/ viernes 25 de septiembre de 2020

El relevo del dictador

El poder encierra siempre sus secretos muy particulares, pero también opera con sus leyes internas. Los eventos que hoy observamos, no son otra cosa más que una réplica de lo que ya vio el devenir del tiempo, sólo con otros actores y otra circunstancia. El relevo de los dictadores es un tema complicado, pues cuando una persona monopoliza el poder (recomendación de Maquiavelo) pues resulta muy complicado, casi imposible soltarlo. No se trata solo de los beneficios externos o internos que provoca el poder, es un asunto de conservación.

Soltar el poder, aunque sea por un instante es como dejar caer un trozo de carne en el estanque de las pirañas y esperar que los voraces peces respeten el bocado. Cuando el poder es detentado por un demócrata, pareciera que el relevo es sencillo y no hay mayor aspaviento. Gran diferencia cuando el poder es sostenido por un dictador o un autócrata.

Cuando una sola persona detenta el poder, regularmente no tiene a su lado alguien que pudiera sostener el pesado compromiso del relevo, solamente parapetos que ocultarían que es la misma persona quien lo continúa sosteniendo, fenómeno que hemos presenciado en una multitud de ocasiones.

Aquí en Parral el gobierno independiente se encuentra entre el escudo y su mujer. Ante la inminente salida del presidente independiente, único autor de ese proyecto, no es sencillo determinar quién cubrirá el espacio que deje el actual ante su salida. Han aplicado ya varias veces la técnica del muñeco bobo, pues han sostenido figuras que les han servido para deslizar los golpes, hoy ante su más nueva figura sostienen un “candidato” que no se si lo sostengan hasta el final o solo les sirva de distractor mientras el sol ilumina nuestros días.

Lozoya está entonces en la encrucijada de confiar la tiendita y su cajón a un tercero que le jure ser incondicional, pero a sabiendas que la dinámica del poder tarde o temprano lo llevara a decidir por sí mismo o acometer el descaro de dejar como encargada a la dueña de sus quincenas.

Lo que a los ciudadanos compete, creo que no deberíamos prestarnos ni a una ni a la otra y que la sucesión de poder asegura siempre un bien mayor. Ya el proyecto independiente tuvo su oportunidad e hizo lo que debió y pudo, pero el ciudadano debe buscar el cambio de poderes para liberar presiones innecesarias y no permitir que un proyecto se vuelva tan robusto y pesado que luego sea imposible de mover de su lugar.

El 2021 tenemos una elección más, ni más ni menos importante que las demás, todas son importantes porque siempre en ellas se define el futuro de miles de vidas y la mejora o no de la nación. Los parralenses en nuestro caso tenemos la oportunidad de fortalecer nuestro gobierno dando el giro y liberando algo de vapor de esta hoya que está ya empeñada con el actual presidente, amo y señor de todo en parral, necesitamos que el próximo venga a combatir un poco esta única fortaleza. El año que viene es la oportunidad de seguir en la construcción de una democracia más sólida para Parral.

El poder encierra siempre sus secretos muy particulares, pero también opera con sus leyes internas. Los eventos que hoy observamos, no son otra cosa más que una réplica de lo que ya vio el devenir del tiempo, sólo con otros actores y otra circunstancia. El relevo de los dictadores es un tema complicado, pues cuando una persona monopoliza el poder (recomendación de Maquiavelo) pues resulta muy complicado, casi imposible soltarlo. No se trata solo de los beneficios externos o internos que provoca el poder, es un asunto de conservación.

Soltar el poder, aunque sea por un instante es como dejar caer un trozo de carne en el estanque de las pirañas y esperar que los voraces peces respeten el bocado. Cuando el poder es detentado por un demócrata, pareciera que el relevo es sencillo y no hay mayor aspaviento. Gran diferencia cuando el poder es sostenido por un dictador o un autócrata.

Cuando una sola persona detenta el poder, regularmente no tiene a su lado alguien que pudiera sostener el pesado compromiso del relevo, solamente parapetos que ocultarían que es la misma persona quien lo continúa sosteniendo, fenómeno que hemos presenciado en una multitud de ocasiones.

Aquí en Parral el gobierno independiente se encuentra entre el escudo y su mujer. Ante la inminente salida del presidente independiente, único autor de ese proyecto, no es sencillo determinar quién cubrirá el espacio que deje el actual ante su salida. Han aplicado ya varias veces la técnica del muñeco bobo, pues han sostenido figuras que les han servido para deslizar los golpes, hoy ante su más nueva figura sostienen un “candidato” que no se si lo sostengan hasta el final o solo les sirva de distractor mientras el sol ilumina nuestros días.

Lozoya está entonces en la encrucijada de confiar la tiendita y su cajón a un tercero que le jure ser incondicional, pero a sabiendas que la dinámica del poder tarde o temprano lo llevara a decidir por sí mismo o acometer el descaro de dejar como encargada a la dueña de sus quincenas.

Lo que a los ciudadanos compete, creo que no deberíamos prestarnos ni a una ni a la otra y que la sucesión de poder asegura siempre un bien mayor. Ya el proyecto independiente tuvo su oportunidad e hizo lo que debió y pudo, pero el ciudadano debe buscar el cambio de poderes para liberar presiones innecesarias y no permitir que un proyecto se vuelva tan robusto y pesado que luego sea imposible de mover de su lugar.

El 2021 tenemos una elección más, ni más ni menos importante que las demás, todas son importantes porque siempre en ellas se define el futuro de miles de vidas y la mejora o no de la nación. Los parralenses en nuestro caso tenemos la oportunidad de fortalecer nuestro gobierno dando el giro y liberando algo de vapor de esta hoya que está ya empeñada con el actual presidente, amo y señor de todo en parral, necesitamos que el próximo venga a combatir un poco esta única fortaleza. El año que viene es la oportunidad de seguir en la construcción de una democracia más sólida para Parral.