Es de suponer que, si escribo algo que llegue a la sensibilidad del magisterio, sería motivo de un ataque masivo por parte de ese gremio, lo que es politiquería pura al estilo de los grillos que pululan en México, pero esa es otra historia, o la de moda, por otro lado.
No me referiré al magisterio, sino a los efectos de la pandemia en esto, por la educación a distancia o virtual, y lo que implicaba este arte de la enseñanza; son varios temas que concurren por fuerza y que ponen a pensar y los pelos de punta.
1.- los padres de familia van a batallar para la educación de los hijos e hijas, como una carga más diaria aparte de la supervivencia, y muchos papas mandamos los hijos a la escuela más para tenerlos ocupados y no batallar, que lo haga el profe mejor, que nos los cuide, y el más tiempo posible.
2.- la educación la dejamos en manos de la escuela y nos desentendemos por comodidad en un alto porcentaje de padres de familia, y ni sabemos que se les enseña ni porque ni para que, solo el tiempo y al final la grande graduación de este tiempo, y ni pensamos que nos hicimos viejos y pasados de moda, sin ver la importancia de la preparación de conocimientos para la vida, y creemos que solo lo que está cerca se debe de aprender, y lo demás no importa, lo que equivale a proteger la ignorancia.
3.- los recursos económicos que se manejan en el país, lo más alto es educación y es donde ni sabremos los costos y gastos de este rubro, ya que de por si se maneja por pocos y muy agresivos, lo que equivale a ignorar lo que se gasta, ya que, si recorta personal, entonces a ¿dónde irán muchos profes?, ¿que pasara con los sindicatos?, con los gastos de los planteles, y las relaciones políticas como gremio, y es de rigor pensar, ya que mueven la vida de los demás al apoyar en su beneficio, por lo que nos interesa a todos.
4.- el papel de ambos padres de familia ante lo movimientos políticos y de tecnología, la cual no está actualizada ni en muchos planteles ni hogares mexicanos, sus costos y redes de uso, así como programas y redes sociales, que en conjunto son un soporte social.
5.- la fuerza de los directores a nivel político, no administrativo, recordando que son la dirección general de la educación y con sus aciertos, claro, pero con partes oscuras que no se debe de investigar, atacan de regreso, muy feo por cierto o se desquitan con los hijos e hijas, y lo atan de manos a uno, y eso que sabemos lo que tenemos, pero no siempre son los malos, y según otros, nunca, mas es la vida diaria, de la sociedad.
6.- muchos padres ni sabemos cómo reaccionar ante los cambios, ni a donde van nuestros hijos, se lo dejamos a los gobernantes, lo cual es delicado y peligroso, para uno como para ellos, lo que requiere de más información entendible, clara y lo que se puede hacer por parte de uno como ayuda a todos, aunque le suene ridículo, pero somos los paganos de impuestos, los que llevamos a los hijos, en resumidas cuentas, les pagamos todo, no sé si sea poco, pero algo hemos de ser.
7.- en esto, menos relaciones interpersonales, solos, aislados, y más vulnerables ante los gobernantes, en todos aspectos, lo que implica participación más activa de la sociedad, vamos todos, los viejos, los menos, los jóvenes, los menores.
8.- cuidar la historia que dejemos, que no es importante para muchos, pero es para la sociedad, y lo que se realice por todos, será nuestro propio resultado, la individualidad es falsa en el sentido de que el comerciante está atento a estos movimientos, y las ventas que pueda realizar, y no va separado, es también lo que necesitamos como personas y sociedad activa.
9.- los delitos y relaciones sexuales, en aparente discreción, sin orientación sanitaria, ni interpersonal, pero monitoreada por malandrines, y desgraciados, que ponen en peligro a nuestros hijos e hijas, aunque ellos se metan en eso sin avisar presumiendo de maduros e independientes, claro, para eso, pero en las broncas entonces gritan pidiendo ayuda, dejándolo a uno en ridículo por las estupideces y alcances de sus actos.
Esto es parte de muchas ideas, que chocan a diario, y las tomamos como normales, pero debemos estar atentos a los cambios para adecuarnos en lo mejor posible.
