/ lunes 20 de septiembre de 2021

Para acompañar de un café | Dignidad segunda parte

Dignidad personal:

La dignidad personal se basa en el respeto y la estima que una persona tiene de sí misma y es merecedora de ese respeto por otros porque todos merecemos respeto sin importar cómo somos.

La dignidad personal adquirida por el trato que se recibe de la otra llamada también dignidad real.

Cuando reconocemos las diferencias de cada persona y toleramos esas diferencias, la persona puede sentirse digna, con honor, libre y orgullosas de ser como son.

Este tema me parece que debo de partir de alguna definición que la saqué de MR GOOGLE, para que la verifique por favor, por eso de las susceptibilidades que se pudiesen lastimar o los detractores que lo aprovechen como es normal, y hasta los grillos que van a dar informaciones diversas para acomodarse a costa del que sea y por lo que sea, y por sabido que la dignidad de los demás les importa una nada, con eso de que el que no tranza no avanza, pues es el resultado.

Pero se ha dado últimamente un sin número de demandas por recuperar los dineros que son de su propiedad que salieron de manera mágica y por la sencilla razón de que a muchos los conocemos desde la infancia y pues no son de notoria riqueza, salvo que en los últimos años les aparecieron riquezas, y con tal dignidad las pelean, sin decir los verdaderos orígenes de ellos, por lo que la dignidad del pueblo, es poca cosa o nada, ya que cada quien se rasca con sus propias uñas.

Esto raya en algo más feo, pero por evitar problemas callamos y nos arrimamos a ver que sacamos, y así sucesivamente al extremo de perder la dignidad por la ambición, y es triste, pero normal, y con cualquier reproche que me haga, caemos en este escrito, ya que como se indica como seres humanos tenemos ese derecho, cosa que se la pasan por al arco del triunfo, en nuestro perjuicio y su desmedida hambre de poder y riquezas fáciles.

Costumbre de peinar las arcas públicas como estilo de política, barata según la calidad social y humana, teatral por cómo se comportan y delictiva en su contexto.

El derecho de opinar y de ciudadano es en lo que me respaldo, en mi dignidad, aunque sea motivo de burla de algunos burlados, y lo triste es el silencio de los ciudadanos es un cáncer real, tal como el COVID, porque la vida humana ha perdido valor actualmente, nos quieren desechables, y esos y esas irrepetibles, vaya idiotez, pero cruelmente social y políticamente en uso, respeto su dignidad lectora, pero le suplico reflexiones, aunque sea solo en mis errores.

VICTOR SANTINI REZA | MAESTRO EN DERECHO PENAL

Dignidad personal:

La dignidad personal se basa en el respeto y la estima que una persona tiene de sí misma y es merecedora de ese respeto por otros porque todos merecemos respeto sin importar cómo somos.

La dignidad personal adquirida por el trato que se recibe de la otra llamada también dignidad real.

Cuando reconocemos las diferencias de cada persona y toleramos esas diferencias, la persona puede sentirse digna, con honor, libre y orgullosas de ser como son.

Este tema me parece que debo de partir de alguna definición que la saqué de MR GOOGLE, para que la verifique por favor, por eso de las susceptibilidades que se pudiesen lastimar o los detractores que lo aprovechen como es normal, y hasta los grillos que van a dar informaciones diversas para acomodarse a costa del que sea y por lo que sea, y por sabido que la dignidad de los demás les importa una nada, con eso de que el que no tranza no avanza, pues es el resultado.

Pero se ha dado últimamente un sin número de demandas por recuperar los dineros que son de su propiedad que salieron de manera mágica y por la sencilla razón de que a muchos los conocemos desde la infancia y pues no son de notoria riqueza, salvo que en los últimos años les aparecieron riquezas, y con tal dignidad las pelean, sin decir los verdaderos orígenes de ellos, por lo que la dignidad del pueblo, es poca cosa o nada, ya que cada quien se rasca con sus propias uñas.

Esto raya en algo más feo, pero por evitar problemas callamos y nos arrimamos a ver que sacamos, y así sucesivamente al extremo de perder la dignidad por la ambición, y es triste, pero normal, y con cualquier reproche que me haga, caemos en este escrito, ya que como se indica como seres humanos tenemos ese derecho, cosa que se la pasan por al arco del triunfo, en nuestro perjuicio y su desmedida hambre de poder y riquezas fáciles.

Costumbre de peinar las arcas públicas como estilo de política, barata según la calidad social y humana, teatral por cómo se comportan y delictiva en su contexto.

El derecho de opinar y de ciudadano es en lo que me respaldo, en mi dignidad, aunque sea motivo de burla de algunos burlados, y lo triste es el silencio de los ciudadanos es un cáncer real, tal como el COVID, porque la vida humana ha perdido valor actualmente, nos quieren desechables, y esos y esas irrepetibles, vaya idiotez, pero cruelmente social y políticamente en uso, respeto su dignidad lectora, pero le suplico reflexiones, aunque sea solo en mis errores.

VICTOR SANTINI REZA | MAESTRO EN DERECHO PENAL