SOLEDAD: ¡Compré mochila nueva! ¡Para el nuevo año escolar!
MORAIMA: ¿Y la que traías el año pasado? ¡Estaba chida!
SOLEDAD: Si. Pero ésta, está nueva y más a la moda
INDALECIO: Yo compré zapatos nuevos
MANUELITO: ¿Ya no tenías?
INDALECIO: Si. Pero, que tiene
PROFESOR PUEBLINO: La gente compra compulsivamente, desde el banquero hasta el pordiosero
TODOS: ¿¡Los pordioseros!?
PROFESOR PUEBLINO: ¿Para qué te pide dinero?
LUPITA: Para comer
PRIMITIVO: Para comprar cerveza
PROFESOR PUEBLINO: Compramos para sentirnos bien
MORAIMA: Yo compro, porque necesito
PROFESOR PUEBLINO: Y eso ¿También lo haces en los cumpleaños, en las navidades, los 10 de mayo?
MORAIMA: Esas son fechas especiales
PROFESOR PUEBLINO: Una empresa de tarjetas de crédito encuestó a 1,000 adultos, el 52% confesó que iban de compras para aliviar su estrés o ansiedad
INDALECIO: Como terapia
SOLEDAD: Muy buena terapia. Se las recomiendo
PROFESOR PUEBLINO: El deseo compulsivo de comprar cosas, aunque no sean necesarias, se llama: adicción a las compras. Es una enfermedad invisible
TODOS: ¿Enfermedad invisible?
PROFESOR PUEBLINO: Porque puede pasar desapercibida. Generada por una sociedad de consumo, la compra compulsiva, si no es satisfecha, te provoca irritabilidad, insatisfacción personal, sensación de aburrimiento, depresión, ansiedad, baja autoestima, desconfianza, inseguridad. El comprador compulsivo se encuentra bajo una depresión profunda, esto se da mayormente entre las mujeres y los jóvenes. Los adictos consideran el consumo como una forma de hallar la felicidad. Pero al comprar, empiezan los sentimientos de culpa por el gasto indebido
MANUELITO: Y se hace un círculo vicioso
PROFESOR PUEBLINO: Ese círculo se llama oniomanía: comprar para sentirse bien, deprimirse por el gasto y comprar para calmar esa ansiedad, borrar temporalmente sus problemas. El placer de comprar se convierte en una adicción
LUPITA: Pero eso es nada más para los que tienen dinero
PROFESOR PUEBLINO: Pues en la actualidad no necesitas dinero en efectivo para comprar
PANCRACIO: Ni ir a la tienda, puedes comprar todo lo que quieras por internet. Puedes comprar desde tu cama: entras a una página web, seleccionas el producto y das clik en comprar, y listo
PROFESOR PUEBLINO: Una compra aquí o allá, no parece dañino. Los que compran por impulso, para reducir los sentimientos de estrés, depresión y ansiedad, compran a crédito, porque no tienen dinero para compararlo en efectivo, esta forma de compra crea una deuda que provoca estrés, vergüenza y miedo
MANUELITO: Miedo de quedarte, hasta sin casa
MORAIMA: O te embarguen
INDALECIO: O ir a la cárcel
PROFESOR PUEBLINO: Simplemente de que no te alcance tu sueldo. El éxito financiero no está determino por el ingreso que percibes, sino por cómo gastas tu dinero: si ganas 100 pesos y gastas 200, obviamente ¡quiebras!
SOLEDAD: Entonces no compramos nada y nos morimos de hambre
PROFESOR PUEBLINO: Evitar comprar compulsivamente, como terapia para sentirnos bien, estando influenciado por el estrés, la depresión, con hambre, con sueño. Evitar caer en el círculo vicioso de comprar por emoción, para luego sentirnos mal. Darte tiempo para evaluar una compra
LUPITA: ¿Cuánto tiempo? 3 días... Un mes…
PROFESOR PUEBLINO: Si dejas pasar tiempo, te darás cuenta si realmente necesitas hacer esa compra, o si ya no la necesitas. Así no comprarás cosas que supuestamente son necesarias, para luego darte cuenta que no lo son. Productos a los que probablemente nunca les des uso y solo generan deudas
