Hoy la comunidad católica celebra la fiesta de la Transfiguración del Señor, en la cual se hace memoria del misterio de Cristo muerto y resucitado.
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Este domingo, la feligresía acudió a la misa solemne, presidida por el sacerdote, Leonel Larios Medina, quien compartió que el Evangelio de Mateo revela esa manifestación de Dios.
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“Jesús después del bautismo, donde también se dio una manifestación de la trinidad, predicaba, anunciaba el Reino de los Cielos, hacia milagros curando enfermos, multiplicaba panes, que ratificaban su predicación”, dijo.
De manera especial destacó que en ese momento invita a aquellos que también invitaría después en el Huerto de Getsemaní a orar con Él, aquellos a quienes les confiaba de manera especial cosas más íntimas, y especiales.
Pedro, Santiago y Juan los invita a orar, algo que era frecuente que hiciera Jesús a solas o con sus discípulos, pero aquella ocasión fue distinta, subiendo al monte se transfiguró en su presencia.
“Esta transfiguración, algunos autores lo han visto con dos propósitos, el primero sería pedagógico, ya que Jesús como buen maestro les ha venido enseñando con parábolas a los discípulos acerca del Reino de los Cielos, pero pudiéramos decir que todo eso era teoría y el segundo propósito es contemplativo”, señaló.
El sacerdote explicoó que la transfiguración era para motivar a los discípulos a seguirlo para que superaran las dificultades, persecuciones y sobre todo el escándalo de la cruz para ellos, lo que iba a significar la muerte de Jesús para ellos.
“Por el bautismo nosotros hemos sido hechos hijos de Dios, preguntémonos, si nuestra vida complace al Padre, si se alegra con lo que hago, lo que decimos y cómo nos comportamos con los demás, esa es una autoevaluación que podemos hacer”, finalizó
