/ martes 16 de marzo de 2021

Cuidando nuestra salud | Nuestra vida, vista a través del tiempo (Parte 1)


El significado de la muerte ha ido cambiando con el tiempo, aunque es una etapa de la vida y un hecho hasta el momento inevitable. No es nada nuevo que el ser humano ha buscado el secreto de la juventud eterna y la inmortalidad en cuerpo… en la actualidad pareciera que es cada vez algo más alcanzable aun no concretado pero cada vez más científicos, bioquímicos, genetistas, patólogos, endocrinólogos, neurólogos trabajan al respecto con nuevas tecnologías de manipulación hormonal, clonación, trasplantes, computadoras… que están llevando a nuevos planteamientos y dilemas éticos sobre la vida y la muerte, la mortalidad y la humanidad. Se dice que van a conquistar la muerte, prolongando la vida indefinidamente, es decir jugar a ser dioses. En días pasados leía sobre la envidia misma que los dioses griegos sentían por nosotros los humanos, porque por nuestra mortandad y capacidad de trascendencia. Tal vez ese día llegue en cuanto a avances tecnológicos respecta. Sin embargo eso traería un caos en la naturaleza y en el equilibrio mismo de la vida y en el valor que la vida tiene. Vivir buscando conquistar la muerte de esa manera es vivir no aprovechando y disfrutando lo que la vida misma nos da, somos finitos, somos mortales… en ocasiones no sabemos qué hacer con nuestro tiempo ¿qué haríamos con la eternidad? La tendencia es que hacemos mal uso de nuestro tiempo todos los días una parte de nuestro tiempo. La muerte nos enseña a valorar la vida.

Hablando un poquito de historia los benedictinos inventaron el concepto “hora” de la manera en la que la utilizamos. El minuto se creó en el siglo XVI. El segundero en el siglo XVII. Y en la actualidad se habla de la billonésima de segundo. Vivimos en una cultura obsesionada con el “tiempo”. Vivimos trabajando y creando máquinas, artefactos que nos ayuden a ahorrar tiempo y trabajo. Sin embargo no paramos, parecemos estar en incesable movimiento, tener menos tiempo y menos horas que nuestros antecesores, somos más impacientes y menos eficientes. Nos hemos convertido en esclavos del tiempo y no el tiempo en nuestra oportunidad de ser mejores. Vivimos como esclavos del calendario, de la agenda, de la puntualidad, de los horarios, del reloj, pero somos menos eficientes, y disfrutamos menos ¿por qué? Porque no disfrutamos, ni lo usamos para crecer y cuidar lo que de verdad importa.

Antes de la pandemia, y del distanciamiento social, además del familiar, mi padre en “broma” me decía… en alguna ocasión, no has venido, no tienes tiempo para nosotros… me quede pensando y es cierto no he podido sentarme a platicar con ellos, escucharlos… he tenido detalles y he hablado por teléfono, les he llevado tamales… y me hacia la pregunta, ¿he convivido con ellos?? La verdad es que no… ¿por qué? Creo que el sistema y la vida nos absorbe, pero hay que darnos tiempo de reflexionar y actuar en consecuencia. Comentarios como este de mi padre o seres queridos nos hagan reaccionar y nosotros mismos darnos la oportunidad de reflexionar en cómo estamos utilizando nuestro tiempo. Aún y cuando en este momento las cosas han cambiado súbitamente.

Los invito a reflexionar sobre esto, la próxima semana, profundizaremos un poco más al respecto.

Me despido deseando aproveches tú tiempo, soy Jessica Cano Gasperìn. Me puedes contactar en jcanogasperin@gmail.com.



El significado de la muerte ha ido cambiando con el tiempo, aunque es una etapa de la vida y un hecho hasta el momento inevitable. No es nada nuevo que el ser humano ha buscado el secreto de la juventud eterna y la inmortalidad en cuerpo… en la actualidad pareciera que es cada vez algo más alcanzable aun no concretado pero cada vez más científicos, bioquímicos, genetistas, patólogos, endocrinólogos, neurólogos trabajan al respecto con nuevas tecnologías de manipulación hormonal, clonación, trasplantes, computadoras… que están llevando a nuevos planteamientos y dilemas éticos sobre la vida y la muerte, la mortalidad y la humanidad. Se dice que van a conquistar la muerte, prolongando la vida indefinidamente, es decir jugar a ser dioses. En días pasados leía sobre la envidia misma que los dioses griegos sentían por nosotros los humanos, porque por nuestra mortandad y capacidad de trascendencia. Tal vez ese día llegue en cuanto a avances tecnológicos respecta. Sin embargo eso traería un caos en la naturaleza y en el equilibrio mismo de la vida y en el valor que la vida tiene. Vivir buscando conquistar la muerte de esa manera es vivir no aprovechando y disfrutando lo que la vida misma nos da, somos finitos, somos mortales… en ocasiones no sabemos qué hacer con nuestro tiempo ¿qué haríamos con la eternidad? La tendencia es que hacemos mal uso de nuestro tiempo todos los días una parte de nuestro tiempo. La muerte nos enseña a valorar la vida.

Hablando un poquito de historia los benedictinos inventaron el concepto “hora” de la manera en la que la utilizamos. El minuto se creó en el siglo XVI. El segundero en el siglo XVII. Y en la actualidad se habla de la billonésima de segundo. Vivimos en una cultura obsesionada con el “tiempo”. Vivimos trabajando y creando máquinas, artefactos que nos ayuden a ahorrar tiempo y trabajo. Sin embargo no paramos, parecemos estar en incesable movimiento, tener menos tiempo y menos horas que nuestros antecesores, somos más impacientes y menos eficientes. Nos hemos convertido en esclavos del tiempo y no el tiempo en nuestra oportunidad de ser mejores. Vivimos como esclavos del calendario, de la agenda, de la puntualidad, de los horarios, del reloj, pero somos menos eficientes, y disfrutamos menos ¿por qué? Porque no disfrutamos, ni lo usamos para crecer y cuidar lo que de verdad importa.

Antes de la pandemia, y del distanciamiento social, además del familiar, mi padre en “broma” me decía… en alguna ocasión, no has venido, no tienes tiempo para nosotros… me quede pensando y es cierto no he podido sentarme a platicar con ellos, escucharlos… he tenido detalles y he hablado por teléfono, les he llevado tamales… y me hacia la pregunta, ¿he convivido con ellos?? La verdad es que no… ¿por qué? Creo que el sistema y la vida nos absorbe, pero hay que darnos tiempo de reflexionar y actuar en consecuencia. Comentarios como este de mi padre o seres queridos nos hagan reaccionar y nosotros mismos darnos la oportunidad de reflexionar en cómo estamos utilizando nuestro tiempo. Aún y cuando en este momento las cosas han cambiado súbitamente.

Los invito a reflexionar sobre esto, la próxima semana, profundizaremos un poco más al respecto.

Me despido deseando aproveches tú tiempo, soy Jessica Cano Gasperìn. Me puedes contactar en jcanogasperin@gmail.com.