/ martes 19 de julio de 2022

Cuidando nuestra salud... | Y tú, ¿cómo manejas tus emociones?

3era. Parte.

Ya vimos las habilidades de la inteligencia emocional de acuerdo con Daniel Goleman, en el segmento pasado ahora que las conoces y comprendes, qué puedes hacer para ir incrementando y mejorando estás habilidades las cuales son autoconocimiento, autocontrol o autorregulación, autoestima, desarrollo de habilidades, empatía, conducta no verbal, conducta verbal e interpretación.

  1. Identifica tus emociones. En ocasiones con el correr diario, las ocupaciones con el trabajo, familia y demás actividades muchas veces no nos detenemos a pensar en cómo nos sentimos. El riesgo que corremos es que nos dañamos a nosotros mismos y a los demás al no afrontar nuestras emociones. Podemos hacer este ejercicio durante el día. Pon una alarma tres veces al día y respira profundamente dedicando unos minutos para reflexionar cómo te sientes y por qué. Después de varios días de hacerlo lo harás de manera habitual estando en mayor contacto contigo y los demás.

  2. Maneja tus emociones. Es importante recordar que no podemos controlar las acciones de otras personas pero sí cómo nos sentimos y comportamos ante estás. Podemos hacer ciertas acciones para cambiar nuestro estado emocional como dar un paseo, platicar con un amigo, escuchar música, respirar profundamente varias veces, darnos unos minutos para reflexionar sobre lo sucedió. Evitar tomar como personal el comportamiento de otras personas permite que seamos más objetivos en la forma de percibirlo.

  3. Expresa cómo te sientes. Los pequeños detalles son esenciales para mostrar cercanía. Desde muestras de cariño verbal y no verbal, un abrazo, un beso, un gesto, hacer algo por la otra persona, estar dispuestos a escuchar.

  4. Asume responsabilidad por tus actos. Si aceptas que eres responsable de cómo te sientes y de cómo te comportas hacia los demás, se reflejara de manera positiva en todas las áreas de tú vida y es difícil hacerlo porque implica reconocer, aceptar y responsabilizarnos de los errores cometidos y repararlos Recordar que Tú eres el único responsable de cómo reaccionas.

Es importante ser conscientes que el uso y manejo adecuado de estás habilidades nos va a proveer de herramientas que nos den más capacidad de relacionarnos de manera adecuada, ser más congruentes con lo que pensamos, sentimos y hacemos, ser más asertivos en nuestra comunicación y conducta. Sin embargo es importante recordar el principio 90/10 de Stephen Covey, ya que el 90% de las cosas que nos suceden dependen de nuestra actitud y el otro 10% de lo que pasa y no podemos controlar. Recapitulo esto porque en la vida tenemos que aprender a tomar decisiones y afrontar las consecuencias de nuestros actos aunque de miedo. Voy a plantearles un escenario, imaginen una situación en la constantemente tienen problemas con una persona muy significativa para ustedes, y “siempre les pide perdón” pero esa acción se sigue repitiendo, esto nos indica que no quiere cambiar o que no tiene la capacidad para cambiar y ahí es cuando a uno le corresponde poner un límite y las cosas en la balanza. Hay que recordar que si uno no se ama y se cuida a uno mismo difícilmente los demás lo harán. Sin embargo, no por lo que se esté viviendo dejar de disfrutar la vida, hay que reflexionar, introspectar y poner las cosas en una balanza para tomar decisiones y actuar en consecuencia. En ocasiones uno piensa que puede vivir o sobrellevar cierto tipo de situaciones y la realidad es que no, que la carga o el precio a pagar es más alto que la paz, tranquilidad y felicidad que dé a su vida. Y ahí es donde uno necesita tomar conciencia y responsabilizarse de lo que se quiere o no. Y aquí entra el perdón y la gratitud, de los cuales profundizaremos más adelante.

Nos vemos la próxima semana, aprendiendo más de nosotros mismos para transformar nuestra realidad e influir en los demás de forma positiva.


Jessica Cano Gasperin | Psicoterapeuta

3era. Parte.

Ya vimos las habilidades de la inteligencia emocional de acuerdo con Daniel Goleman, en el segmento pasado ahora que las conoces y comprendes, qué puedes hacer para ir incrementando y mejorando estás habilidades las cuales son autoconocimiento, autocontrol o autorregulación, autoestima, desarrollo de habilidades, empatía, conducta no verbal, conducta verbal e interpretación.

  1. Identifica tus emociones. En ocasiones con el correr diario, las ocupaciones con el trabajo, familia y demás actividades muchas veces no nos detenemos a pensar en cómo nos sentimos. El riesgo que corremos es que nos dañamos a nosotros mismos y a los demás al no afrontar nuestras emociones. Podemos hacer este ejercicio durante el día. Pon una alarma tres veces al día y respira profundamente dedicando unos minutos para reflexionar cómo te sientes y por qué. Después de varios días de hacerlo lo harás de manera habitual estando en mayor contacto contigo y los demás.

  2. Maneja tus emociones. Es importante recordar que no podemos controlar las acciones de otras personas pero sí cómo nos sentimos y comportamos ante estás. Podemos hacer ciertas acciones para cambiar nuestro estado emocional como dar un paseo, platicar con un amigo, escuchar música, respirar profundamente varias veces, darnos unos minutos para reflexionar sobre lo sucedió. Evitar tomar como personal el comportamiento de otras personas permite que seamos más objetivos en la forma de percibirlo.

  3. Expresa cómo te sientes. Los pequeños detalles son esenciales para mostrar cercanía. Desde muestras de cariño verbal y no verbal, un abrazo, un beso, un gesto, hacer algo por la otra persona, estar dispuestos a escuchar.

  4. Asume responsabilidad por tus actos. Si aceptas que eres responsable de cómo te sientes y de cómo te comportas hacia los demás, se reflejara de manera positiva en todas las áreas de tú vida y es difícil hacerlo porque implica reconocer, aceptar y responsabilizarnos de los errores cometidos y repararlos Recordar que Tú eres el único responsable de cómo reaccionas.

Es importante ser conscientes que el uso y manejo adecuado de estás habilidades nos va a proveer de herramientas que nos den más capacidad de relacionarnos de manera adecuada, ser más congruentes con lo que pensamos, sentimos y hacemos, ser más asertivos en nuestra comunicación y conducta. Sin embargo es importante recordar el principio 90/10 de Stephen Covey, ya que el 90% de las cosas que nos suceden dependen de nuestra actitud y el otro 10% de lo que pasa y no podemos controlar. Recapitulo esto porque en la vida tenemos que aprender a tomar decisiones y afrontar las consecuencias de nuestros actos aunque de miedo. Voy a plantearles un escenario, imaginen una situación en la constantemente tienen problemas con una persona muy significativa para ustedes, y “siempre les pide perdón” pero esa acción se sigue repitiendo, esto nos indica que no quiere cambiar o que no tiene la capacidad para cambiar y ahí es cuando a uno le corresponde poner un límite y las cosas en la balanza. Hay que recordar que si uno no se ama y se cuida a uno mismo difícilmente los demás lo harán. Sin embargo, no por lo que se esté viviendo dejar de disfrutar la vida, hay que reflexionar, introspectar y poner las cosas en una balanza para tomar decisiones y actuar en consecuencia. En ocasiones uno piensa que puede vivir o sobrellevar cierto tipo de situaciones y la realidad es que no, que la carga o el precio a pagar es más alto que la paz, tranquilidad y felicidad que dé a su vida. Y ahí es donde uno necesita tomar conciencia y responsabilizarse de lo que se quiere o no. Y aquí entra el perdón y la gratitud, de los cuales profundizaremos más adelante.

Nos vemos la próxima semana, aprendiendo más de nosotros mismos para transformar nuestra realidad e influir en los demás de forma positiva.


Jessica Cano Gasperin | Psicoterapeuta