/ jueves 19 de septiembre de 2019

La necesidad de una oposición política; la responsabilidad de la fracción PRIista

La política es la suma de las diferencias y la búsqueda del acuerdo. No existe, ha existido o existirá una sociedad donde todos y cada uno de los individuos piensen igual o sus intereses no se contrapongan, por ende todo estudio de la política debe partir de un estudio del conflicto y el ejercicio de contra pesos.

En los términos de lo anteriormente dicho, en los sistemas democráticos es importante mantener los grupos opositores e incluso resguardarlos.

En Parral se ha tratado de gestar un movimiento intencional de disolución de la oposición, asunto que no es para nada prudente. Desaparecer o minimizar a la oposición es fraguar por anticipado un poder tiránico. El movimiento independiente ha insistido en desaparecer del mapa a los partidos políticos, esto; aprovechando el descontento natural que se configura con el gobierno y los claros actos de corrupción de algunos actores políticos.

Con esa artimaña se lesionan varias cosas; por un lado se golpea el sistema de decisiones basado en instituciones políticas, que son los partidos, y con ello un esfuerzo de siglos para instituir una forma segura de distribuir el poder y evitar monopolios. En segundo término se vulnera a los grupos de oposición que impiden que las decisiones dejen fuera los intereses de los grupos minoritarios.

En un franco embuste, el proyecto independiente ha tratado de hacer creer; que los partidos políticos hacen daño a la sociedad y que no los necesitamos.

En ese tenor el grupo de regidores del PRI nos hemos conservado como un grupo opositor y el único contrapeso político para la actual administración y propuesta política. Es importante que la gente reflexione sobre la necesidad de que estos diques existan en la política, pues sin ellos es muy probable evidenciar poderes fácticos que se imponen y conllevan un desequilibrio, por ejemplo autoridades corruptas como se ha evidenciado en seguridad pública de nuestro municipio.

Los otros partidos mal representados en el cabildo han quedado a deber a la ciudadanía, pues lo que existe ahí son aplaudidores que no tienen la capacidad de la crítica y se han sumado de forma ciega a una actividad totalmente contradictoria o inactiva, pues ni propuestas ni reformas han procurado al quehacer administrativos del municipio.

En esos términos hoy el PRI, como nunca ha tomado el papel de una oposición fuerte y responsable por lo que en lo personal apelo a que la gente medite y entienda esta situación y logre comprender la relevancia de la tarea asumida y con ello logren fortalecer también este contra peso político.

El PRI, como organización en Parral, es la única que ha dado el ancho.

La política es la suma de las diferencias y la búsqueda del acuerdo. No existe, ha existido o existirá una sociedad donde todos y cada uno de los individuos piensen igual o sus intereses no se contrapongan, por ende todo estudio de la política debe partir de un estudio del conflicto y el ejercicio de contra pesos.

En los términos de lo anteriormente dicho, en los sistemas democráticos es importante mantener los grupos opositores e incluso resguardarlos.

En Parral se ha tratado de gestar un movimiento intencional de disolución de la oposición, asunto que no es para nada prudente. Desaparecer o minimizar a la oposición es fraguar por anticipado un poder tiránico. El movimiento independiente ha insistido en desaparecer del mapa a los partidos políticos, esto; aprovechando el descontento natural que se configura con el gobierno y los claros actos de corrupción de algunos actores políticos.

Con esa artimaña se lesionan varias cosas; por un lado se golpea el sistema de decisiones basado en instituciones políticas, que son los partidos, y con ello un esfuerzo de siglos para instituir una forma segura de distribuir el poder y evitar monopolios. En segundo término se vulnera a los grupos de oposición que impiden que las decisiones dejen fuera los intereses de los grupos minoritarios.

En un franco embuste, el proyecto independiente ha tratado de hacer creer; que los partidos políticos hacen daño a la sociedad y que no los necesitamos.

En ese tenor el grupo de regidores del PRI nos hemos conservado como un grupo opositor y el único contrapeso político para la actual administración y propuesta política. Es importante que la gente reflexione sobre la necesidad de que estos diques existan en la política, pues sin ellos es muy probable evidenciar poderes fácticos que se imponen y conllevan un desequilibrio, por ejemplo autoridades corruptas como se ha evidenciado en seguridad pública de nuestro municipio.

Los otros partidos mal representados en el cabildo han quedado a deber a la ciudadanía, pues lo que existe ahí son aplaudidores que no tienen la capacidad de la crítica y se han sumado de forma ciega a una actividad totalmente contradictoria o inactiva, pues ni propuestas ni reformas han procurado al quehacer administrativos del municipio.

En esos términos hoy el PRI, como nunca ha tomado el papel de una oposición fuerte y responsable por lo que en lo personal apelo a que la gente medite y entienda esta situación y logre comprender la relevancia de la tarea asumida y con ello logren fortalecer también este contra peso político.

El PRI, como organización en Parral, es la única que ha dado el ancho.