/ sábado 23 de febrero de 2019

Que acabe el acecho DESDE LA CAPITAL


“Reciente suceso me lleva a expresar que a veces, el amor nos ciega; como corti­na, nos impide ver con claridad dentro de nuestr@ compañer@ por años en familia. Nada que ver niveles académicos del actor o la actriz; ni preferencias ideológicas o políticas. Hablo de una profesionista lectora de un templo; que se compadece de, o juzga loco o locos a otro u otros, menos a quien ha tenido cerca por años, procreando una familia. No es siquiera cons­ciente de que el otro, su compañero, mentalmente enfermo, contaminó a la descendencia, a los cercanos y a ella misma. Que en lugar de señalar fallas y defectos y sentir lástima por otros, abra los ojos y vea fallas y defectos graves de su consorte y previo a hacer o actuar, analice ca­da propuesta. La reacción normal hacia estas personas, con claras evidencias de que te juzgan loco y les das lástima por ser y actuar diferente a ellos, es, no desear encontrarlos al llegar o partir, al entrar o salir; ni cruzar palabra con ellos. Tan malos y perjudiciales son el complejo de superioridad como el de inferioridad. Incapaces de mantener empatía con alguien, la ceguera les impulsa a dañar a todo aquel que ellos consideran inferior”.

En términos generales, el Cisen era un órgano civil encargado de crear inteligencia estra­tégica, táctica y operativa que permitía preservar la integridad, estabilidad y per­manencia del Estado Mexicano, según el portal web de la dependencia. En su mo­mento, AMLO auguró desaparecer este órgano de estado, dado que él como otros se dijo víctima de presuntos actos de espionaje en su vida política y personal y que obran expedientes de investigación de toda su familia. Que habría orden, se acabaría el espionaje a la oposición. Desde finales de los 80s, su tarea primordial consistió en alertar y proponer medidas de contención que intentaran vulnerar el territorio mexicano, pero en realidad, la ma­yoría de mecanismos o herramientas con que generaron estas actividades eran desconocidos y muy costosos, aseguró su fundador Jorge Carrillo Olea; “los recursos tecnológicos actuales son caros, pero están totalmente disponibles, con mercado totalmente accesible. Se com­pra donde se quiere y hay dinero”.

A AMLO le llovió al decidir su desaparición. No fue ocurrencia, no lo desaparecerá, lo fortalecerá y volverá útil a su gobierno, porque lo necesita; ¿Cómo y para qué? Con funcionarios de carrera y vocación de Estado, se tiene definida su ruta sin desaparecerlo. En tal idea tra­bajaron Durazo y Romo, Secretario de Seguridad Pública y Jefe de Oficina de la Presidencia, para hacerlo uno sólo. Expertos en seguridad priorizan medidas para evitar fugas de investigaciones y volver más confiable la infor­mación que será reservada y confidencial. Será una Agencia Nacional de Inteligencia como la de EUA, 16 agencias trabajando conjuntamente. Que las labores de contrainteligencia estratégica de seguridad interna y vigilancia hacia objetivos específicos, se concentren, diluidas en áreas que realizan tareas similares, dentro del ejército y marina. Desaparecerá la Comisión Nacional de Seguridad. Una sola agencia, una sola cabeza, un res­ponsable, un vehículo de comunicación; el presidente dirigiendo.

Una decisión que según activistas de DH y especia­listas en seguridad horrorizará aún más a los mexicanos, será la apertura por Decreto, de los archivos del Cisen al escrutinio público promesa de AMLO, presidente. Es la señal sin precedente de rompimiento con el régimen del PRIAN que permitirá a los ciudadanos consultar los ar­chivos. Ahí encontrarán inocentes que fueron persegui­dos y culpables a quienes jamás se castigó. Será como una cámara que permitirá ir descubriendo en la oscuri­dad lo sucedido en México. Vamos a asombrarnos de conocer un Estado, un país, un gobierno al desnudo. Saldrán a la luz, secretos del cisen; cómo los gobiernos del PRI y PAN usaron a la policía para realizar tareas de espionaje, escuchas e incluso estrategias contra oposi­tores del presidente en turno que terminaron en masacre de civiles inocentes como la del 2 de octubre de 1968. No habrá limitaciones.

AMLO tomará el control y avanzará en la concentra­ción del poder. Si él comunica, tendrá un virrey por en­tidad vía súper-delegados. Si tira línea a su mayoría en el Congreso, controlará “la inteligencia”.


“Reciente suceso me lleva a expresar que a veces, el amor nos ciega; como corti­na, nos impide ver con claridad dentro de nuestr@ compañer@ por años en familia. Nada que ver niveles académicos del actor o la actriz; ni preferencias ideológicas o políticas. Hablo de una profesionista lectora de un templo; que se compadece de, o juzga loco o locos a otro u otros, menos a quien ha tenido cerca por años, procreando una familia. No es siquiera cons­ciente de que el otro, su compañero, mentalmente enfermo, contaminó a la descendencia, a los cercanos y a ella misma. Que en lugar de señalar fallas y defectos y sentir lástima por otros, abra los ojos y vea fallas y defectos graves de su consorte y previo a hacer o actuar, analice ca­da propuesta. La reacción normal hacia estas personas, con claras evidencias de que te juzgan loco y les das lástima por ser y actuar diferente a ellos, es, no desear encontrarlos al llegar o partir, al entrar o salir; ni cruzar palabra con ellos. Tan malos y perjudiciales son el complejo de superioridad como el de inferioridad. Incapaces de mantener empatía con alguien, la ceguera les impulsa a dañar a todo aquel que ellos consideran inferior”.

En términos generales, el Cisen era un órgano civil encargado de crear inteligencia estra­tégica, táctica y operativa que permitía preservar la integridad, estabilidad y per­manencia del Estado Mexicano, según el portal web de la dependencia. En su mo­mento, AMLO auguró desaparecer este órgano de estado, dado que él como otros se dijo víctima de presuntos actos de espionaje en su vida política y personal y que obran expedientes de investigación de toda su familia. Que habría orden, se acabaría el espionaje a la oposición. Desde finales de los 80s, su tarea primordial consistió en alertar y proponer medidas de contención que intentaran vulnerar el territorio mexicano, pero en realidad, la ma­yoría de mecanismos o herramientas con que generaron estas actividades eran desconocidos y muy costosos, aseguró su fundador Jorge Carrillo Olea; “los recursos tecnológicos actuales son caros, pero están totalmente disponibles, con mercado totalmente accesible. Se com­pra donde se quiere y hay dinero”.

A AMLO le llovió al decidir su desaparición. No fue ocurrencia, no lo desaparecerá, lo fortalecerá y volverá útil a su gobierno, porque lo necesita; ¿Cómo y para qué? Con funcionarios de carrera y vocación de Estado, se tiene definida su ruta sin desaparecerlo. En tal idea tra­bajaron Durazo y Romo, Secretario de Seguridad Pública y Jefe de Oficina de la Presidencia, para hacerlo uno sólo. Expertos en seguridad priorizan medidas para evitar fugas de investigaciones y volver más confiable la infor­mación que será reservada y confidencial. Será una Agencia Nacional de Inteligencia como la de EUA, 16 agencias trabajando conjuntamente. Que las labores de contrainteligencia estratégica de seguridad interna y vigilancia hacia objetivos específicos, se concentren, diluidas en áreas que realizan tareas similares, dentro del ejército y marina. Desaparecerá la Comisión Nacional de Seguridad. Una sola agencia, una sola cabeza, un res­ponsable, un vehículo de comunicación; el presidente dirigiendo.

Una decisión que según activistas de DH y especia­listas en seguridad horrorizará aún más a los mexicanos, será la apertura por Decreto, de los archivos del Cisen al escrutinio público promesa de AMLO, presidente. Es la señal sin precedente de rompimiento con el régimen del PRIAN que permitirá a los ciudadanos consultar los ar­chivos. Ahí encontrarán inocentes que fueron persegui­dos y culpables a quienes jamás se castigó. Será como una cámara que permitirá ir descubriendo en la oscuri­dad lo sucedido en México. Vamos a asombrarnos de conocer un Estado, un país, un gobierno al desnudo. Saldrán a la luz, secretos del cisen; cómo los gobiernos del PRI y PAN usaron a la policía para realizar tareas de espionaje, escuchas e incluso estrategias contra oposi­tores del presidente en turno que terminaron en masacre de civiles inocentes como la del 2 de octubre de 1968. No habrá limitaciones.

AMLO tomará el control y avanzará en la concentra­ción del poder. Si él comunica, tendrá un virrey por en­tidad vía súper-delegados. Si tira línea a su mayoría en el Congreso, controlará “la inteligencia”.