/ jueves 27 de junio de 2019

Valoremos y aprovechemos nuestro tiempo

El tiempo de cada quien, está ahí; sólo debemos saber encontrarlo, administrarlo con madurez, ser verdaderos sabios al utilizarlo y darle prioridad a las cosas que realmente lo merecen. Establecer una escala en la importancia de nuestras actividades e ir detrás de ellas hasta alcanzarlas, porque ¿quién tiene garantía de que podrá hacer algo mañana? ¿Quién sabe lo que mañana ocurrirá? Nadie, nadie tiene ese poder, por eso todo lo que podamos hacer hoy, no lo debemos dejar para otro día.

Cada persona debe establecerse su propio tiempo. Tiempo para crecer, tiempo para trabajar, para recrearse, para madurar, tiempo para ser; las horas que se han ido, nunca se recuperarán, ya se cumplió su tiempo y por más que nos esforcemos, ellas ya no están, pues cada tiempo tiene su tiempo y si no lo aprovechamos, indiscutiblemente lo perdemos.

Hagas lo que hagas, emplees el tiempo en lo que lo emplees, debes de tener en cuenta que ese momento es único y no volverá, por lo tanto, siempre será recomendable el saber en qué lo “gastas” porque hay cosas que puedes recuperar en esta vida pero “el tiempo” no es una de ellas.

“Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro,… Vive tu propia vida. Todo lo demás es secundario.” (Steve Jobs)

Y aún hay quienes dicen que viven aburridos, que no hay nada que hacer, o que sienten que todo está hecho, que solo esperan lo que ha de venir...

Pero el tiempo es sagrado, cada segundo se vive sólo una vez, jamás se nos repite, el tiempo perdido no volverá, y nadie por mucho que crea saber, podrá adivinar lo que le falta por vivir...

En consecuencia, aprovechar el tiempo es saber exprimir cada instante, es vivirlo. La mayoría de las veces estamos donde no queremos estar, hacemos lo que no deseamos, y en situaciones como esas, sólo perdemos el tiempo.

Muchas veces no pensamos en lo que hoy tenemos y que mañana tal vez no esté: seres queridos, oportunidades, amor, cariño, atenciones, trabajo, tesoros que no valoramos en su tiempo y que cuando queramos disfrutarlo, ya no los tendremos; habrán pasado, se los habrá llevado el mismo tiempo.

Lo que no valoramos, las palabras que nunca dijimos, el cariño que no demostramos, las personas que estando a nuestro lado nunca disfrutamos, el esfuerzo que no hicimos en su momento, el sueño que desde lejos abrazamos, lo que podíamos hacer ayer y no hicimos, aquello que pospusimos por pereza o cansancio... todo ello, va abrazado con el tiempo, hay que estar atentos, para que no nos tome desprevenidos.

Los niños no se quedarán siendo niños, cada día van creciendo... y tarde que temprano, se irán del nido y volarán lejos, ya no volverán a ser niños, y el tiempo que no compartimos con ellos, no será igual, ya habrán crecido.

Existen otros ejemplos como que en una semana no se recuperan las materias que por no estudiar en todo el año perdimos, y cuando queramos reaccionar, el año estará reprobado, habremos caído, y si no reaccionamos, quizá hasta fracasamos...

Quedarse con la sensación de que cuando haces algo has perdido el tiempo es una mala cosa. Solamente el hecho de intentarlo ya significa que no has perdido el tiempo, aunque el resultado no sea tan positivo como lo esperado. No obstante, a veces acometes actos “para pasar el tiempo”, eso sí que no es muy adecuado. Si algo lo acometes que sea por algún motivo. El tiempo no está para ser malgastado.

La vida no es comprada, nada es eterno... todo pasa en el tiempo...

El tiempo de cada quien, está ahí; sólo debemos saber encontrarlo, administrarlo con madurez, ser verdaderos sabios al utilizarlo y darle prioridad a las cosas que realmente lo merecen. Establecer una escala en la importancia de nuestras actividades e ir detrás de ellas hasta alcanzarlas, porque ¿quién tiene garantía de que podrá hacer algo mañana? ¿Quién sabe lo que mañana ocurrirá? Nadie, nadie tiene ese poder, por eso todo lo que podamos hacer hoy, no lo debemos dejar para otro día.

Cada persona debe establecerse su propio tiempo. Tiempo para crecer, tiempo para trabajar, para recrearse, para madurar, tiempo para ser; las horas que se han ido, nunca se recuperarán, ya se cumplió su tiempo y por más que nos esforcemos, ellas ya no están, pues cada tiempo tiene su tiempo y si no lo aprovechamos, indiscutiblemente lo perdemos.

Hagas lo que hagas, emplees el tiempo en lo que lo emplees, debes de tener en cuenta que ese momento es único y no volverá, por lo tanto, siempre será recomendable el saber en qué lo “gastas” porque hay cosas que puedes recuperar en esta vida pero “el tiempo” no es una de ellas.

“Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro,… Vive tu propia vida. Todo lo demás es secundario.” (Steve Jobs)

Y aún hay quienes dicen que viven aburridos, que no hay nada que hacer, o que sienten que todo está hecho, que solo esperan lo que ha de venir...

Pero el tiempo es sagrado, cada segundo se vive sólo una vez, jamás se nos repite, el tiempo perdido no volverá, y nadie por mucho que crea saber, podrá adivinar lo que le falta por vivir...

En consecuencia, aprovechar el tiempo es saber exprimir cada instante, es vivirlo. La mayoría de las veces estamos donde no queremos estar, hacemos lo que no deseamos, y en situaciones como esas, sólo perdemos el tiempo.

Muchas veces no pensamos en lo que hoy tenemos y que mañana tal vez no esté: seres queridos, oportunidades, amor, cariño, atenciones, trabajo, tesoros que no valoramos en su tiempo y que cuando queramos disfrutarlo, ya no los tendremos; habrán pasado, se los habrá llevado el mismo tiempo.

Lo que no valoramos, las palabras que nunca dijimos, el cariño que no demostramos, las personas que estando a nuestro lado nunca disfrutamos, el esfuerzo que no hicimos en su momento, el sueño que desde lejos abrazamos, lo que podíamos hacer ayer y no hicimos, aquello que pospusimos por pereza o cansancio... todo ello, va abrazado con el tiempo, hay que estar atentos, para que no nos tome desprevenidos.

Los niños no se quedarán siendo niños, cada día van creciendo... y tarde que temprano, se irán del nido y volarán lejos, ya no volverán a ser niños, y el tiempo que no compartimos con ellos, no será igual, ya habrán crecido.

Existen otros ejemplos como que en una semana no se recuperan las materias que por no estudiar en todo el año perdimos, y cuando queramos reaccionar, el año estará reprobado, habremos caído, y si no reaccionamos, quizá hasta fracasamos...

Quedarse con la sensación de que cuando haces algo has perdido el tiempo es una mala cosa. Solamente el hecho de intentarlo ya significa que no has perdido el tiempo, aunque el resultado no sea tan positivo como lo esperado. No obstante, a veces acometes actos “para pasar el tiempo”, eso sí que no es muy adecuado. Si algo lo acometes que sea por algún motivo. El tiempo no está para ser malgastado.

La vida no es comprada, nada es eterno... todo pasa en el tiempo...