/ martes 7 de noviembre de 2023

Cuidando nuestra salud... | Mejoremos la infancia de nuestros hijos

Es de suma importancia responder con paciencia, amor y respeto a los retos que implica criar y educar a nuestros hijos, en un mundo en el que todo es tan rápido, tan saturado y complejo creo que es importante aprender a hacerlo simple, disfrutar lo que hay, lo que se tiene, buscando crecer, mejorar, aprender pero siendo felices en el proceso. Cada vez escuchamos o leemos más de sanar nuestras heridas y es muy importante para no repetir ciertos patrones, tener una vida más plena, pero si ya estamos en la misión de ser padres porque no tratar de darles a nuestros hijos una infancia en la que no necesiten sanar heridas hechas por nosotros e irles brindando los recursos que necesitan. La crianza no implica perfección pero sí responsabilidad, compromiso y voluntad de hacer las cosas de una mejor manera porque es un camino de aprendizaje y crecimiento mutuo.

Si queremos una familia que se base en ciertos valores que consideramos fundamentales creo que es base generar un espacio en el que nadie se mete en problemas por decir la verdad, esto va a fomentar la honestidad, confianza, comunicación, amor. Estar para ellos si se equivocan y sobre todo si están teniendo el valor de decirnos si hicieron algo mal o malo, si en su lugar los castigamos, gritamos, juzgamos hacemos una brecha en la relación la cual va a generar miedo y no respeto, mentiras y muchas cosas que no queremos en nuestras vidas porque solo generan vacíos, dolor, problemas entre otras cosas. Por el contrario reconocer el valor, alegrarnos porque nos lo hayan dicho y estar con ellos por si nos necesitan, desde hablar, escuchar, acompañar en el proceso de solución. Con esto no quiero decir “no pasa nada” hay consecuencias pero que las consecuencias sean un aprendizaje, crecimiento, límites, confianza, amor, respeto.

Es importante no invalidar sus dudas, ¡No hay preguntas tontas! Que sean capaces de aclarar sus dudas y que mejor que en su hogar haya la confianza y el espacio, si no les damos la seguridad base, cómo queremos que la tengan afuera… cómo queremos que pregunten en clase o se den su lugar si nosotros no se los damos. Es importante agradecer y reconocer su esfuerzo, -Es una buena pregunta, interesante –gracias por preguntarme-.

Otro punto de suma importancia es que nadie puede tocar tu cuerpo si tú no lo permites, Enseñemos a nuestros hijos a cuidarse a decir NO y que no significa no y que son dueños de su propio cuerpo. En ocasiones nos interesa mucho el que saluden de beso y/o de abrazo, pero si ellos no quieren hay que respetar su decisión y observar su comportamiento y posteriormente platicar con ellos para saber si hay algo que debamos saber… En muchas ocasiones no hay de qué preocuparnos pero en otras son focos de alerta para nosotros.

Si alguien dice “ya no” “para”, hay que parar y detenernos respetar límites, tal vez se están jugando cosquillas, luchitas, en el brinca brinca, alberca, cualquier cosa, no es no y hay que valorar, respetar, y dar su espacio y la seguridad que necesitan.

Nuestras limitaciones, miedos y creencias en muchas ocasiones se las transmitimos a nuestros hijos consciente o inconscientemente pero dañan y con eso vamos truncando sueños y su capacidad de ser libres. No camines descalzo, te vas a enfermar, los perros muerden, las matemáticas son difíciles, eres un tonto, si corres te vas a caer… entre tantas cosas,

Les envío un fuerte abrazo y nos vemos la próxima semana, para aprender más de nosotros mismos, de nuestros hijos, transformar nuestra realidad e influir en los demás de forma positiva, permitiendo que nuestra luz brille y la de los demás también.

Jessica Cano Gasperín | Psicoterapeuta

Es de suma importancia responder con paciencia, amor y respeto a los retos que implica criar y educar a nuestros hijos, en un mundo en el que todo es tan rápido, tan saturado y complejo creo que es importante aprender a hacerlo simple, disfrutar lo que hay, lo que se tiene, buscando crecer, mejorar, aprender pero siendo felices en el proceso. Cada vez escuchamos o leemos más de sanar nuestras heridas y es muy importante para no repetir ciertos patrones, tener una vida más plena, pero si ya estamos en la misión de ser padres porque no tratar de darles a nuestros hijos una infancia en la que no necesiten sanar heridas hechas por nosotros e irles brindando los recursos que necesitan. La crianza no implica perfección pero sí responsabilidad, compromiso y voluntad de hacer las cosas de una mejor manera porque es un camino de aprendizaje y crecimiento mutuo.

Si queremos una familia que se base en ciertos valores que consideramos fundamentales creo que es base generar un espacio en el que nadie se mete en problemas por decir la verdad, esto va a fomentar la honestidad, confianza, comunicación, amor. Estar para ellos si se equivocan y sobre todo si están teniendo el valor de decirnos si hicieron algo mal o malo, si en su lugar los castigamos, gritamos, juzgamos hacemos una brecha en la relación la cual va a generar miedo y no respeto, mentiras y muchas cosas que no queremos en nuestras vidas porque solo generan vacíos, dolor, problemas entre otras cosas. Por el contrario reconocer el valor, alegrarnos porque nos lo hayan dicho y estar con ellos por si nos necesitan, desde hablar, escuchar, acompañar en el proceso de solución. Con esto no quiero decir “no pasa nada” hay consecuencias pero que las consecuencias sean un aprendizaje, crecimiento, límites, confianza, amor, respeto.

Es importante no invalidar sus dudas, ¡No hay preguntas tontas! Que sean capaces de aclarar sus dudas y que mejor que en su hogar haya la confianza y el espacio, si no les damos la seguridad base, cómo queremos que la tengan afuera… cómo queremos que pregunten en clase o se den su lugar si nosotros no se los damos. Es importante agradecer y reconocer su esfuerzo, -Es una buena pregunta, interesante –gracias por preguntarme-.

Otro punto de suma importancia es que nadie puede tocar tu cuerpo si tú no lo permites, Enseñemos a nuestros hijos a cuidarse a decir NO y que no significa no y que son dueños de su propio cuerpo. En ocasiones nos interesa mucho el que saluden de beso y/o de abrazo, pero si ellos no quieren hay que respetar su decisión y observar su comportamiento y posteriormente platicar con ellos para saber si hay algo que debamos saber… En muchas ocasiones no hay de qué preocuparnos pero en otras son focos de alerta para nosotros.

Si alguien dice “ya no” “para”, hay que parar y detenernos respetar límites, tal vez se están jugando cosquillas, luchitas, en el brinca brinca, alberca, cualquier cosa, no es no y hay que valorar, respetar, y dar su espacio y la seguridad que necesitan.

Nuestras limitaciones, miedos y creencias en muchas ocasiones se las transmitimos a nuestros hijos consciente o inconscientemente pero dañan y con eso vamos truncando sueños y su capacidad de ser libres. No camines descalzo, te vas a enfermar, los perros muerden, las matemáticas son difíciles, eres un tonto, si corres te vas a caer… entre tantas cosas,

Les envío un fuerte abrazo y nos vemos la próxima semana, para aprender más de nosotros mismos, de nuestros hijos, transformar nuestra realidad e influir en los demás de forma positiva, permitiendo que nuestra luz brille y la de los demás también.

Jessica Cano Gasperín | Psicoterapeuta