/ domingo 27 de diciembre de 2020

Desde la capital | ¡¡Preparémonos!!

(DESDE LA CAPITAL)

Nos lo dijeron. Las fiestas decembrinas comparadas con las anteriores serían sui géneris, Insólitas, por riesgos de la pandemia. “Olvidemos los reencuentros numerosos, las cenas de empresas, para los que coincidimos; mejor celebrarlas que dejarlas ir. Las y los sobrevivientes recordaremos a futuro del atroz 2020; noche buena, navidad, despedida al que termina, bienvenida al 2021. Recuerdos agridulces, depende como transitemos los últimos días. Con o sin copas esperamos olvidar lo vivido y que la vacuna tenga el efecto esperado. A creyentes e incrédulos nos contagiará el clima emocional que flota en el ambiente y ablanda al más reacio. Para muchos las inauditas condiciones y la carga emocional que arrastramos desde marzo, nos recordarán estas celebraciones como las más raras de nuestras vidas. Un 12 de diciembre sin peregrinaciones a la Catedral, ni mañanitas a la Guadalupana.

Al viernes 25 en el país había 1,372,243 contagiados y 121,837 fallecidos; cifras que duplicaron el escenario catastrófico, augurio de la autoridad sanitaria al iniciar la pandemia. México ocupa el 13° lugar en casos acumulados; 4° con más muertes por el nuevo coronavirus según la Universidad Johns Hopkins y 17°, con mil muertes por cada millón de habitantes; más decesos en proporción poblacional y víctimas colaterales han sido los menores de edad en la orfandad.

En 2018, a un año de que llegara el Covid-19, la CIA, Agencia Central de Inteligencia recabó el último censo. Resultó que, la media promedio de nacimientos era entonces de 372,960 personas, por 155,520 muertes. Arrojaba un crecimiento diario medio poblacional de 217,440 personas, que dividido entre el número de fallecimientos nos da la relación nacimientos/muerte de 2,39 diarios. Los visionarios del futuro señalan que con el Covid-19 habrá un nuevo orden mundial. Grandes catástrofes y escenarios más traumáticos propician nuevos modelos sociales, económicos y geopolíticos. Bill Gates fundador de Microsoft lo anticipó en 2015 y muchachos de Google que viven en el futuro, de vez en cuando nos enviaban un mensaje desde el más allá. Aseguraban que no estábamos listos para la próxima crisis mundial, que no sería a causa de una guerra, sino de un virus. Ya empezamos a ver los cambios.

1-El libre mercado ha muerto. Estados Unidos y Reino Unido empiezan a cambiar sus políticas ante una crisis sanitaria que supera la capacidad de respuesta del actual sistema basado en iniciativa privada y trabajo-recompensa. No enfrentamos una crisis normal. El coronavirus dañó el tejido del sistema e hizo explotar sus propios fundamentos. Es necesario cambiar de régimen. El capitalismo está obligado a adaptarse a la crisis. El nuevo modelo económico deberá tener tres factores esenciales en cuenta: La salud, el bienestar y nuestra relación con el planeta.

2- La clase media tiende a desaparecer. En líneas usuales transitamos a la sociedad igualitaria; una pequeña clase alta vivirá a niveles inalcanzables para el resto. Es posible que la renta básica universal sea alternativa para algunos gobiernos. En un primer momento las clases trabajadoras y los mas desfavorecidos sufrirán económicamente el impacto del coronavirus; sin embargo, a largo plazo la clase media (formada por un variado grupo) es la más vulnerable por representar un sistema de vida obsoleto. Ojo al invertir en ladrillo; el precio de la vivienda bajará. En era post coronavirus, especular con vivienda será difícil y más con alquileres desorbitados.

(Continuará).

(DESDE LA CAPITAL)

Nos lo dijeron. Las fiestas decembrinas comparadas con las anteriores serían sui géneris, Insólitas, por riesgos de la pandemia. “Olvidemos los reencuentros numerosos, las cenas de empresas, para los que coincidimos; mejor celebrarlas que dejarlas ir. Las y los sobrevivientes recordaremos a futuro del atroz 2020; noche buena, navidad, despedida al que termina, bienvenida al 2021. Recuerdos agridulces, depende como transitemos los últimos días. Con o sin copas esperamos olvidar lo vivido y que la vacuna tenga el efecto esperado. A creyentes e incrédulos nos contagiará el clima emocional que flota en el ambiente y ablanda al más reacio. Para muchos las inauditas condiciones y la carga emocional que arrastramos desde marzo, nos recordarán estas celebraciones como las más raras de nuestras vidas. Un 12 de diciembre sin peregrinaciones a la Catedral, ni mañanitas a la Guadalupana.

Al viernes 25 en el país había 1,372,243 contagiados y 121,837 fallecidos; cifras que duplicaron el escenario catastrófico, augurio de la autoridad sanitaria al iniciar la pandemia. México ocupa el 13° lugar en casos acumulados; 4° con más muertes por el nuevo coronavirus según la Universidad Johns Hopkins y 17°, con mil muertes por cada millón de habitantes; más decesos en proporción poblacional y víctimas colaterales han sido los menores de edad en la orfandad.

En 2018, a un año de que llegara el Covid-19, la CIA, Agencia Central de Inteligencia recabó el último censo. Resultó que, la media promedio de nacimientos era entonces de 372,960 personas, por 155,520 muertes. Arrojaba un crecimiento diario medio poblacional de 217,440 personas, que dividido entre el número de fallecimientos nos da la relación nacimientos/muerte de 2,39 diarios. Los visionarios del futuro señalan que con el Covid-19 habrá un nuevo orden mundial. Grandes catástrofes y escenarios más traumáticos propician nuevos modelos sociales, económicos y geopolíticos. Bill Gates fundador de Microsoft lo anticipó en 2015 y muchachos de Google que viven en el futuro, de vez en cuando nos enviaban un mensaje desde el más allá. Aseguraban que no estábamos listos para la próxima crisis mundial, que no sería a causa de una guerra, sino de un virus. Ya empezamos a ver los cambios.

1-El libre mercado ha muerto. Estados Unidos y Reino Unido empiezan a cambiar sus políticas ante una crisis sanitaria que supera la capacidad de respuesta del actual sistema basado en iniciativa privada y trabajo-recompensa. No enfrentamos una crisis normal. El coronavirus dañó el tejido del sistema e hizo explotar sus propios fundamentos. Es necesario cambiar de régimen. El capitalismo está obligado a adaptarse a la crisis. El nuevo modelo económico deberá tener tres factores esenciales en cuenta: La salud, el bienestar y nuestra relación con el planeta.

2- La clase media tiende a desaparecer. En líneas usuales transitamos a la sociedad igualitaria; una pequeña clase alta vivirá a niveles inalcanzables para el resto. Es posible que la renta básica universal sea alternativa para algunos gobiernos. En un primer momento las clases trabajadoras y los mas desfavorecidos sufrirán económicamente el impacto del coronavirus; sin embargo, a largo plazo la clase media (formada por un variado grupo) es la más vulnerable por representar un sistema de vida obsoleto. Ojo al invertir en ladrillo; el precio de la vivienda bajará. En era post coronavirus, especular con vivienda será difícil y más con alquileres desorbitados.

(Continuará).