/ viernes 8 de mayo de 2020

La vida mental y la ignorancia de nosotros mismos

La psicología es una ciencia joven, solo en las últimas cuatro décadas hemos logrado más avance del conocimiento de la vida mental que en los milenios anteriores. La visión bio-psico-social que hoy se postula en los cánones del conocimiento humano, supera por mucho a cualquier visión anterior.

Pero es importante reconocer que la información de la psicología no es asimilada por el grueso de la población y menos se ha convertido en referente para el actuar diario. Ejemplo de ello estará en que durante estos días de cuarentena, la gente indubitablemente comenzará a vivir emociones que no entiende y presentar pensamientos que no controla.

Para contrarrestar esa condición de victimas de nuestra propia mente, utilizaré este espacio para aclarar unas cuantas ideas de forma muy sencilla, para dar una salida a los males que la gente comenzará a vivir y con ello dar salidas u opciones.

Primero hay que entender que la “mente” es un concepto que designa un conjunto de procesos. La mente es pues el producto de la actividad cerebral. La mente no es algo que no controle desde fuera, es el producto del funcionamiento de nuestro sistema nervioso, con todas las dificultades que ello implica en su estudio y comprensión.

Las emociones y los pensamientos, ambos, son producto de la actividad neural a diferentes niveles. Las emociones obedecen a nuestro cerebro más primitivo y básico y los pensamientos o creencias al cerebro más evolucionado. Aunque ambos procesos, se relacionan; las emociones generan pensamientos y viceversa.

La situación de encierro puede evocar sentimientos de ansiedad, tristeza y generar pensamientos de poca valía, duda o incapacidad para confrontar la situación. El resguardo es una situación anómala y generará un estilo de pensamiento del mismo modo.

Por tal será importante que las personas:

•Traten de tener una rutina diaria.

•Cuiden y conserven sus hábitos de sueño y comida

•Tengan actividad intelectual y pasatiempos

•Sean productivos, encuentren un trabajo provisional o atiendan el propia a distancia

Sobe todo, aprendan durante esta cuarentena que la mente es una herramienta que hemos desarrollado a lo largo de miles de años de evolución y por ende puede ser útil a nuestros propósitos, ahí, en ella se encuentran muchas habilidades que nos permiten subsistir y coexistir con otros, hay que aprender a utilizar esas habilidades y ponerlas a nuestro propio servicio.

Que este periodo de resguardo sirva para conocernos más y entender cómo funciona nuestro pensamiento y cómo podemos ponerlo a nuestro propio favor, que el tiempo de cuarentena sea útil a nuestras vidas y con ello atender el viejo adagio; “pues más vale encender una vela que maldecir la oscuridad”.

La psicología es una ciencia joven, solo en las últimas cuatro décadas hemos logrado más avance del conocimiento de la vida mental que en los milenios anteriores. La visión bio-psico-social que hoy se postula en los cánones del conocimiento humano, supera por mucho a cualquier visión anterior.

Pero es importante reconocer que la información de la psicología no es asimilada por el grueso de la población y menos se ha convertido en referente para el actuar diario. Ejemplo de ello estará en que durante estos días de cuarentena, la gente indubitablemente comenzará a vivir emociones que no entiende y presentar pensamientos que no controla.

Para contrarrestar esa condición de victimas de nuestra propia mente, utilizaré este espacio para aclarar unas cuantas ideas de forma muy sencilla, para dar una salida a los males que la gente comenzará a vivir y con ello dar salidas u opciones.

Primero hay que entender que la “mente” es un concepto que designa un conjunto de procesos. La mente es pues el producto de la actividad cerebral. La mente no es algo que no controle desde fuera, es el producto del funcionamiento de nuestro sistema nervioso, con todas las dificultades que ello implica en su estudio y comprensión.

Las emociones y los pensamientos, ambos, son producto de la actividad neural a diferentes niveles. Las emociones obedecen a nuestro cerebro más primitivo y básico y los pensamientos o creencias al cerebro más evolucionado. Aunque ambos procesos, se relacionan; las emociones generan pensamientos y viceversa.

La situación de encierro puede evocar sentimientos de ansiedad, tristeza y generar pensamientos de poca valía, duda o incapacidad para confrontar la situación. El resguardo es una situación anómala y generará un estilo de pensamiento del mismo modo.

Por tal será importante que las personas:

•Traten de tener una rutina diaria.

•Cuiden y conserven sus hábitos de sueño y comida

•Tengan actividad intelectual y pasatiempos

•Sean productivos, encuentren un trabajo provisional o atiendan el propia a distancia

Sobe todo, aprendan durante esta cuarentena que la mente es una herramienta que hemos desarrollado a lo largo de miles de años de evolución y por ende puede ser útil a nuestros propósitos, ahí, en ella se encuentran muchas habilidades que nos permiten subsistir y coexistir con otros, hay que aprender a utilizar esas habilidades y ponerlas a nuestro propio servicio.

Que este periodo de resguardo sirva para conocernos más y entender cómo funciona nuestro pensamiento y cómo podemos ponerlo a nuestro propio favor, que el tiempo de cuarentena sea útil a nuestras vidas y con ello atender el viejo adagio; “pues más vale encender una vela que maldecir la oscuridad”.