/ martes 14 de noviembre de 2023

Cuidando nuestra salud... | Acciones que como padres llegamos a tener y dañan la autoestima de nuestros hijos

Como padres podemos ir identificando ciertas acciones que en ocasiones consciente o inconscientemente tenemos en la educación y formación de nuestros hijos que van desarrollando baja autoestima y complejo de inferioridad. El identificarlas y trabajarlas permite que podamos ser faros de luz y crecimiento en su vida transmitiendo amor y guiando a nuestros hijos para que superen dudas, tropiezos y brillen en su vida con una confianza firme y estable.

Recordar que nuestros hijos son como esponjas y somos su primera fuente de apoyo, seguridad y amor. Es de suma importancia transmitir a ellos amor y confianza y esta debe empezar por uno mismo como persona, cuando los padres muestran dudas sobre sí mismos, los niños pueden percibir la autocrítica como algo normal, ya que tienden a reflejar las acciones y la mentalidad de sus cuidadores principales.

Cuando los elogios, piropos, cumplidos que les hacemos a nuestros hijos carecen de la autenticidad necesaria para desarrollar su verdadero sentido de la autoestima. Claro que hay que motivarlos e incentivarlos a que pueden hacer las cosas y desarrollar las habilidades para muchas cosas, que crean en ellos pero ubicándonos y ubicándolos en la realidad con amor.

Tener cuidado con el uso de términos despectivos como “tonto”, “inútil”, “siempre es la misma contigo” “flojo” “egoísta”… La lista puede ser muy larga para describir a un niño(a) o una persona que lo pueden llevar a interiorizar y adoptar percepciones negativas de sí mismo. Las etiquetas negativas pueden limitar el desarrollo de confianza, habilidades y que sean muy duros consigo mismo percibiéndose menos que los demás y etiquetas positivas (exageradas) también distorsionan su autoestima creyéndose mejores que los demás y que no den lo mejor de ellos por eso es importante ser realistas sin ser crueles. Es trascendental meternos con la conducta y la actitud de nuestros hijos, no con su persona el agredir su persona daña, destruye la autoestima del ser humano.

Cuando los padres hacen comparaciones los niños empiezan a compararse, medirse y valorarse con respecto a los demás, esto los lleva a sentirse inadecuados, incompletos y hasta menos que los demás.

Las faltas de respeto que como padres podemos llegar a tener entre nosotros, con los demás y nuestros hijos, desarrollan inseguridad, falta de confianza y respeto. Cuando no se les apoya o no se confía en ellos, los exponemos al acoso (bullying) o a las burlas de sus compañeros lo cual puede exacerbar los sentimientos de duda, intimidación e inferioridad de los niños.

En ocasiones como padres se puede caer en el error teniendo buenas intenciones de ser muy exigentes o con estándares muy altos para el alcance del menor, lo que lo lleva a sentir constantemente que no son suficientemente buenos, o que no dan el ancho.

En conclusión como padres podemos dañar a nuestros hijos de muchas formas y algunas de ellas tienen que ver con nuestra propia autoestima baja, con etiquetas negativas por parte nuestra, comparaciones desfavorables, intimidación o burlas y estándares poco realistas. El hacer consciente lo inconsciente permite trabajar heridas y ayudar a nuestros hijos a que sean más sanos que nosotros, tengan más recursos y una vida con más herramientas desde temprana edad. Les envío un fuerte abrazo y nos vemos la próxima semana, para aprender más de nosotros mismos, de nuestros hijos, transformar nuestra realidad e influir en los demás de forma positiva, permitiendo que nuestra luz brille y la de los demás también, porque cada uno de nosotros es único y especial.

Jessica Cano Gasperin | Psicoterapeuta

Como padres podemos ir identificando ciertas acciones que en ocasiones consciente o inconscientemente tenemos en la educación y formación de nuestros hijos que van desarrollando baja autoestima y complejo de inferioridad. El identificarlas y trabajarlas permite que podamos ser faros de luz y crecimiento en su vida transmitiendo amor y guiando a nuestros hijos para que superen dudas, tropiezos y brillen en su vida con una confianza firme y estable.

Recordar que nuestros hijos son como esponjas y somos su primera fuente de apoyo, seguridad y amor. Es de suma importancia transmitir a ellos amor y confianza y esta debe empezar por uno mismo como persona, cuando los padres muestran dudas sobre sí mismos, los niños pueden percibir la autocrítica como algo normal, ya que tienden a reflejar las acciones y la mentalidad de sus cuidadores principales.

Cuando los elogios, piropos, cumplidos que les hacemos a nuestros hijos carecen de la autenticidad necesaria para desarrollar su verdadero sentido de la autoestima. Claro que hay que motivarlos e incentivarlos a que pueden hacer las cosas y desarrollar las habilidades para muchas cosas, que crean en ellos pero ubicándonos y ubicándolos en la realidad con amor.

Tener cuidado con el uso de términos despectivos como “tonto”, “inútil”, “siempre es la misma contigo” “flojo” “egoísta”… La lista puede ser muy larga para describir a un niño(a) o una persona que lo pueden llevar a interiorizar y adoptar percepciones negativas de sí mismo. Las etiquetas negativas pueden limitar el desarrollo de confianza, habilidades y que sean muy duros consigo mismo percibiéndose menos que los demás y etiquetas positivas (exageradas) también distorsionan su autoestima creyéndose mejores que los demás y que no den lo mejor de ellos por eso es importante ser realistas sin ser crueles. Es trascendental meternos con la conducta y la actitud de nuestros hijos, no con su persona el agredir su persona daña, destruye la autoestima del ser humano.

Cuando los padres hacen comparaciones los niños empiezan a compararse, medirse y valorarse con respecto a los demás, esto los lleva a sentirse inadecuados, incompletos y hasta menos que los demás.

Las faltas de respeto que como padres podemos llegar a tener entre nosotros, con los demás y nuestros hijos, desarrollan inseguridad, falta de confianza y respeto. Cuando no se les apoya o no se confía en ellos, los exponemos al acoso (bullying) o a las burlas de sus compañeros lo cual puede exacerbar los sentimientos de duda, intimidación e inferioridad de los niños.

En ocasiones como padres se puede caer en el error teniendo buenas intenciones de ser muy exigentes o con estándares muy altos para el alcance del menor, lo que lo lleva a sentir constantemente que no son suficientemente buenos, o que no dan el ancho.

En conclusión como padres podemos dañar a nuestros hijos de muchas formas y algunas de ellas tienen que ver con nuestra propia autoestima baja, con etiquetas negativas por parte nuestra, comparaciones desfavorables, intimidación o burlas y estándares poco realistas. El hacer consciente lo inconsciente permite trabajar heridas y ayudar a nuestros hijos a que sean más sanos que nosotros, tengan más recursos y una vida con más herramientas desde temprana edad. Les envío un fuerte abrazo y nos vemos la próxima semana, para aprender más de nosotros mismos, de nuestros hijos, transformar nuestra realidad e influir en los demás de forma positiva, permitiendo que nuestra luz brille y la de los demás también, porque cada uno de nosotros es único y especial.

Jessica Cano Gasperin | Psicoterapeuta