/ sábado 7 de septiembre de 2019

Actores y directores

(Desde Chihuahua Capital).

En nuestra vialidad, la autoridad no debe sin justificación bloquear carriles de avenidas menos en horarios pico. Por experiencia, de antemano conozco los señuelos que utilizan los conspiradores por sí mismos o en colaboración con sus incondicionales para tender trampas y justificar su persecución en reacción a críticas, señalamientos u observaciones públicas. Fuera de horario pico, 7 am, martes 27 pasado, luego de librar en mi bici las tretas en el trayecto a la avenida, tomé la acera derecha. A 2 cuadras, el camión urbano sin placa bloqueaba totalmente el carril derecho. Única identificación el diminuto #10 en la parte baja trasera izquierda. También ocultaba a la vista la entrada al paso peatonal; por ende, la presencia del peatón que espera -el normal lo hace, el actor no- a que los vehículos les cedan el paso sin riesgo. Distante aproximadamente 10 metros la aleccionada joven me avistó y caminó de la caseta telefónica al paso peatonal. Aún distante, con mi mano diestra le indiqué que cruzara y lo hizo. Seguí mi camino pegado a la acera.


Llegué al paseo público cercano, aun arbolado; ideal a temprana hora para un benéfico ejercicio con aire menos contaminado. A las 08:02 de regreso pasé frente al tramo antes obstruido; la unidad descompuesta había desaparecido. Actores o vigilancia tergiversaron el hecho, radicalizaron el reporte para justificar otro acto el viernes 30. Planearon incrementar el riesgo tras estudiar mi rutina y en el mismo punto instalaron la P-918 con torreta y demás señales luminosas. Agregaron 2 actores para dificultar mi paso por el punto elegido. A propósito, salí más tarde de lo normal -en hora pico- para evitar vueltas, después de mi rutina me trasladaría al banco más cercano al paseo Bolívar. En la 28, regularmente los agentes de vialidad siempre ocupan la banqueta del lado opuesto; menos transitada; ahí parquean su auto patrulla; ellos bajan y desde el centro de la calle controlan el tráfico en ambos sentidos para dar paso a los peatones; la policía vial no. El martes 27 lo hizo el supuesto camión urbano descompuesto, ahora ellos colocaron más cerca al paso peatonal su patrulla sobre el carril derecho, bloqueando y limitando la circulación; ¡qué más da! cuando de urdir trampas se trata.


Se instruye al ciclista circular pegado a la acera ¿pero obstruida? No hay ciclovía. El taxi blanco y el Nissan Sentra color arena placa ELF-94-55 iban adelante; ambos frenaron y reanudaron después que el peatón cruzó de derecha a izquierda. Me emparejé pegado al costado de la P-918. El taxi siguió de frente; el Nissan Sentra (1er actor) nunca usó su direccional. Con brusca maniobra viró a la derecha; me obligó a frenar. Mi destreza me salvó y seguí por fuera del paso lateral; entonces entró en acción el 2° actor que hizo tiempo abriendo y cerrando la puerta trasera de su auto en la otra esquina. Con desenfado rodeo el vehículo por detrás y caminó dando la espalda y coincidió a mi paso frente a la puerta cerrada de su auto. No fue el actor, sí los demás autos que seguían por su carril permitiéndome pasar distante. Pero aun faltaba. Minutos después bajaba la lateral de Ocampo hacia el parque, cuando frente al antiguo local de profepa apareció la misma P-918. Es decir, abandonó la supuesta vigilancia, tomó el atajo y me encontró; sabía a dónde iba y -supongo- tomó mi foto de frente cómo complemento.


Sábado 31; aunque el portón del taller está cerrado, el pacho, al volante del Honda gris -ELU-50-82- está en frente en doble fila, sin intermitentes. Apoyaría al calzonudo que salió corriendo del 3203, cruzó la Méndez y abordó la Ford pick-up blanca P-07-007. Yo uso short en primavera y verano; soy un civil; ¿Qué tarea permite al supuesto, trabajar en fachas? o ¿trata de intimidar? prolongué mi alto en Méndez. Hizo su maniobra. Llegué a mi anclaje. Enfoqué al pacho antes de perderse por Terrazas.


Otros 2 actores lorenzo Leocadio y la lectora del templo con sus gestos exageradamente hipócritas. Él prepara sus torpes actos que en cualquier alegato serían sancionados por mentir a una autoridad. Ya lo dije; diseminan pura mierda despertando encono y odio hacia quien le han creado un falso perfil.

(Desde Chihuahua Capital).

En nuestra vialidad, la autoridad no debe sin justificación bloquear carriles de avenidas menos en horarios pico. Por experiencia, de antemano conozco los señuelos que utilizan los conspiradores por sí mismos o en colaboración con sus incondicionales para tender trampas y justificar su persecución en reacción a críticas, señalamientos u observaciones públicas. Fuera de horario pico, 7 am, martes 27 pasado, luego de librar en mi bici las tretas en el trayecto a la avenida, tomé la acera derecha. A 2 cuadras, el camión urbano sin placa bloqueaba totalmente el carril derecho. Única identificación el diminuto #10 en la parte baja trasera izquierda. También ocultaba a la vista la entrada al paso peatonal; por ende, la presencia del peatón que espera -el normal lo hace, el actor no- a que los vehículos les cedan el paso sin riesgo. Distante aproximadamente 10 metros la aleccionada joven me avistó y caminó de la caseta telefónica al paso peatonal. Aún distante, con mi mano diestra le indiqué que cruzara y lo hizo. Seguí mi camino pegado a la acera.


Llegué al paseo público cercano, aun arbolado; ideal a temprana hora para un benéfico ejercicio con aire menos contaminado. A las 08:02 de regreso pasé frente al tramo antes obstruido; la unidad descompuesta había desaparecido. Actores o vigilancia tergiversaron el hecho, radicalizaron el reporte para justificar otro acto el viernes 30. Planearon incrementar el riesgo tras estudiar mi rutina y en el mismo punto instalaron la P-918 con torreta y demás señales luminosas. Agregaron 2 actores para dificultar mi paso por el punto elegido. A propósito, salí más tarde de lo normal -en hora pico- para evitar vueltas, después de mi rutina me trasladaría al banco más cercano al paseo Bolívar. En la 28, regularmente los agentes de vialidad siempre ocupan la banqueta del lado opuesto; menos transitada; ahí parquean su auto patrulla; ellos bajan y desde el centro de la calle controlan el tráfico en ambos sentidos para dar paso a los peatones; la policía vial no. El martes 27 lo hizo el supuesto camión urbano descompuesto, ahora ellos colocaron más cerca al paso peatonal su patrulla sobre el carril derecho, bloqueando y limitando la circulación; ¡qué más da! cuando de urdir trampas se trata.


Se instruye al ciclista circular pegado a la acera ¿pero obstruida? No hay ciclovía. El taxi blanco y el Nissan Sentra color arena placa ELF-94-55 iban adelante; ambos frenaron y reanudaron después que el peatón cruzó de derecha a izquierda. Me emparejé pegado al costado de la P-918. El taxi siguió de frente; el Nissan Sentra (1er actor) nunca usó su direccional. Con brusca maniobra viró a la derecha; me obligó a frenar. Mi destreza me salvó y seguí por fuera del paso lateral; entonces entró en acción el 2° actor que hizo tiempo abriendo y cerrando la puerta trasera de su auto en la otra esquina. Con desenfado rodeo el vehículo por detrás y caminó dando la espalda y coincidió a mi paso frente a la puerta cerrada de su auto. No fue el actor, sí los demás autos que seguían por su carril permitiéndome pasar distante. Pero aun faltaba. Minutos después bajaba la lateral de Ocampo hacia el parque, cuando frente al antiguo local de profepa apareció la misma P-918. Es decir, abandonó la supuesta vigilancia, tomó el atajo y me encontró; sabía a dónde iba y -supongo- tomó mi foto de frente cómo complemento.


Sábado 31; aunque el portón del taller está cerrado, el pacho, al volante del Honda gris -ELU-50-82- está en frente en doble fila, sin intermitentes. Apoyaría al calzonudo que salió corriendo del 3203, cruzó la Méndez y abordó la Ford pick-up blanca P-07-007. Yo uso short en primavera y verano; soy un civil; ¿Qué tarea permite al supuesto, trabajar en fachas? o ¿trata de intimidar? prolongué mi alto en Méndez. Hizo su maniobra. Llegué a mi anclaje. Enfoqué al pacho antes de perderse por Terrazas.


Otros 2 actores lorenzo Leocadio y la lectora del templo con sus gestos exageradamente hipócritas. Él prepara sus torpes actos que en cualquier alegato serían sancionados por mentir a una autoridad. Ya lo dije; diseminan pura mierda despertando encono y odio hacia quien le han creado un falso perfil.