/ domingo 27 de diciembre de 2020

Reflexión de la semana | Cosas nuevas

Al estar terminado un año, y a punto de iniciar el nuevo, a muchos puede ahogarlos el recuerdo de malas experiencias pasados por el dolor, enfermedad, muerte de un ser amado, pérdida de empleo o cierre de un negocio con una economía en terapia intensiva. Un año lleno de cosas que seguramente no se podrán olvidar. Este año, entre muchas lecciones, nos ha enseñado lo frágil que somos, y la insuficiencia de nuestros recursos ante un enemigo microscópico, pero letal. Ha sido un año de sobrevivencia. Sobrevivir a la pandemia, sobrevivir de la economía, sobrevivir como seres humanos. Pero ahora es tiempo dar vuelta a la página y entender que delante de nosotros tenemos un libro con 365 páginas en blanco, una página por día. Permitamos que Dios escriba cada renglón de este nuevo libro llamado 2021.

En un tiempo difícil que Israel había pasado y con la añoranza de tiempos pasados que habían sido buenos, Dios les da una palabra de exhortación y esperanza y les dice: “…He aquí que yo hago cosa nueva; ¿no la conoceréis?“ (Is. 43:19) Esto nos ayuda a reflexionar que vivir en el pasado nos afecta. El hecho es que, cuando estamos atrapados en los pensamientos y los acontecimientos del pasado, hundiéndonos en las heridas y el dolor del ayer, nos volvemos insensibles a las “nuevas cosas” que el Señor está preparando. Por eso Dios pregunta: ¿no la conoceréis?“ Me parece a mí que, frente a un año nuevo, debemos ahora fijarlos con esperanza en el Señor, a lo nuevo que Él hará. El escritor de hebreos nos dice que: “… puestos los ojos en Jesús…” (Heb. 12:2) Esto no se puede hacer cuando nuestro pensamiento esta anclados en el pasado. Creo que el año que está a punto de ser historia, ha sido una buena escuela para ganar sabiduría y salir de este drama siendo mejores personas, pero también es tiempo para dejarlo ir. El apóstol Pablo dijo: “…una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante” (Fil. 3:13)

¿Por qué es importante soltar el pasado? Porque vivir en el pasado puede llevarnos a dos cosas: vivir en un mundo de fantasía como forma de escape para no enfrentar la realidad en el presente, o vivir esclavizado a temores que si persisten pueden convertirse en una piedra de tropiezo. Es tiempo de mirar hacia adelante, es seguro que Dios quiere hacer algo nuevo en nuestras vidas. Dios nos ofrece nuevas puertas que se abrirán a nuestro paso, cerremos las puertas viejas para poder vivir el presente con satisfacción, y el futuro con esperanza. Es sólo en el avance que podremos ver las cosas nuevas que Dios quiere hacer. No podemos darnos el lujo de quedarnos donde estamos, ni podemos ir hacia atrás. Así que adelante en el 2021 y mantengamos nuestros ojos fijos y confiados en Dios. Dice Isaías 26:3 “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado”.

Quiero terminar la reflexión de hoy con palabras de una meditación de Teresa López Muñoz que leí en alguna parte: “Ya no miraré hacia atrás, a mis sueños marchitos de primaveras, ahora las hojas caen, ya es otoño... Adelante está mi invierno que espera con su frío hielo. Pero no temo. Al calor del amor de Dios se convertirá en manantiales de agua viva, que darán nueva vida a la tierra de mi alma, con sueños perfectos y verdaderos porque estarán sembrados en tierra limpia y con la verdad de Dios, que ahora es mi única verdad y que sigo de acuerdo a su voluntad para mi vida”.

Estimado lector, crea en Dios, sea feliz en este mundo, y un día vaya al cielo. ¡Muy feliz y bendecido año 2021¡

Al estar terminado un año, y a punto de iniciar el nuevo, a muchos puede ahogarlos el recuerdo de malas experiencias pasados por el dolor, enfermedad, muerte de un ser amado, pérdida de empleo o cierre de un negocio con una economía en terapia intensiva. Un año lleno de cosas que seguramente no se podrán olvidar. Este año, entre muchas lecciones, nos ha enseñado lo frágil que somos, y la insuficiencia de nuestros recursos ante un enemigo microscópico, pero letal. Ha sido un año de sobrevivencia. Sobrevivir a la pandemia, sobrevivir de la economía, sobrevivir como seres humanos. Pero ahora es tiempo dar vuelta a la página y entender que delante de nosotros tenemos un libro con 365 páginas en blanco, una página por día. Permitamos que Dios escriba cada renglón de este nuevo libro llamado 2021.

En un tiempo difícil que Israel había pasado y con la añoranza de tiempos pasados que habían sido buenos, Dios les da una palabra de exhortación y esperanza y les dice: “…He aquí que yo hago cosa nueva; ¿no la conoceréis?“ (Is. 43:19) Esto nos ayuda a reflexionar que vivir en el pasado nos afecta. El hecho es que, cuando estamos atrapados en los pensamientos y los acontecimientos del pasado, hundiéndonos en las heridas y el dolor del ayer, nos volvemos insensibles a las “nuevas cosas” que el Señor está preparando. Por eso Dios pregunta: ¿no la conoceréis?“ Me parece a mí que, frente a un año nuevo, debemos ahora fijarlos con esperanza en el Señor, a lo nuevo que Él hará. El escritor de hebreos nos dice que: “… puestos los ojos en Jesús…” (Heb. 12:2) Esto no se puede hacer cuando nuestro pensamiento esta anclados en el pasado. Creo que el año que está a punto de ser historia, ha sido una buena escuela para ganar sabiduría y salir de este drama siendo mejores personas, pero también es tiempo para dejarlo ir. El apóstol Pablo dijo: “…una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante” (Fil. 3:13)

¿Por qué es importante soltar el pasado? Porque vivir en el pasado puede llevarnos a dos cosas: vivir en un mundo de fantasía como forma de escape para no enfrentar la realidad en el presente, o vivir esclavizado a temores que si persisten pueden convertirse en una piedra de tropiezo. Es tiempo de mirar hacia adelante, es seguro que Dios quiere hacer algo nuevo en nuestras vidas. Dios nos ofrece nuevas puertas que se abrirán a nuestro paso, cerremos las puertas viejas para poder vivir el presente con satisfacción, y el futuro con esperanza. Es sólo en el avance que podremos ver las cosas nuevas que Dios quiere hacer. No podemos darnos el lujo de quedarnos donde estamos, ni podemos ir hacia atrás. Así que adelante en el 2021 y mantengamos nuestros ojos fijos y confiados en Dios. Dice Isaías 26:3 “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado”.

Quiero terminar la reflexión de hoy con palabras de una meditación de Teresa López Muñoz que leí en alguna parte: “Ya no miraré hacia atrás, a mis sueños marchitos de primaveras, ahora las hojas caen, ya es otoño... Adelante está mi invierno que espera con su frío hielo. Pero no temo. Al calor del amor de Dios se convertirá en manantiales de agua viva, que darán nueva vida a la tierra de mi alma, con sueños perfectos y verdaderos porque estarán sembrados en tierra limpia y con la verdad de Dios, que ahora es mi única verdad y que sigo de acuerdo a su voluntad para mi vida”.

Estimado lector, crea en Dios, sea feliz en este mundo, y un día vaya al cielo. ¡Muy feliz y bendecido año 2021¡