/ martes 14 de enero de 2020

Cuando las familias se hacen eternas

UANDO LAS FAMILIAS SE HACEN ETERNAS

Las familias unidas van tomando territorio. Un alma solitaria puede encontrar la eternidad pero cuando esa alma está unida a otras almas que ama y en familia encuentran la eternidad, entonces van conquistando su lugar en el universo infinito de la paz y la felicidad. La eternidad no solo se encuentra en el solitario nacimiento y muerte de un individuo, también se encuentra en la familia.

Nuestro planeta es esa ínfima partícula constituida de tierra y agua dentro del macrocosmos infinito. Cada habitante de este hermoso planeta tiene dentro de si un alma infinita, que no está sola, sino que puede crecer y convivir con los seres que lo rodean, en especial con la familia. Uno puede ser tal cual con esas personas que ama y en las que confía, compartir las experiencias del día, discusiones y reconciliaciones. La convivencia desde el corazón va propiciando el crecimiento saludable de lo que un día puede ser una familia eterna. Porque no me conformo con lograr la eternidad individual, la quiero también para toda mi familia.

Si reflexionamos sobre los innumerables sistemas solares que componen el universo existente, cada sistema solar es una familia. Cada sistema es un mecanismo perfecto gobernado por leyes naturales inmutables, pero que ahí está vigente esa manifestación inteligente y trascendental. En este vasto escenario hay planetas visibles e invisibles, vivos e inertes. En este maravilloso proceso está presente un plan divino en el que entran en escena jerarquías de seres que han alcanzado grados de evolución y uno de ellos es cuando familias enteras conquistan la inmortalidad.

Todos los seres humanos sin excepción poseemos una evolución gradual enfocada a fortalecer nuestras conciencias porque esperamos un mundo mejor y eterno. Nada viene de la nada y todo cuesta, así que valen la pena los sacrificios y esfuerzos para convertir nuestra familia en una familia eterna.



UANDO LAS FAMILIAS SE HACEN ETERNAS

Las familias unidas van tomando territorio. Un alma solitaria puede encontrar la eternidad pero cuando esa alma está unida a otras almas que ama y en familia encuentran la eternidad, entonces van conquistando su lugar en el universo infinito de la paz y la felicidad. La eternidad no solo se encuentra en el solitario nacimiento y muerte de un individuo, también se encuentra en la familia.

Nuestro planeta es esa ínfima partícula constituida de tierra y agua dentro del macrocosmos infinito. Cada habitante de este hermoso planeta tiene dentro de si un alma infinita, que no está sola, sino que puede crecer y convivir con los seres que lo rodean, en especial con la familia. Uno puede ser tal cual con esas personas que ama y en las que confía, compartir las experiencias del día, discusiones y reconciliaciones. La convivencia desde el corazón va propiciando el crecimiento saludable de lo que un día puede ser una familia eterna. Porque no me conformo con lograr la eternidad individual, la quiero también para toda mi familia.

Si reflexionamos sobre los innumerables sistemas solares que componen el universo existente, cada sistema solar es una familia. Cada sistema es un mecanismo perfecto gobernado por leyes naturales inmutables, pero que ahí está vigente esa manifestación inteligente y trascendental. En este vasto escenario hay planetas visibles e invisibles, vivos e inertes. En este maravilloso proceso está presente un plan divino en el que entran en escena jerarquías de seres que han alcanzado grados de evolución y uno de ellos es cuando familias enteras conquistan la inmortalidad.

Todos los seres humanos sin excepción poseemos una evolución gradual enfocada a fortalecer nuestras conciencias porque esperamos un mundo mejor y eterno. Nada viene de la nada y todo cuesta, así que valen la pena los sacrificios y esfuerzos para convertir nuestra familia en una familia eterna.



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