/ lunes 18 de octubre de 2021

Para acompañar de un café | ¡Dios Mío!, ¡Sin Internet!


Esto es horrible, mi mundo se derrumba sin este nexo de comunicación, es la locura, ya que no estoy al pendiente de mis impresionantes cosas y asuntos, casi al borde del suicidio, considerando que mi mundo está por encima del universo, del de todos, es mi derecho fundamental, y nadie debe meterse, ni opinar.

Es por lo general las expresiones que escucho con frecuencia, y me llama la atención la marcada dependencia casi adicción, y al grado de provocar una crisis nerviosa en las personas, me incluyo, como se llamaba un teléfono, en su traducción cereza negra, que era la bola de fierro que se le ponía a los esclavos en los remos de los barcos, y así de manera inalámbrica estamos sujetos como decir amarrados a el aparto de teléfono, casi para todas nuestra actividades, como reloj, mensajes, videos, fotos, comunicación internet, y la cantidad de accesorios que antes ni soñábamos tener, y actualmente nos trastorna su fallas y no señal, a extremos muy tristes, neuróticos.

Lo cómico del asunto es las poses que adoptamos al usar el teléfono, el aislamiento de las personas en los lugares públicos, cada uno en un mundo ajeno al entorno, solo, aislado, aunque se comunique al resto del mundo, me refiero al promedio, no me meto con la delincuencia, ni los deslices de los seres humanos, es cosa que no me incumbe, pero el problema es la dependencia extrema al grado de la locura el hecho de no haber señal en los aparatos celulares, desquicia todo lo relacionado a la sociedad, como familias, mercado, negocios, fiestas, eventos, casi todo, porque dependemos de un aparatito chiquito(albur), para todo, y no lo abandonamos ni para acudir al servicio sanitario, aunque nos cueste la vista, el saldo, las relaciones familiares o de negocios, la información es ultra importantísima.

Lo bueno es la enajenación mental que acarrea, no nos importa ver ni saber más, y si lo usan para manipular a la sociedad, me es inclusive, no es cierto, el que lo dijo está loco, ni sabe lo que dice, tiene delirio de persecución (me recuerda a unos seudo sicologuetes, grillos tiznados) al cabo es a todos, no nada más a mí, por lo que el mal de muchos, consuelo de tontejos, y así la vida a cambiado radicalmente a ser virtual en un 90 %, vacía, impersonal.

Este problema ni lo queremos pensar o buscar quien lo solucione, operamos como autómatas, sin cerebro, ni saber quién es el responsable, solo que haya señal.

Más en el fondo se informa las pérdidas millonarias, pero callamos astutamente, cobardemente, al cabo no son nuestros negocios como gritamos, más esto es opuesto, todo nos afecta a todos, y el peligro es la descerebración (perdida del cerebro, o actividad cerebral, vulgo, no pensar), que vamos muy aprisa a eso, y manejables a intereses muy oscuros, y hablar acarrea que esas personas en la oscuridad lo tachen a uno de errado y más basura que tienen en su corazón, aunque se llenen los bolsillos de dinero, saludos.

Los efectos son tal cual coronavirus, todavía sin estudio, pero crueles en las personas, de muchas y diversas maneras, pero espéreme tantito, ya llegó la señal, el alma me regresó al cuerpo, disculpe, tengo cosas más importantes que contestar, que mi perro ya comió, la fiesta del sábado, y más cosas únicas.


Víctor Santini Reza | Maestro en Derecho Penal



Esto es horrible, mi mundo se derrumba sin este nexo de comunicación, es la locura, ya que no estoy al pendiente de mis impresionantes cosas y asuntos, casi al borde del suicidio, considerando que mi mundo está por encima del universo, del de todos, es mi derecho fundamental, y nadie debe meterse, ni opinar.

Es por lo general las expresiones que escucho con frecuencia, y me llama la atención la marcada dependencia casi adicción, y al grado de provocar una crisis nerviosa en las personas, me incluyo, como se llamaba un teléfono, en su traducción cereza negra, que era la bola de fierro que se le ponía a los esclavos en los remos de los barcos, y así de manera inalámbrica estamos sujetos como decir amarrados a el aparto de teléfono, casi para todas nuestra actividades, como reloj, mensajes, videos, fotos, comunicación internet, y la cantidad de accesorios que antes ni soñábamos tener, y actualmente nos trastorna su fallas y no señal, a extremos muy tristes, neuróticos.

Lo cómico del asunto es las poses que adoptamos al usar el teléfono, el aislamiento de las personas en los lugares públicos, cada uno en un mundo ajeno al entorno, solo, aislado, aunque se comunique al resto del mundo, me refiero al promedio, no me meto con la delincuencia, ni los deslices de los seres humanos, es cosa que no me incumbe, pero el problema es la dependencia extrema al grado de la locura el hecho de no haber señal en los aparatos celulares, desquicia todo lo relacionado a la sociedad, como familias, mercado, negocios, fiestas, eventos, casi todo, porque dependemos de un aparatito chiquito(albur), para todo, y no lo abandonamos ni para acudir al servicio sanitario, aunque nos cueste la vista, el saldo, las relaciones familiares o de negocios, la información es ultra importantísima.

Lo bueno es la enajenación mental que acarrea, no nos importa ver ni saber más, y si lo usan para manipular a la sociedad, me es inclusive, no es cierto, el que lo dijo está loco, ni sabe lo que dice, tiene delirio de persecución (me recuerda a unos seudo sicologuetes, grillos tiznados) al cabo es a todos, no nada más a mí, por lo que el mal de muchos, consuelo de tontejos, y así la vida a cambiado radicalmente a ser virtual en un 90 %, vacía, impersonal.

Este problema ni lo queremos pensar o buscar quien lo solucione, operamos como autómatas, sin cerebro, ni saber quién es el responsable, solo que haya señal.

Más en el fondo se informa las pérdidas millonarias, pero callamos astutamente, cobardemente, al cabo no son nuestros negocios como gritamos, más esto es opuesto, todo nos afecta a todos, y el peligro es la descerebración (perdida del cerebro, o actividad cerebral, vulgo, no pensar), que vamos muy aprisa a eso, y manejables a intereses muy oscuros, y hablar acarrea que esas personas en la oscuridad lo tachen a uno de errado y más basura que tienen en su corazón, aunque se llenen los bolsillos de dinero, saludos.

Los efectos son tal cual coronavirus, todavía sin estudio, pero crueles en las personas, de muchas y diversas maneras, pero espéreme tantito, ya llegó la señal, el alma me regresó al cuerpo, disculpe, tengo cosas más importantes que contestar, que mi perro ya comió, la fiesta del sábado, y más cosas únicas.


Víctor Santini Reza | Maestro en Derecho Penal