/ viernes 24 de enero de 2020

Los retos educativos para fortalecer a la democracia mexicana

La democracia de nuestro tiempo tiene particularidades históricas, que por supuesto nunca antes se presentaron en magnitud ni forma, estas características que nos han tocado vivir deben ser entendidas y atendidas por los diferentes sectores que componen a la sociedad. Entre uno de los apartados sociales más importantes, para mantener a los sistemas de gobierno funcionales esta la educación. La educación, sus contenidos, estructuras, estrategias y objetivos deben alinearse para formar ciudadanos capaces de participar activamente en la democracia y volverla funcional.

Bajo lo anteriormente dicho, existe la imperiosa necesidad a transformar lo que enseñamos y como lo enseñamos. En un escenario donde las redes sociales y los elementos web tienen mayor impacto en las personas y sus creencias que lo que recibimos en los sistemas escolarizados o en el entendido del flujo constante de información que por mucho supera lo que una persona podría asimilar a lo largo de toda su vida.

En ese escenario, las personas se encuentran confundidos en el terreno político, y en otros tantos, y son fácilmente manipulable por las estrategias de marketing, y así se vulnera por mucho el sistema de decisión participativa, pues las personas no cuentan con las herramientas cognitivas y el conocimiento para asimilar y tratar correctamente la información con la que se le confronta y se le exige entienda para poder tomar decisiones.

Todos somos producto de la educación de nuestro contexto y podemos señalar bonanzas y yerros, pero lo importante es adelantarnos y procurar aquello que mejore nuestro entorno.

La educación de nuestro tiempo debe encontrar un equilibrio sano entre el uso tecnológico y su ausencia, pues debemos retomar procesos de la vieja escuela como elaborar cálculos mentales y asimilar a profundidad la lectura o dominar ampliamente el lenguaje, que pareciera ha ido desapareciendo del mapa educativo de nuestra sociedad.

Aunado a ello es pertinente enfatizar en habilidades para el análisis de la información, de entrada al haber eliminado a la lectura y el análisis de la lectura por parte de los estudiantes, y los maestros, hemos eliminado la habilidad del pensamiento para ser críticos y analíticos. Es por tal que es una necesidad promover el desarrollo del pensar analítico, que logre discernir que debe ser aprendido y que no. La lógica debe retomarse como un medio para asegurar que los ciudadanos puedan analizar adecuadamente la información con la que se exponen.

Las habilidades sociales y emocionales deben ser parte preponderante de una educación para una nueva era. Vivimos tiempo de enfermedad y confusión.

Además debemos acercar a la gente a los problemas comunes y desarrollar un sentido de auto confianza. Pues existe de manera general una sensación de abandono e impotencia antes los asuntos realmente importantes.

El uso y desarrollo de nuevas tecnologías y habilidades de comunicación así como el dominio de otras lenguas, puede acercarnos a otras latitudes y permitirnos interactuar en el mundo global que se ha asentado ya hace por lo menos dos décadas.

La educación debe cambiar, es un reto complicado, sobre manera cuando tenemos gobiernos que lucran con la ignorancia y la promueven. Pero la respuesta estará en la sociedad civil organizada y en los hombres y mujeres entregados a la investigación y el desarrollo social.

La democracia de nuestro tiempo tiene particularidades históricas, que por supuesto nunca antes se presentaron en magnitud ni forma, estas características que nos han tocado vivir deben ser entendidas y atendidas por los diferentes sectores que componen a la sociedad. Entre uno de los apartados sociales más importantes, para mantener a los sistemas de gobierno funcionales esta la educación. La educación, sus contenidos, estructuras, estrategias y objetivos deben alinearse para formar ciudadanos capaces de participar activamente en la democracia y volverla funcional.

Bajo lo anteriormente dicho, existe la imperiosa necesidad a transformar lo que enseñamos y como lo enseñamos. En un escenario donde las redes sociales y los elementos web tienen mayor impacto en las personas y sus creencias que lo que recibimos en los sistemas escolarizados o en el entendido del flujo constante de información que por mucho supera lo que una persona podría asimilar a lo largo de toda su vida.

En ese escenario, las personas se encuentran confundidos en el terreno político, y en otros tantos, y son fácilmente manipulable por las estrategias de marketing, y así se vulnera por mucho el sistema de decisión participativa, pues las personas no cuentan con las herramientas cognitivas y el conocimiento para asimilar y tratar correctamente la información con la que se le confronta y se le exige entienda para poder tomar decisiones.

Todos somos producto de la educación de nuestro contexto y podemos señalar bonanzas y yerros, pero lo importante es adelantarnos y procurar aquello que mejore nuestro entorno.

La educación de nuestro tiempo debe encontrar un equilibrio sano entre el uso tecnológico y su ausencia, pues debemos retomar procesos de la vieja escuela como elaborar cálculos mentales y asimilar a profundidad la lectura o dominar ampliamente el lenguaje, que pareciera ha ido desapareciendo del mapa educativo de nuestra sociedad.

Aunado a ello es pertinente enfatizar en habilidades para el análisis de la información, de entrada al haber eliminado a la lectura y el análisis de la lectura por parte de los estudiantes, y los maestros, hemos eliminado la habilidad del pensamiento para ser críticos y analíticos. Es por tal que es una necesidad promover el desarrollo del pensar analítico, que logre discernir que debe ser aprendido y que no. La lógica debe retomarse como un medio para asegurar que los ciudadanos puedan analizar adecuadamente la información con la que se exponen.

Las habilidades sociales y emocionales deben ser parte preponderante de una educación para una nueva era. Vivimos tiempo de enfermedad y confusión.

Además debemos acercar a la gente a los problemas comunes y desarrollar un sentido de auto confianza. Pues existe de manera general una sensación de abandono e impotencia antes los asuntos realmente importantes.

El uso y desarrollo de nuevas tecnologías y habilidades de comunicación así como el dominio de otras lenguas, puede acercarnos a otras latitudes y permitirnos interactuar en el mundo global que se ha asentado ya hace por lo menos dos décadas.

La educación debe cambiar, es un reto complicado, sobre manera cuando tenemos gobiernos que lucran con la ignorancia y la promueven. Pero la respuesta estará en la sociedad civil organizada y en los hombres y mujeres entregados a la investigación y el desarrollo social.