/ viernes 13 de marzo de 2020

Irracionalidad presidencial

Me prometí a mí mismo ser más tolerante con los absurdos métodos de nuestros gobernantes y entender que a veces el poder nada tiene que ver con la inteligencia, sino con otros factores. Iba bien con mi objetivo, pero luego de ver y escuchar al presidente de la república contravenir a los expertos en salud pública, epidemiología y patología más importantes del mundo en ese acto tan aburrido y simplón que denomina “la mañanera”, me fue imposible guardar más silencio sin atentar contra mi auto valoración y conciencia moral.

He logrado con cierto grado de éxito, callarme contra las simulaciones de las autoridades en el municipio de parral, la flojera del estatal y los disimulos y bajos trucos persuasivos de la federación, pero algo con lo que sencillamente no puedo guardar silencio es contra el oscurantismo y el franco ataque a las ideas científicas, esto porque es abonarle a la irracionalidad y la falta de certeza en el mundo y las relaciones.

Durante la mañanera del día 11 del presente mes, el presidente de la república Andrés Manuel López Obrados, AMLO, para sus amigos dijo de manera textual “es falso eso que dicen del Coronavirus, que no puede abrazar a la gente, abrácense”. Y así de manera burda y completamente irresponsable ínsita un mandatario de una nació a desobedecer las recomendaciones sanitarias propuestas por la Organización Mundial de la Salud y llevar su locura al completo extremo, intentando hacer pensar a la gente que el poder político está por encima de la biología y la misma física. Lo que tenemos aquí es un caso consumado de megalomanía, con tanta ignorancia que le irradia por las orejas y todos los poros de su cuerpo.

Antes debemos confiar en los estudiosos y expertos de un área que en una persona que ha demostrado no tener mayor talento más que conmover incautos. Un experto, en este caso; médicos, biólogos, epidemiólogos, son personas que dedican su vida al estudio y realización de trabajos específicos, no se dedican a tratar de persuadir a las personas o generar agrados.

En el caso del presidente de la república no solo es irresponsable con sus palabras es alguien que agrede directamente a la razón y a la investigación y trabajo profesional y científico.

Luego de esas declaraciones puedo sostener abiertamente que es falso que exista una buena intensión en AMLO, pero además puedo negar enfáticamente y sin lugar a dudas que es un ignorante y beligerante excesivo.

Con sus declaraciones AMLO acaba de convertirse en el símil del padre irresponsable, pues no guarda el más mínimo cuidado de su nación y sus ciudadanos, es un enemigo de los mexicanos, pues nos expone a peligros innecesarios en su galantería y burla política.

Este suceso debe ser entendido como tal y provocar el distanciamiento de la gente pensante de este personaje y por su puesto tomar las reservas pertinentes, además de desconocerlo como alguien capaz de ejercer su cargo.

AMLO es irracional y por ende no puede ser tomado enserio.

Me prometí a mí mismo ser más tolerante con los absurdos métodos de nuestros gobernantes y entender que a veces el poder nada tiene que ver con la inteligencia, sino con otros factores. Iba bien con mi objetivo, pero luego de ver y escuchar al presidente de la república contravenir a los expertos en salud pública, epidemiología y patología más importantes del mundo en ese acto tan aburrido y simplón que denomina “la mañanera”, me fue imposible guardar más silencio sin atentar contra mi auto valoración y conciencia moral.

He logrado con cierto grado de éxito, callarme contra las simulaciones de las autoridades en el municipio de parral, la flojera del estatal y los disimulos y bajos trucos persuasivos de la federación, pero algo con lo que sencillamente no puedo guardar silencio es contra el oscurantismo y el franco ataque a las ideas científicas, esto porque es abonarle a la irracionalidad y la falta de certeza en el mundo y las relaciones.

Durante la mañanera del día 11 del presente mes, el presidente de la república Andrés Manuel López Obrados, AMLO, para sus amigos dijo de manera textual “es falso eso que dicen del Coronavirus, que no puede abrazar a la gente, abrácense”. Y así de manera burda y completamente irresponsable ínsita un mandatario de una nació a desobedecer las recomendaciones sanitarias propuestas por la Organización Mundial de la Salud y llevar su locura al completo extremo, intentando hacer pensar a la gente que el poder político está por encima de la biología y la misma física. Lo que tenemos aquí es un caso consumado de megalomanía, con tanta ignorancia que le irradia por las orejas y todos los poros de su cuerpo.

Antes debemos confiar en los estudiosos y expertos de un área que en una persona que ha demostrado no tener mayor talento más que conmover incautos. Un experto, en este caso; médicos, biólogos, epidemiólogos, son personas que dedican su vida al estudio y realización de trabajos específicos, no se dedican a tratar de persuadir a las personas o generar agrados.

En el caso del presidente de la república no solo es irresponsable con sus palabras es alguien que agrede directamente a la razón y a la investigación y trabajo profesional y científico.

Luego de esas declaraciones puedo sostener abiertamente que es falso que exista una buena intensión en AMLO, pero además puedo negar enfáticamente y sin lugar a dudas que es un ignorante y beligerante excesivo.

Con sus declaraciones AMLO acaba de convertirse en el símil del padre irresponsable, pues no guarda el más mínimo cuidado de su nación y sus ciudadanos, es un enemigo de los mexicanos, pues nos expone a peligros innecesarios en su galantería y burla política.

Este suceso debe ser entendido como tal y provocar el distanciamiento de la gente pensante de este personaje y por su puesto tomar las reservas pertinentes, además de desconocerlo como alguien capaz de ejercer su cargo.

AMLO es irracional y por ende no puede ser tomado enserio.