/ domingo 18 de junio de 2023

Desde la Capital | Niños en grave riesgo

18-06-2023.

Martes 13. Ya de tarde, en restaurante y casa festejamos a la amiga en grupo. Después vehículos y visitas se retiraron. Salí a meter la Eco a la cochera, pero decidí evidenciar cómo -al parecer- vehículos y personas que se conectan al dispositivo fijo enfrente, se activan y actúan en el entorno desde diversos sitios. En los 5 minutos 15 segundos que tardé en rodear la cuadra -19:09 a 19:14- participaron siete vehículos y trece personas asesoradas, incluyendo encubiertos y un niño. Antes de arrancar cedi el paso a la moto con pasajero. después a un Mazda blanco. Salí por mi derecha. Adelante por la acera izquierda como a 50 metros aproximadamente, el stop derecho encendido del Nissan azul gris, evidencio su presencia. El resto estaba oculto por el compacto azul estacionado atrás. El Nissan despegó y quedó sesgado ocultando la placa. De enfrente, por la esquina derecha aparecieron sincronizados dos tipos jóvenes cargando una tarima acostada ocupando más espacio; un niño caminaba a su lado, pegado al cordón. Por mi derecha pasé frente al Nissan; me siguió, así mostró su placa; después dio vuelta en U y regresó. En Ramón Núñez cedí paso al peatón, el vehículo verde no lo hizo. por Liberación Nacional, la Chevrolet color arena, parada y despegada de la acera izquierda, su conductor estaba de pie afuera, la puerta abierta -acto premeditado- pasé lejos sin usar mi claxon, con precaución. Un encubierto cruzó por enfrente, avisó a los cargadores de mi proximidad. Previo hacer alto entré a la Mártires; luego en reversa entré a la cochera. Los de la tarima siguieron adelante.

Miércoles 14. 16:33 horas entré al estacionamiento Walmart Fuentes Mares. Rara vez viajo sólo; hoy me confié. No había cajones de estacionamiento libres cerca al edificio; dejé el vehículo; olvidé que en mi caso, los viene-viene y otros, sirven a la hermandad, brazo ejecutor de autoridades y grupos fácticos. Ya en la tienda, escogí dos artículos. Intenté pagar en la máquina automática y en caja; un artículo resultó desconocido en ambas opciones. El departamento de “calidad” ignoró los llamados para aclarar. El otro lo pagué en caja; donde la empleada con cara de “chota” quiso esquilmarme diez pesos de mi vuelto; reclamé exhibiendo tiquete y feria. De mala gana, ante demás clientes en fila, la poli me regresó lo mío. Debí advertirles “chequen su cambio”. Pero la trama apenas empezaba.

Volví al vehículo por el lado del conductor; atrás de la Eco, en círculo, cuarteto de sombreros. Coordinaba el de chaleco Walmart; otro con viene-viene y dos de solo sombrero; no se movieron al encender motor. Hice lo que hago con justificación, pulsé mi claxon. Si esperaban otra reacción se equivocaron. El de Walmart tal vez otro chota encubierto, se atacó de risa y aún reía cuando me acerqué a la tienda. Salí de regreso, donde esto continuaría.

A las 17:30 subí Liberación Nacional, hice alto antes de cruzar. Un niño botando una pelota caminaba precisamente por la acera donde me estacionó. Crucé la calle. Cuando llegué a su altura le aconsejé: “vete a jugar al parque”. Después bajé, abrí la reja y maniobré para meter la Eco en reversa.

No interesa a mis detractores exponer a los menores, ¿Lo harán con anuencia de los padres? Eso nos faltaría. Admitir que deforman su mente. La autoridad debe investigar. Los niños que habitan este sector de la Colonia dos de octubre están en riesgo.

Julio Morales Quiñones | Jubilado. Disidente

18-06-2023.

Martes 13. Ya de tarde, en restaurante y casa festejamos a la amiga en grupo. Después vehículos y visitas se retiraron. Salí a meter la Eco a la cochera, pero decidí evidenciar cómo -al parecer- vehículos y personas que se conectan al dispositivo fijo enfrente, se activan y actúan en el entorno desde diversos sitios. En los 5 minutos 15 segundos que tardé en rodear la cuadra -19:09 a 19:14- participaron siete vehículos y trece personas asesoradas, incluyendo encubiertos y un niño. Antes de arrancar cedi el paso a la moto con pasajero. después a un Mazda blanco. Salí por mi derecha. Adelante por la acera izquierda como a 50 metros aproximadamente, el stop derecho encendido del Nissan azul gris, evidencio su presencia. El resto estaba oculto por el compacto azul estacionado atrás. El Nissan despegó y quedó sesgado ocultando la placa. De enfrente, por la esquina derecha aparecieron sincronizados dos tipos jóvenes cargando una tarima acostada ocupando más espacio; un niño caminaba a su lado, pegado al cordón. Por mi derecha pasé frente al Nissan; me siguió, así mostró su placa; después dio vuelta en U y regresó. En Ramón Núñez cedí paso al peatón, el vehículo verde no lo hizo. por Liberación Nacional, la Chevrolet color arena, parada y despegada de la acera izquierda, su conductor estaba de pie afuera, la puerta abierta -acto premeditado- pasé lejos sin usar mi claxon, con precaución. Un encubierto cruzó por enfrente, avisó a los cargadores de mi proximidad. Previo hacer alto entré a la Mártires; luego en reversa entré a la cochera. Los de la tarima siguieron adelante.

Miércoles 14. 16:33 horas entré al estacionamiento Walmart Fuentes Mares. Rara vez viajo sólo; hoy me confié. No había cajones de estacionamiento libres cerca al edificio; dejé el vehículo; olvidé que en mi caso, los viene-viene y otros, sirven a la hermandad, brazo ejecutor de autoridades y grupos fácticos. Ya en la tienda, escogí dos artículos. Intenté pagar en la máquina automática y en caja; un artículo resultó desconocido en ambas opciones. El departamento de “calidad” ignoró los llamados para aclarar. El otro lo pagué en caja; donde la empleada con cara de “chota” quiso esquilmarme diez pesos de mi vuelto; reclamé exhibiendo tiquete y feria. De mala gana, ante demás clientes en fila, la poli me regresó lo mío. Debí advertirles “chequen su cambio”. Pero la trama apenas empezaba.

Volví al vehículo por el lado del conductor; atrás de la Eco, en círculo, cuarteto de sombreros. Coordinaba el de chaleco Walmart; otro con viene-viene y dos de solo sombrero; no se movieron al encender motor. Hice lo que hago con justificación, pulsé mi claxon. Si esperaban otra reacción se equivocaron. El de Walmart tal vez otro chota encubierto, se atacó de risa y aún reía cuando me acerqué a la tienda. Salí de regreso, donde esto continuaría.

A las 17:30 subí Liberación Nacional, hice alto antes de cruzar. Un niño botando una pelota caminaba precisamente por la acera donde me estacionó. Crucé la calle. Cuando llegué a su altura le aconsejé: “vete a jugar al parque”. Después bajé, abrí la reja y maniobré para meter la Eco en reversa.

No interesa a mis detractores exponer a los menores, ¿Lo harán con anuencia de los padres? Eso nos faltaría. Admitir que deforman su mente. La autoridad debe investigar. Los niños que habitan este sector de la Colonia dos de octubre están en riesgo.

Julio Morales Quiñones | Jubilado. Disidente