/ miércoles 12 de diciembre de 2018

Artista fracasado

El otro día platicábamos varias personas en la plaza. Es curioso cuántas experiencias vividas, cuántos tiempos diferentes existen en unas tres o cuatro personas reunidas en un mismo lugar. Tantas experiencias y recuerdos que se van acumulando en las canas. Se ofreció hablar del éxito, si lo tenemos, lo tuvimos o lo tendremos, porque nunca es tarde.

Ya pasados los sesenta es más fácil fanfarronear. Uno dijo sentirse muy orgulloso de lograr que sus hijos fueran profesionistas, otro platicó que tuvo una empresa exitosa con muchos empleados y hablaba de grandes sumas, aunque se vino abajo seguía recordando su época dorada. Otro comentó que su mayor éxito fue ser un artista fracasado.

Nos quedamos con cara de incógnito y obviamente le preguntamos por qué, entonces dijo que gracias a su fracaso como artista, su vida, hasta la fecha, era una montaña rusa en la que a veces estás arriba y otras abajo, pero siempre apreciando el paisaje. Que siempre quiso estudiar alguna carrera artística, algo que tuviera que ver con la poesía, la pintura o el teatro, pero pues la vida no le dio esa oportunidad y se fue dedicando a lo que se fuera ofreciendo para sobrevivir y mantener a su familia. Pero gracias a ese fracaso, se había dado el lujo de leer una gran cantidad de poetas en silencio y en voz alta, y gozar con sus palabras. También leyó a los tres clásicos griegos del drama Esquilo, Sófocles y Eurípides, y lloró y se rió analizando a cuanto personaje de tragedia griega se le cruzaba en su camino. –Tú tienes el complejo de Eurípides y tú el de Eleckra- y cosas por el estilo. Tuvo la fortuna de que su corazón tuviera la claridad de pensamiento para entender el surrealismo de Leonora Carrigton, y eso que admiraba sus pinturas desde el celular, porque no ha tenido la oportunidad de ir a un museo a verlas. Sin embargo, dijo sentirse orgulloso porque ha entendido el surrealismo mejor que Alejandro Jodorowsky.

•Quién es ese? –le pregunté.

•¿Recuerdas a Irma Serrano “La tigresa”?

•Claro.

•Fue uno de sus amantes, ha hecho películas, teatro, lee cartas del tarot y es escritor. Chileno de ascendencia rusa.

Por cómo platicaba, parecía que el señor sí ha leído mucho, no digo nombres porque es un parralense más o menos conocido, y porque en lo personal me estaba cayendo algo mal, aunque no niego cómo nos tenía interesados con su elocuencia. Y de las palabras que te trae y se lleva el viento, lo que más se me quedó grabado en que dijo que su mayor éxito es ser un artista fracasado.


El otro día platicábamos varias personas en la plaza. Es curioso cuántas experiencias vividas, cuántos tiempos diferentes existen en unas tres o cuatro personas reunidas en un mismo lugar. Tantas experiencias y recuerdos que se van acumulando en las canas. Se ofreció hablar del éxito, si lo tenemos, lo tuvimos o lo tendremos, porque nunca es tarde.

Ya pasados los sesenta es más fácil fanfarronear. Uno dijo sentirse muy orgulloso de lograr que sus hijos fueran profesionistas, otro platicó que tuvo una empresa exitosa con muchos empleados y hablaba de grandes sumas, aunque se vino abajo seguía recordando su época dorada. Otro comentó que su mayor éxito fue ser un artista fracasado.

Nos quedamos con cara de incógnito y obviamente le preguntamos por qué, entonces dijo que gracias a su fracaso como artista, su vida, hasta la fecha, era una montaña rusa en la que a veces estás arriba y otras abajo, pero siempre apreciando el paisaje. Que siempre quiso estudiar alguna carrera artística, algo que tuviera que ver con la poesía, la pintura o el teatro, pero pues la vida no le dio esa oportunidad y se fue dedicando a lo que se fuera ofreciendo para sobrevivir y mantener a su familia. Pero gracias a ese fracaso, se había dado el lujo de leer una gran cantidad de poetas en silencio y en voz alta, y gozar con sus palabras. También leyó a los tres clásicos griegos del drama Esquilo, Sófocles y Eurípides, y lloró y se rió analizando a cuanto personaje de tragedia griega se le cruzaba en su camino. –Tú tienes el complejo de Eurípides y tú el de Eleckra- y cosas por el estilo. Tuvo la fortuna de que su corazón tuviera la claridad de pensamiento para entender el surrealismo de Leonora Carrigton, y eso que admiraba sus pinturas desde el celular, porque no ha tenido la oportunidad de ir a un museo a verlas. Sin embargo, dijo sentirse orgulloso porque ha entendido el surrealismo mejor que Alejandro Jodorowsky.

•Quién es ese? –le pregunté.

•¿Recuerdas a Irma Serrano “La tigresa”?

•Claro.

•Fue uno de sus amantes, ha hecho películas, teatro, lee cartas del tarot y es escritor. Chileno de ascendencia rusa.

Por cómo platicaba, parecía que el señor sí ha leído mucho, no digo nombres porque es un parralense más o menos conocido, y porque en lo personal me estaba cayendo algo mal, aunque no niego cómo nos tenía interesados con su elocuencia. Y de las palabras que te trae y se lleva el viento, lo que más se me quedó grabado en que dijo que su mayor éxito es ser un artista fracasado.


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