/ domingo 16 de diciembre de 2018

Despierten mujeres mamás, por piedad

Es en verdad un grito de alerta más que de ataque a ellas, y es por lo siguiente, en lo tocante a los hijos y las parejas, se está viendo un declive social muy pronunciado, y peligroso para las generaciones venideras, y me gustaría que lo percibieran como aviso, más que ataque, en verdad es preocupante la actitud que toman en eso de su autoridad y va en perjuicio de la misma familia, por lo siguiente, y espero lo analice, si no, pues la consecuencia es de todas maneras, y ni los zapateados y corajes lo compondrán de manera alguna.

Cuiden de quien es el papá de sus hijos, la droga trae consecuencias desastrosas en la genética y daños irreversibles, ni lo bien plantado del galán o tipo peligroso, evita esto para los hijos que vengan, ya que el cuidado será primero para ustedes, después para sus papas si tienen la fortuna de que estén con ustedes, pero el tiempo que puedan ayudarlos, después, es lo que intento decirles, y serían a la deriva y a la voluntad de Dios sin remedio.

Después me refiero a las mamás, que con corajes y actitudes de dictador no quieren que nadie lastime a sus hijitos de sus vidas, y les toleran hasta que se droguen, y ya hay muchos casos de este tipo que, desgraciadamente, tienen que llevarlos al psiquiatra por los daños cerebrales ocasionados por la droga, y a temprana edad, quedando dañados de por vida, desperdiciándola en eso, y es a donde quiero llegar, muchas mamás, quieren que no se les moleste a sus hijos, para nada, y los cuidan tan bien que se llega a un dicho popular: Tanto quiere la mamá al hijo, que hasta le saca un ojo”, lo que se traduce, según los entendidos, que el exceso de amor maternal daña a la criatura y con la supuesta maternidad y bravura de la madre, pues que nadie se meta en sus derechos, hasta con eso de la violencia contra la mujer, que la protege el Estado de Derecho, por las estadísticas de los casos en que es maltratada por los destructivos hombres, y según la ley contra la violencia, casi todo que les lleve la contra es catalogado como violencia, o sea su voluntad es todo, hasta por encima del derecho, lo sabe por ser mujer y es todo, pero el daño a los hijos subsiste, esta ley no menciona cómo cuidarlos y sanarlos, es a otra cosa, pero el cuidado es de ellas, y se enojan si se les dice algo al respecto, ellas saben, pero, además obligan a los papás a pagar por la necedad del hijo, a mantenerlos y cuidarlos, pero si se mueren los padres, es donde la marrana destuerce el rabo, y a sufrir las consecuencias de tanta grandeza, pasando esos angelitos al cuidado de los abuelos, si existen, y de los tíos, que por cierto no los aguantan mucho y los echan a la calle, en la mayoría de los casos, lo que jamás pensamos por estar tan aferradas a mandar en corto tiempo, lo que es fatal, pero real.

Lo que no ven es que a veces y es en la mayoría esos jovencitos las manejan, pero es en su perjuicio a la larga, de ellos, ya que mientras viva la madre, pues la llevan cómoda, pero después, ni pensarlo, como así sucede casi siempre.

Esto está sucediendo mucho y nadie quiere notarlo, cerramos los ojos, pero espero no abrirlos cuando ya esté el agua hasta el cuello como se dice, porque además ellas exigen al Estado que les resuelva el problema que ellas solapan, y que se los cuiden cariñosamente, sin darse cuenta del mal que se ha generado y reventará en toda la sociedad. Los caprichitos,llevan a eso y más.

Si esa actitud las hace buenas madres, pues qué bien, pero eso no se discute, las consecuencias están llegando en avalancha y sobre todos, y además es un problema de salud pública, que callados por las mochadas, pues no se notan en los informes y papeles oficiales, pero sí en las casas de esas pobres familias.

Cuando les conviene se apegan al Derecho. Cuando no, a su voluntad, pero eso es lo de menos, piense por piedad en sus hijos y el futuro que les espera, es de Dios esta responsabilidad que nos endosa al mandárnoslos, y somos todos, pero recuerde que el milagro de la vida está en la madre, aunque no se olvide de la semilla del padre, por favor.

Es en verdad un grito de alerta más que de ataque a ellas, y es por lo siguiente, en lo tocante a los hijos y las parejas, se está viendo un declive social muy pronunciado, y peligroso para las generaciones venideras, y me gustaría que lo percibieran como aviso, más que ataque, en verdad es preocupante la actitud que toman en eso de su autoridad y va en perjuicio de la misma familia, por lo siguiente, y espero lo analice, si no, pues la consecuencia es de todas maneras, y ni los zapateados y corajes lo compondrán de manera alguna.

Cuiden de quien es el papá de sus hijos, la droga trae consecuencias desastrosas en la genética y daños irreversibles, ni lo bien plantado del galán o tipo peligroso, evita esto para los hijos que vengan, ya que el cuidado será primero para ustedes, después para sus papas si tienen la fortuna de que estén con ustedes, pero el tiempo que puedan ayudarlos, después, es lo que intento decirles, y serían a la deriva y a la voluntad de Dios sin remedio.

Después me refiero a las mamás, que con corajes y actitudes de dictador no quieren que nadie lastime a sus hijitos de sus vidas, y les toleran hasta que se droguen, y ya hay muchos casos de este tipo que, desgraciadamente, tienen que llevarlos al psiquiatra por los daños cerebrales ocasionados por la droga, y a temprana edad, quedando dañados de por vida, desperdiciándola en eso, y es a donde quiero llegar, muchas mamás, quieren que no se les moleste a sus hijos, para nada, y los cuidan tan bien que se llega a un dicho popular: Tanto quiere la mamá al hijo, que hasta le saca un ojo”, lo que se traduce, según los entendidos, que el exceso de amor maternal daña a la criatura y con la supuesta maternidad y bravura de la madre, pues que nadie se meta en sus derechos, hasta con eso de la violencia contra la mujer, que la protege el Estado de Derecho, por las estadísticas de los casos en que es maltratada por los destructivos hombres, y según la ley contra la violencia, casi todo que les lleve la contra es catalogado como violencia, o sea su voluntad es todo, hasta por encima del derecho, lo sabe por ser mujer y es todo, pero el daño a los hijos subsiste, esta ley no menciona cómo cuidarlos y sanarlos, es a otra cosa, pero el cuidado es de ellas, y se enojan si se les dice algo al respecto, ellas saben, pero, además obligan a los papás a pagar por la necedad del hijo, a mantenerlos y cuidarlos, pero si se mueren los padres, es donde la marrana destuerce el rabo, y a sufrir las consecuencias de tanta grandeza, pasando esos angelitos al cuidado de los abuelos, si existen, y de los tíos, que por cierto no los aguantan mucho y los echan a la calle, en la mayoría de los casos, lo que jamás pensamos por estar tan aferradas a mandar en corto tiempo, lo que es fatal, pero real.

Lo que no ven es que a veces y es en la mayoría esos jovencitos las manejan, pero es en su perjuicio a la larga, de ellos, ya que mientras viva la madre, pues la llevan cómoda, pero después, ni pensarlo, como así sucede casi siempre.

Esto está sucediendo mucho y nadie quiere notarlo, cerramos los ojos, pero espero no abrirlos cuando ya esté el agua hasta el cuello como se dice, porque además ellas exigen al Estado que les resuelva el problema que ellas solapan, y que se los cuiden cariñosamente, sin darse cuenta del mal que se ha generado y reventará en toda la sociedad. Los caprichitos,llevan a eso y más.

Si esa actitud las hace buenas madres, pues qué bien, pero eso no se discute, las consecuencias están llegando en avalancha y sobre todos, y además es un problema de salud pública, que callados por las mochadas, pues no se notan en los informes y papeles oficiales, pero sí en las casas de esas pobres familias.

Cuando les conviene se apegan al Derecho. Cuando no, a su voluntad, pero eso es lo de menos, piense por piedad en sus hijos y el futuro que les espera, es de Dios esta responsabilidad que nos endosa al mandárnoslos, y somos todos, pero recuerde que el milagro de la vida está en la madre, aunque no se olvide de la semilla del padre, por favor.