la vida.

Pero cómo hablar, si no hay idioma exacto, entonces son divagaciones, por lo que se necesita un lenguaje que lo explique correctamente, pero veo que no existe, solo palabras creadas de manera aislada, sin reconocimiento legal, ni de idioma, así que cómo ofender algo que no se define de manera correcta, y pues a quemar los diccionarios para que estén satisfechos de sus cambios, pero ¿Por cuánto tiempo?, entonces que no tendrán que enseñar los maestros un idioma que no existe, que ni siquiera llega a modismo, y es serio esto, la Secretaría de Educación Pública se va a echar a cuestas este tremendo y no buscado problema.

Dr. Víctor Santini Reza

Esto es muy interesante para el idioma universal, que al parecer puede ser cambiado por el criterio y gusto de pocas personas, dando al traste el idioma en todos sentidos y definiciones, pero entonces tendrían que hacerles otro a su gusto, pero sin fecha de realización y modificaciones en todo tipo de sectores, públicos y privados, además de materias de sociología, ética, derecho familiar, psicología, derecho laboral y más ramas del conocimiento humano y social, más esto es un inicio, pero estas personas se integran y protegen, haciendo lo que los demás mortales hacemos, en bola, para ganar puestos y lugares, sin diferencia, porque ni el maquillaje cambia este hecho.

Pero si para la gente no tiene importancia, sí para lo ya existente, incluso las resoluciones judiciales que se ajustan a la letra de la ley y la interpretación es de los juzgadores, así que este tema se va haciendo más duro y tristemente por perspectivas no de género, sino de actitudes de pensamiento de las personas, porque no cambia el ADN, ni con taconeos ni corajes, por lo que la vida es la misma, aún con estos rompimientos de paradigmas y sin rebelarnos si son tan igualitarios como dicen, o se inclinan por sus mentalidades y preferencias, destrozando con odio a lo tradicional, para dar según esto, novedad. Lo que no entiendo por qué no puedo definirla con mi idioma y menos con palabras inventadas a capricho.

Les suplico me den una idea, más no una ideología o sentido diferente al mío, que creo también merece el mismo respeto que el de ellos y ellas, tenemos el mismo derecho de ser y convivir, pero me da temor que se amafien y obtengan puestos de poder y lo usen con ese odio, coraje al sexo, a los roles de toda la vida.

Pero cómo hablar, si no hay idioma exacto, entonces son divagaciones, por lo que se necesita un lenguaje que lo explique correctamente, pero veo que no existe, solo palabras creadas de manera aislada, sin reconocimiento legal, ni de idioma, así que cómo ofender algo que no se define de manera correcta, y pues a quemar los diccionarios para que estén satisfechos de sus cambios, pero ¿Por cuánto tiempo?, entonces que no tendrán que enseñar los maestros un idioma que no existe, que ni siquiera llega a modismo, y es serio esto, la Secretaría de Educación Pública se va a echar a cuestas este tremendo y no buscado problema.

Dr. Víctor Santini Reza