/ martes 28 de julio de 2020

Ciudadanos del Mundo

Todos somos iguales ante la enfermedad y la muerte. Esto es un fuerte recordatorio, no se necesita ser muy listo para darse cuenta de esto. Tenemos una familia, tenemos una comunidad, tenemos un país, y sobretodo tenemos un planeta en el que nos tenemos que desarrollar como ciudadanos civilizados.

Estar en nuestras casas encerrados protegiendo nuestra salud y la de los demás, debe ser también una oportunidad para evolucionar como seres humanos. Aprovechar para desarrollarnos como personas y salir de nuestras casas para servir a la sociedad. Servir a la sociedad nos hace ciudadanos del mundo. Un ciudadano del mundo protege y respeta la cadena que sostiene la vida en su planeta, porque sabe la importancia de preservar su especie y la de todos los seres vivos. Esta conciencia da paz y esta paz da felicidad y esta se proyecta en el entorno que nos rodea. A los ciudadanos del mundo las empresas los buscan para contratarlos o ellos pueden crear empresas o si se lo proponen pueden conquistar el mundo. Lo que necesitan para su supervivencia les llega por añadidura.

Son tiempos para recargar las baterías del espíritu. Crecemos en el amor y es el que nos hace posible asistir a los demás en sus momentos de necesidad. Es con el amor que se aprende a gozar del momento presente y dar lo mejor de si mismo en cualquier situación. Cuando mi energía empieza a agotarse, basta recordar el amor que somos capaces de dar y recibir.

\u0009Quien quiera ser un ciudadano del mundo empieza protegiendo sus células y y las de los que lo rodean.

Como ciudadanos del mundo luchamos contra la profunda brecha social y económica entre países ricos y pobres. Si nos vamos a enfrentar a más pobreza y adversidades, tenemos que descubrir el potencial dentro de nosotros para hacer del mundo un lugar mejor.

Algunos analistas hablan de la posibilidad de que la humanidad enfrente varias oleadas de virus hasta que esté disponible una solución. Estos nuevos brotes provendrán de países en desarrollo incapaces de contener el virus. Aquí hay una lección clara: es urgente replantear los términos del sistema económico mundial a partir del concepto solidaridad global, es por eso que debemos prepararnos para ser ciudadanos del mundo. Hoy tenemos la capacidad y es perfectamente posible cambiar desde nuestros modelos económicos hasta nuestras conciencias. Este desastre puede ser una oportunidad para aprender de nuestros errores, corregir el rumbo y revolucionar conciencias.


Todos somos iguales ante la enfermedad y la muerte. Esto es un fuerte recordatorio, no se necesita ser muy listo para darse cuenta de esto. Tenemos una familia, tenemos una comunidad, tenemos un país, y sobretodo tenemos un planeta en el que nos tenemos que desarrollar como ciudadanos civilizados.

Estar en nuestras casas encerrados protegiendo nuestra salud y la de los demás, debe ser también una oportunidad para evolucionar como seres humanos. Aprovechar para desarrollarnos como personas y salir de nuestras casas para servir a la sociedad. Servir a la sociedad nos hace ciudadanos del mundo. Un ciudadano del mundo protege y respeta la cadena que sostiene la vida en su planeta, porque sabe la importancia de preservar su especie y la de todos los seres vivos. Esta conciencia da paz y esta paz da felicidad y esta se proyecta en el entorno que nos rodea. A los ciudadanos del mundo las empresas los buscan para contratarlos o ellos pueden crear empresas o si se lo proponen pueden conquistar el mundo. Lo que necesitan para su supervivencia les llega por añadidura.

Son tiempos para recargar las baterías del espíritu. Crecemos en el amor y es el que nos hace posible asistir a los demás en sus momentos de necesidad. Es con el amor que se aprende a gozar del momento presente y dar lo mejor de si mismo en cualquier situación. Cuando mi energía empieza a agotarse, basta recordar el amor que somos capaces de dar y recibir.

\u0009Quien quiera ser un ciudadano del mundo empieza protegiendo sus células y y las de los que lo rodean.

Como ciudadanos del mundo luchamos contra la profunda brecha social y económica entre países ricos y pobres. Si nos vamos a enfrentar a más pobreza y adversidades, tenemos que descubrir el potencial dentro de nosotros para hacer del mundo un lugar mejor.

Algunos analistas hablan de la posibilidad de que la humanidad enfrente varias oleadas de virus hasta que esté disponible una solución. Estos nuevos brotes provendrán de países en desarrollo incapaces de contener el virus. Aquí hay una lección clara: es urgente replantear los términos del sistema económico mundial a partir del concepto solidaridad global, es por eso que debemos prepararnos para ser ciudadanos del mundo. Hoy tenemos la capacidad y es perfectamente posible cambiar desde nuestros modelos económicos hasta nuestras conciencias. Este desastre puede ser una oportunidad para aprender de nuestros errores, corregir el rumbo y revolucionar conciencias.


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