/ domingo 26 de diciembre de 2021

Casa de Oración, Pacto de Paz | Una Hermosa Historia

“Un Salvador, que es CRISTO…” (Lucas 2:11)

Existen muchas historias, leyendas, películas y tradiciones respecto de la navidad. Y Creo que es triste constatar que la gente mantenga, por ejemplo, la leyenda de «Papá Noel» o “santa claus” en la mente de los niños. Me parece que sería mucho más importante contarles la verdadera historia.

Un pintor, Roger van der Weyden, pintó un cuadro, donde no sólo muestra el pesebre en que fue acostado el Hijo de Dios hecho hombre, sino también una cruz que cuelga de la pared del establo.

En la historia del nacimiento de Jesús, no sólo podemos apreciar a un niño en un pesebre, sino también al Hijo de Dios viniendo a la tierra para morir en la cruz por pecadores perdidos. En Belén, se manifestó el amo de Dios, y en la cruz su gracia bridándonos salvación.

¿Qué representa ahora la Navidad? ¿Son los días feriados, los hermosos regalos, el agradable ambiente alrededor del árbol de Navidad que es todo lo que hace que esa fiesta sea tan apreciada por muchos?

O ¿son los emocionantes sentimientos producidos por el servicio religioso de Navidad cuando se lee el relato del nacimiento del Señor?

La Navidad, mi estimado lector, es mucho más que eso. Pesebre y cruz son inseparables. El nacimiento del Señor fue sólo el comienzo. Desde un principio, el suceso de la cruz proyectó su sombra, pues Dios envió a su Hijo para morir como sustituto por los pecadores. Por eso Jesucristo tuvo que tomar la condición de hombre. La explicación del pesebre, la dio la cruz. Y ¿por qué debió morir allí? Él lo hizo por usted y por mí, a fin de conducirnos a Dios.

La Navidad es la historia de amor más hermosa, y un hecho maravilloso planeado por Dios desde antes de la fundación: "Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor..." (Lucas 2:11) La encarnación del Hijo de Dios, es un milagro sumamente grande, al que sólo podemos contemplar con asombrada adoración y profunda gratitud.

Jesús vino a la tierra, murió por nosotros en la cruz, resucitó y volvió al cielo. Los que creemos en Él, esperamos su retorno para ser introducidos por Él en la casa del Padre por la eternidad. ¿No es ésta la historia más hermosa que podemos contar en casa? Que Jesús vino a este mundo a salvar a los pecadores. Que Él quita todo pecado, dolor, enfermedad, tristeza, angustia, desesperación, amargura, temor y nos brinda paz. Ese fue el anuncio del ángel “…Paz a vosotros…” Podemos decir, sin duda alguna, que el verdadero significado de la navidad es Cristo. Entonces no lo olvidemos y demos gracias a Dios por Jesucristo.

Estimado lector, mi deseo para usted y su amada familia es que, puedan descubrir la verdadera historia de la Navidad y decir confiadamente Emanuel, Dios con nosotros.

Termino la reflexión de hoy con estas líneas que en algún lugar leí hace ya tiempo, y dicho sea de paso, sea también su oración: “Si cuando viniste a este mundo, No hubo lugar para ti, en aquel mesón, Y entre bestias y pajas naciste, Señor Yo te abro las puertas de mi corazón.

Si todas las puertas te fueron cerradas, Y nadie en el mundo la puerta te abrió, No importa que encuentres cerrado el mesón, las puertas de mi corazón abiertas te esperan....”

Estimado lector, crea en Dios, sea feliz en este mundo y un día vaya al cielo.


José Andrés Pimentel | Pastor

“Un Salvador, que es CRISTO…” (Lucas 2:11)

Existen muchas historias, leyendas, películas y tradiciones respecto de la navidad. Y Creo que es triste constatar que la gente mantenga, por ejemplo, la leyenda de «Papá Noel» o “santa claus” en la mente de los niños. Me parece que sería mucho más importante contarles la verdadera historia.

Un pintor, Roger van der Weyden, pintó un cuadro, donde no sólo muestra el pesebre en que fue acostado el Hijo de Dios hecho hombre, sino también una cruz que cuelga de la pared del establo.

En la historia del nacimiento de Jesús, no sólo podemos apreciar a un niño en un pesebre, sino también al Hijo de Dios viniendo a la tierra para morir en la cruz por pecadores perdidos. En Belén, se manifestó el amo de Dios, y en la cruz su gracia bridándonos salvación.

¿Qué representa ahora la Navidad? ¿Son los días feriados, los hermosos regalos, el agradable ambiente alrededor del árbol de Navidad que es todo lo que hace que esa fiesta sea tan apreciada por muchos?

O ¿son los emocionantes sentimientos producidos por el servicio religioso de Navidad cuando se lee el relato del nacimiento del Señor?

La Navidad, mi estimado lector, es mucho más que eso. Pesebre y cruz son inseparables. El nacimiento del Señor fue sólo el comienzo. Desde un principio, el suceso de la cruz proyectó su sombra, pues Dios envió a su Hijo para morir como sustituto por los pecadores. Por eso Jesucristo tuvo que tomar la condición de hombre. La explicación del pesebre, la dio la cruz. Y ¿por qué debió morir allí? Él lo hizo por usted y por mí, a fin de conducirnos a Dios.

La Navidad es la historia de amor más hermosa, y un hecho maravilloso planeado por Dios desde antes de la fundación: "Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor..." (Lucas 2:11) La encarnación del Hijo de Dios, es un milagro sumamente grande, al que sólo podemos contemplar con asombrada adoración y profunda gratitud.

Jesús vino a la tierra, murió por nosotros en la cruz, resucitó y volvió al cielo. Los que creemos en Él, esperamos su retorno para ser introducidos por Él en la casa del Padre por la eternidad. ¿No es ésta la historia más hermosa que podemos contar en casa? Que Jesús vino a este mundo a salvar a los pecadores. Que Él quita todo pecado, dolor, enfermedad, tristeza, angustia, desesperación, amargura, temor y nos brinda paz. Ese fue el anuncio del ángel “…Paz a vosotros…” Podemos decir, sin duda alguna, que el verdadero significado de la navidad es Cristo. Entonces no lo olvidemos y demos gracias a Dios por Jesucristo.

Estimado lector, mi deseo para usted y su amada familia es que, puedan descubrir la verdadera historia de la Navidad y decir confiadamente Emanuel, Dios con nosotros.

Termino la reflexión de hoy con estas líneas que en algún lugar leí hace ya tiempo, y dicho sea de paso, sea también su oración: “Si cuando viniste a este mundo, No hubo lugar para ti, en aquel mesón, Y entre bestias y pajas naciste, Señor Yo te abro las puertas de mi corazón.

Si todas las puertas te fueron cerradas, Y nadie en el mundo la puerta te abrió, No importa que encuentres cerrado el mesón, las puertas de mi corazón abiertas te esperan....”

Estimado lector, crea en Dios, sea feliz en este mundo y un día vaya al cielo.


José Andrés Pimentel | Pastor