/ jueves 10 de octubre de 2019

Roles y encomiendas

En la familia, el trabajo y la sociedad en general debe haber una distribución de tareas para el cumplimiento de los objetivos que nos trazamos. Algunos roles se dan de manera natural o por asunción y otros por asignación o encomienda social.

Cada persona debe tener claridad de su papel para evitar duplicidad de funciones o bien para no invadir el trabajo de los demás. Es claro para cualquiera que haya vivido en familia que cuando cada uno realiza lo que le corresponde las cosas caminan con gran sutiliza e inteligencia.

Aquellos que conocen el área laboral saben que atender su tarea de forma decidida, cumplida y silenciosa asegura las buenas relaciones.

Quienes cumplen en la vida pública con la encomienda asignada por el pueblo, logran grandes bienes para su comunidad.

En Parral se da el caso de un dirigente que ha querido figurar en otros niveles descuidando de manera clara su encomienda social y política. Hablo de Alfredo Lozoya, aun presidente del municipio, pero que desde el inicio de la presente administración ha tomado más tiempo entre visitas a la ciudad de México y la capital en el afán de generar proyección de su nombre y su persona que de ocuparse de los asuntos municipales.

Estamos, en la penosa situación de visualizar las obras de peor calidad que se han presentado en los últimos 30 años. Hay poca obra y la que existe es de pésima calidad. Ejemplos claros de lo dicho es la remodelación de la calle centenario, que son solo cien metros de calle, pero que tardo casi un año en remodelarse para no aportar nada, solo estética.

Actualmente se ha inaugurado la primer etapa de lo que denominan la vialidad estación que se supone es un nuevo acceso a automóviles para diferentes zonas de la ciudad y digo se supone porque está tan mal pensada dicha vialidad que pareciera más una ciclo vía que un acceso para auto motores.

Otro ejemplo claro es la entrega clara del fraccionamiento la fortuna, que es un abuso a la necesidad de vivienda de los parralenses.

Obras de pésima calidad, pero el presidente intenta suplantar el trabajo de los diputados locales y a veces los federales tratando de tomar casos de Estado y federación cuando ha demostrado ser incapaz de resolver los problemas municipales, o dígame amigo lector si usted conoce alguna respuesta al problema del agua en la localidad, compromiso explícito del actual presidente. Seamos claro y digamos si el problema económico, los problemas de adicciones y la inseguridad se encuentran controlados aquí en Parral. Seguro coincidirán conmigo y la realidad es que no hay estrategias claras ni funcionales. Lo que tenemos es un funcionario de baja productividad que quiere el siguiente escalón.

Parral vive una etapa de publicidad y cero resultados.


En la familia, el trabajo y la sociedad en general debe haber una distribución de tareas para el cumplimiento de los objetivos que nos trazamos. Algunos roles se dan de manera natural o por asunción y otros por asignación o encomienda social.

Cada persona debe tener claridad de su papel para evitar duplicidad de funciones o bien para no invadir el trabajo de los demás. Es claro para cualquiera que haya vivido en familia que cuando cada uno realiza lo que le corresponde las cosas caminan con gran sutiliza e inteligencia.

Aquellos que conocen el área laboral saben que atender su tarea de forma decidida, cumplida y silenciosa asegura las buenas relaciones.

Quienes cumplen en la vida pública con la encomienda asignada por el pueblo, logran grandes bienes para su comunidad.

En Parral se da el caso de un dirigente que ha querido figurar en otros niveles descuidando de manera clara su encomienda social y política. Hablo de Alfredo Lozoya, aun presidente del municipio, pero que desde el inicio de la presente administración ha tomado más tiempo entre visitas a la ciudad de México y la capital en el afán de generar proyección de su nombre y su persona que de ocuparse de los asuntos municipales.

Estamos, en la penosa situación de visualizar las obras de peor calidad que se han presentado en los últimos 30 años. Hay poca obra y la que existe es de pésima calidad. Ejemplos claros de lo dicho es la remodelación de la calle centenario, que son solo cien metros de calle, pero que tardo casi un año en remodelarse para no aportar nada, solo estética.

Actualmente se ha inaugurado la primer etapa de lo que denominan la vialidad estación que se supone es un nuevo acceso a automóviles para diferentes zonas de la ciudad y digo se supone porque está tan mal pensada dicha vialidad que pareciera más una ciclo vía que un acceso para auto motores.

Otro ejemplo claro es la entrega clara del fraccionamiento la fortuna, que es un abuso a la necesidad de vivienda de los parralenses.

Obras de pésima calidad, pero el presidente intenta suplantar el trabajo de los diputados locales y a veces los federales tratando de tomar casos de Estado y federación cuando ha demostrado ser incapaz de resolver los problemas municipales, o dígame amigo lector si usted conoce alguna respuesta al problema del agua en la localidad, compromiso explícito del actual presidente. Seamos claro y digamos si el problema económico, los problemas de adicciones y la inseguridad se encuentran controlados aquí en Parral. Seguro coincidirán conmigo y la realidad es que no hay estrategias claras ni funcionales. Lo que tenemos es un funcionario de baja productividad que quiere el siguiente escalón.

Parral vive una etapa de publicidad y cero resultados.