El déficit de atención actualmente está sobre diagnosticado o mal diagnosticado, a muchos infantes que no hacen caso o hacen maldades en la escuela, les dicen que tienen deficit de atencion, pero quizá el déficit en cuanto a la atención es de quien funge como autoridad principal hacia ellos (sus padres), generando un niño monarca en ocasiones, al que le cumplen todos los caprichos posibles y con muy baja tolerancia a la frustración, cuando se tardan más en cumplir sus deseos o las cosas no pasan como quería.
Un niño por naturaleza es exigente, pero mide el terreno, no le va a gritar a un maestro si lo acaba de conocer, mientras a sus papás ya les tomó la medida y poco falta para que les truene los dedos; sin embargo, al maestro que tiene una postura de autoridad también lo va a ir midiendo hasta dónde le permita el docente llegar, el niño va a esforzarse en lograr doblegarlo, pero es cuando se da cuenta que sus poderes no sirven con otras personas, para quienes resulta ser un niño odioso, que es mejor tener alejado y eso le genera frustración.
En ocasiones, un pequeño que se considera berrinchudo con poner límites firmes y los adultos que llevan la educación se coordinen, la conducta mejora bastante, otras situaciones requieren la visita a un psicólogo o paidopsiquiatra, puede acudir a consulta con un médico, pero en ocasiones los especialistas son quienes tienen más herramientas para hacer un diagnóstico certero.
Al acudir al especialista es probable que nos indique la necesidad de tomar terapia grupal, padres e hijo, en este punto, comúnmente los padres se justifican que en que ellos no tienen nada, el problema son los niños para ellos, pero los padres son causa regularmente, quizá no intencionalmente, pero son responsables.
De todos los bebés que recibí en un parto, ninguno traia manual o instructivo, ja, pero es muy fácil restarnos autoridad como adultos o entregar esa autoridad a otra persona, sin quererlo, esto pasa por ejemplo cuando le decimos a nuestro hijos: pórtate bien o el policía te va a llevar a la cárcel, siéntate o el doctor te va a inyectar, incluso a personajes imaginarios como la frase “si no te comportas te va a llevar el coco o la bruja”, en fin muchas situaciones que he visto, donde les indico a mis pacientes, que no les siembren miedo porque en caso que requiera una inyección, pueden pensar que es debido a que hicieron algo mal, en lugar de porque la enfermedad lo requería; el pequeño debe darse cuenta que la autoridad es su papá o mamá, jamás el médico, el policía y menos el coco o la bruja.
Debemos cumplir lo que les prometemos a los pequeños tanto bueno como malo y tener cuidado con lo que prometemos, no podremos cumplir que le vamos a dar un carro a un niño, pero quizá un dulce o el castigo de que se ve a quedar en un lugar y a pesar que se portó mal sabe que se irá con sus papás.
Los pequeños son más inteligentes de lo que pensamos, busquemos aprender nosotros para educarlos, de la mejor manera y generar buenos ciudadanos en un futuro, en caso de que sea diagnosticado con déficit de atención también buscar a un médico que le dé el seguimiento adecuado y con el favor de Dios vaya lo mejor posible.
