Se acabaron las incógnitas, si tanto lo dudábamos, el asunto ha sido totalmente aclarado por el primer mandatario de la Nación Lic. Manuel Andrés López Obrador al confirmarnos su admiración y elogios por el régimen comunista cubano y traer como invitado de honor al Grito de Independencia y desfile del 16 de Septiembre a nuestro querido México a un Dictador; nada más y nada menos que al representante de una de las Dictaduras más crueles y perdurables en la historia moderna, al genocida Miguel Díaz Canel, el último testaferros de los Castro, quienes abusando del poder se apoderaron de la otrora República de Cuba.
No hace más de 2 meses, nos dimos cuenta que el pueblo cubano se levantó clamando libertad y el fin de una opresión de 65 años de comunismo por parte de sus oscuros gobernantes, con la subsecuente privación del desarrollo y progreso de su devastado País. Todo mundo vimos cómo fueron agredidos en forma salvaje y dictatorial; por internet apreciamos las más claras imágenes de como asesinaban jóvenes los inspectores de esa dictadura; vimos también los convoyes de autobuses llenos de agentes estatales vestidos de civiles que arribaban con garrote en mano para infiltrarse entre los manifestantes y así destruirlos cómodamente.
Lo más repugnante de éste sendo abuso de poder fue el apoyo de nuestro muy indigno representante nacional al enviar decenas de Patrullas policiacas, barcos con combustible, víveres y dinero en apoyo a esa Dictadura. Tales hechos nos acarrearon la peor imagen ante los ojos del mundo; apoyar una dictadura para acabar con las sanas manifestaciones de su pueblo así sea a costa de sangre, es satanismo puro.
Estamos viendo una mafia internacional que nos está anunciando la catástrofe comunista que se avecina o que ya está por mejor decirlo en nuestro querido México y aún no reaccionamos. Tienen también el mega plan de formar un bloque intercontinental socio-comunista para latino y Sudamérica desde la República mexicana hasta la Patagonia. Esto es toda una realidad que va en boga, también fueron clarificados dichos planes en la convención del CELAC en días pasados, donde a nuestro mandatario nacional le ofrecieron todos los reflectores para proyectarse con un supuesto liderazgo que estuvo muy lejos de ostentar. Afortunadamente fue ridiculizado junto el otro dictador Nicolás Maduro por los presidentes de Uruguay y Paraguay, quienes patentizaron su repudio a los gobiernos que encarcelan opositores, utilizan la violencia legal, militarizan sus Países, no respetan las libres manifestaciones y usan las estructuras existentes a favor de su opresión.
Desafortunadamente la celeridad con que se está avanzando en la aplicación de esta agenda extranjerista y absolutista es notoria, la violencia social y jurídica que estamos sufriendo es parte de ello, así como la paramilitarización del País y la cultura de muerte en general para convertirnos poco a poco en otra Venezuela, Cuba o Nicaragua. Están demostrando un poder unilateral sin límites; queremos ignorarlos por comodidad y apatía creyendo que tan nefastos planes no llegaran tan lejos como lo anuncian, sin embargo la realidad día con día nos lo está confirmando. Existe la obligación y el deber de convencer a nuestros más cercanos prójimos del peligro que se cierne, ya que bastantes están indecisos, ignorantes o siguen cegados por la demagogia, verborrea y los gigantescos engaños o falacias ad populum que emite nuestro primer mandatario nacional. Debemos hacer más grandes nuestras capacidades, ya que nos esperan grandes retos que debemos afrontar y ganar.
