El sufrimiento es lo que más beneficia al ser humano para alcanzar la perfección. Del sufrimiento emergen las almas más fuertes, puesto que el carácter se forja a base de enfrentar retos y pasar tribulaciones. El sufrimiento siempre es temporal, no hay necesidad de esconderse de tal tormenta; si no tienes forma de cambiar esa situación, sí puedes escoger la actitud que más te convenga para afrontarlo y sobrellevarlo.
El sufrimiento es benéfico, cada sufrir deja una cicatriz pero éstas solo son marcas de superación. El dolor es una situación sana, aunque hay que reconocer que éste es causado por la ignorancia y la rebeldía de la guía divina. Dice Santa Rosa de Lima:
“No se adquieren gracias sin padecer aflicciones, molestias, enfermedades y tormentos; son necesarios para conseguir el tesoro inestimable de las gracias. Conozcamos todos que la perfección sigue a la tribulación; que sin el peso de las aflicciones no se puede llegar al colmo de la gracia. Comprendan que conforme al acrecentamiento de los trabajos y el dolor, se acrecientan juntamente la medida de los carismas. Esta es la mercancía y logro único de la constancia en el sufrimiento. Hay necesidad de trabajos y más trabajos, para conseguir la participación íntima de la divina naturaleza, la gloria de los hijos de Dios y la perfecta hermosura del alma. QUE NADIE SE ENGAÑE, esta es la única escala de entrada al paraíso, y fuera de ello no hay camino por donde se pueda subir”.
Refúgiate en el poder de Dios sin quejarte por lo que temporalmente debes pasar, el sufrimiento es temporal; la actitud que asumas es opcional; rendirte… es para siempre. Cada oscuridad es necesaria para ver a las estrellas; nadie te puede derrotar si no te das por vencido, recuerda que tú eres más grande que todos tus sufrimientos y Dios te hizo triunfador.
Estar separado de lo que se ama es sufrimiento, estar unido a lo que no se ama, es sufrimiento; también ten en cuenta que cuando alguien se porta mal es porque sufre en su interior, y ése sufrir les desborda, carecen de centro de luz, tengamos calma con ellos. SHALOM Y PERFECCIÓN