/ jueves 23 de mayo de 2024

Punto gélido / Desde la óptica del estudiante

La vida es una constante evolución, la tecnología y la ciencia no se diga, inmersos en ese mar de conocimientos los estudiantes y la forma de estudiar también evolucionan. Hasta hace unos cuantos años antes de que la explosión tecnológica y digital nos alcanzara, el estudiante tenía algunos estándares que cumplir o dominar, se enfrentaba a una presión cultural que le imponía esa necesidad de prepararse más, para cumplir un rol que ayudara a mejorar el entorno social, aún y cuando las condiciones principalmente económicas le demandaban el deber de tener que estudiar y desempeñar una actividad laboral al mismo tiempo, también se enfrentaban al dilema de escoger una carrera o un plan de estudios que respondiera por un lado a su pasión o vocación, con lo que esto implicaba en términos de la propia infraestructura educativa, y por otro lado la opción de elegir una carrera que ofreciera la posibilidad de obtener resultados rentables a corto plazo, aun y cuando la vocación fuera sacrificada.

Podemos decir que estos aspectos han sido luchas que en la actualidad siguen enfrentando los estudiantes, pero además se han agregado algunas más producto de esa evolución permanente que se presenta en la mayoría de los ámbitos, así podemos agregar que hoy el estudiante enfrenta una lucha que tiene que ver con la inmediatez, donde se busca que los procesos educativos sean cada vez más cortos y tal vez, de ser posible, más simples. Por otro lado gracias a la disposición con facilidad de la información, hoy se tiene un perfil de estudiantes ampliamente informados, de alguna manera los libros y las propias bibliotecas han pasado a ocupar un segundo escalón, el uso del internet y la digitalización tienen mucho que ver en este aspecto, además derivado de ello la relación, la convivencia y el propio proceso de aprendizaje, estudiante maestro, ha tomado una nueva dinámica, donde las relaciones humanas de alguna forma se vuelven más frías.

Otro aspecto que hoy preocupa a los estudiantes está relacionado con el futuro inmediato, y las oportunidades las cuales pareciera que cada vez es más difícil de encontrar, es probable que el tener cursada una carrera, no es garantía para encontrar una oportunidad de trabajo que vaya de acuerdo con las expectativas generadas. Dentro de esta marea en la que nos encontramos digitalmente hablando, el estudiante enfrenta una realidad en donde tiene la necesidad de ser aceptado en ese mundo digital, en esa cultura digital, donde una vez más las relaciones humanas toman un sentido diferente, principalmente se pierde ese contacto físico, convirtiéndose en contactos virtuales, con lo que eso puede implicar a corto y a largo plazo como persona. Derivado de lo anterior el estudiante también enfrenta la necesidad de tener una salud integral, a diario el mundo le presenta muy diversas tentaciones o distractores como las adicciones, la violencia, la sexualidad, las modas, entre otros aspectos, que lo lleva en ocasiones a convertirse en simplemente un número más.

Ante este panorama el estudiante hoy probablemente enfrenta el mundo con una mayor soledad, con más vacíos, sí, quizás con muchas más herramientas para apoderarse del conocimiento, para desarrollar procesos digitales, también para poder comunicarse por muy diversos medios, para adaptarse a múltiples formas de aprender, incluso para llevar la teoría a la práctica, pero en el fondo es probable que tenga una mayor necesidad de ser escuchado, comprendido, apapachado de alguna forma. Enfrentar los retos en medio de una soledad puede generar esa sensación de insatisfacción, que no contribuye para vivir en una comunidad de manera más sostenible.

Hoy las oportunidades para estudiar están más al alcance de todos, sin embargo, hoy pareciera que el reto principal no es lograr un título académico, sino encontrar las oportunidades para poner en práctica esos conocimientos, esa vocación. De cualquier forma, hoy Día del Estudiante, felicidades para todos ustedes.

Leoncio Durán Garibay / Ingeniero Agrónomo

La vida es una constante evolución, la tecnología y la ciencia no se diga, inmersos en ese mar de conocimientos los estudiantes y la forma de estudiar también evolucionan. Hasta hace unos cuantos años antes de que la explosión tecnológica y digital nos alcanzara, el estudiante tenía algunos estándares que cumplir o dominar, se enfrentaba a una presión cultural que le imponía esa necesidad de prepararse más, para cumplir un rol que ayudara a mejorar el entorno social, aún y cuando las condiciones principalmente económicas le demandaban el deber de tener que estudiar y desempeñar una actividad laboral al mismo tiempo, también se enfrentaban al dilema de escoger una carrera o un plan de estudios que respondiera por un lado a su pasión o vocación, con lo que esto implicaba en términos de la propia infraestructura educativa, y por otro lado la opción de elegir una carrera que ofreciera la posibilidad de obtener resultados rentables a corto plazo, aun y cuando la vocación fuera sacrificada.

Podemos decir que estos aspectos han sido luchas que en la actualidad siguen enfrentando los estudiantes, pero además se han agregado algunas más producto de esa evolución permanente que se presenta en la mayoría de los ámbitos, así podemos agregar que hoy el estudiante enfrenta una lucha que tiene que ver con la inmediatez, donde se busca que los procesos educativos sean cada vez más cortos y tal vez, de ser posible, más simples. Por otro lado gracias a la disposición con facilidad de la información, hoy se tiene un perfil de estudiantes ampliamente informados, de alguna manera los libros y las propias bibliotecas han pasado a ocupar un segundo escalón, el uso del internet y la digitalización tienen mucho que ver en este aspecto, además derivado de ello la relación, la convivencia y el propio proceso de aprendizaje, estudiante maestro, ha tomado una nueva dinámica, donde las relaciones humanas de alguna forma se vuelven más frías.

Otro aspecto que hoy preocupa a los estudiantes está relacionado con el futuro inmediato, y las oportunidades las cuales pareciera que cada vez es más difícil de encontrar, es probable que el tener cursada una carrera, no es garantía para encontrar una oportunidad de trabajo que vaya de acuerdo con las expectativas generadas. Dentro de esta marea en la que nos encontramos digitalmente hablando, el estudiante enfrenta una realidad en donde tiene la necesidad de ser aceptado en ese mundo digital, en esa cultura digital, donde una vez más las relaciones humanas toman un sentido diferente, principalmente se pierde ese contacto físico, convirtiéndose en contactos virtuales, con lo que eso puede implicar a corto y a largo plazo como persona. Derivado de lo anterior el estudiante también enfrenta la necesidad de tener una salud integral, a diario el mundo le presenta muy diversas tentaciones o distractores como las adicciones, la violencia, la sexualidad, las modas, entre otros aspectos, que lo lleva en ocasiones a convertirse en simplemente un número más.

Ante este panorama el estudiante hoy probablemente enfrenta el mundo con una mayor soledad, con más vacíos, sí, quizás con muchas más herramientas para apoderarse del conocimiento, para desarrollar procesos digitales, también para poder comunicarse por muy diversos medios, para adaptarse a múltiples formas de aprender, incluso para llevar la teoría a la práctica, pero en el fondo es probable que tenga una mayor necesidad de ser escuchado, comprendido, apapachado de alguna forma. Enfrentar los retos en medio de una soledad puede generar esa sensación de insatisfacción, que no contribuye para vivir en una comunidad de manera más sostenible.

Hoy las oportunidades para estudiar están más al alcance de todos, sin embargo, hoy pareciera que el reto principal no es lograr un título académico, sino encontrar las oportunidades para poner en práctica esos conocimientos, esa vocación. De cualquier forma, hoy Día del Estudiante, felicidades para todos ustedes.

Leoncio Durán Garibay / Ingeniero Agrónomo