Surgida en los márgenes del antiguo basurero municipal, San Andrés es una comunidad rarámuri asentada a las afueras de Parral, que desde hace 15 años ha padecido problemáticas como el hacinamiento y la falta de servicios básicos. Provenientes de los municipios de Balleza, Guachochi y Guadalupe y Calvo, estas familias, que hoy superan las 40, abandonaron la sierra principalmente a causa del desplazamiento forzado, sin embargo, ahora se encuentran en busca de mejores condiciones de vida, pero situaciones de alcoholismo, drogadicción, violencia y rezago educativo han limitado su desarrollo comunal. Habitantes como Lucrecia Cruz Rubí, quien fuera gobernadora indígena por casi un lustro, expresaron que el apoyo proveniente del gobierno ha sido insuficiente, ya que padecen severamente a causa del clima extremoso y la descomposición social, además de que la clase política sólo los utiliza en época de elecciones. “Sólo vienen y nos prometen mejorar nuestro albergue… cuando ganan no se vuelven a acordar de nosotros, ni para entregarnos una despensa”.
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Con la intención de buscar un mejor porvenir, familias de la etnia tarahumara originarias de Balleza, Guadalupe y Calvo y Guachochi, migraron al municipio de Parral desde hace más de 15 años, en donde, en un principio, se establecieron en las instalaciones del basurero y posteriormente conformaron lo que es ahora el conocido asentamiento de San Andrés, ubicado a un costado de la Vía Corta.
Dentro de las problemáticas que presentan los pobladores del albergue son en cuestión de vivienda, infraestructura, seguro médico, problemas de alcoholismo, violencia familiar y el rezago educativo en los jóvenes del nivel de secundaria, lo que al paso de los años no han logrado obtener un mejor desarrollo.
Con calles de terracería acompañan la estructura de un total de 40 casas que no se encuentran diseñadas para enfrentar los cambios climáticos, debido a que están construidas con hule, cartón y lijas, debido a la falta de recursos económicos de las familias no han logrado mejorar la infraestructura de los domicilios.
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“Cuando se presentan fuertes vientos y las épocas de lluvias, nos resguardamos bajo estos techos inseguros, poniendo en riesgo nuestra integridad ante la falta de recursos para mejorar nuestros hogares”, expresaron las familias.
Además de que se encuentran trabajando en la elaboración de 11 viviendas con materiales de madera y tablaroca de aserrín prensado, ya que algunas de las familias se encontraban habitando en un mismo domicilio, por lo que realizaron la solicitud ante el Gobernador Guillermo Negrete y los patronatos.
Sin acceso a drenaje ni electricidad
Dicho proyecto se encuentra en construcción, por lo que de momento están sin el acceso a servicios de electricidad y drenaje.
Al paso de los años, los gobiernos municipales no han realizado alguna inversión importante en el citado sector, ya que únicamente tienen el tramo de la entrada con pavimentación, las otras calles permanecen siendo de terracería.
“Solo vienen y nos prometen mejorar nuestro albergue, cuando ganan no se vuelven a acordar de nosotros, ni para entrega de despensas”.
Aparte de las necesidades, las mujeres indígenas sufren violencia familiar ya que se tienen 15 reportes presentados en el año 2023, siendo el albergue de San Andrés en donde se tienen el mayor número en comparativa con Los Carrizos y el Venadito.
La falta de conocimiento y miedo ha desencadenado que las víctimas de este delito no alcen la voz y piden ayuda ante las autoridades.
Dicha problemática se agudiza debido al alcoholismo y drogadicción que enfrentan los integrantes de las familias, en donde además de las mujeres se ven afectados física y psicológicamente niños y niñas.
En el tema de salud, la población es atendida cada dos meses por el personal médico proveniente del municipio de Allende, quienes arriban al sector a realizar las revisiones a las personas que requieran de alguna consulta.
Las mujeres en el período de gestación acuden al Centro Materno para llevar a cabo su chequeo médico y el parto. El índice de fecundidad por mujer en el 2010 era del 9.70 por ciento y en el 2020 un 2.69 por ciento.
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También permanece la creencia hacia un “curandero”, un hombre llamado Ceferino, a dónde acuden los indígenas cuando tienen problemas para que les realice el procedimiento que ellos denominan como una “limpia”, por medio de hierbas que son frotadas en las diferentes partes del cuerpo, además de los remedios destinados para cada supuesto “mal”.
Cada consulta que realiza el hombre varía dependiendo la problemática que manifiesten tener las personas que solicitan su servicio.
Analfabeta el 5.49% de la población
En cuanto al tema educativo, el 5.49 por ciento de la población es analfabeta según el registro del censo más reciente del 2020. Recientemente se informó que un total de 10 adolescentes cuentan con rezago en sus estudios, siendo cuatro en secundaria y seis en preparatoria.
Algunos de ellos, han optado por abandonar sus estudios y comenzar en los trabajos en donde se desempeñan sus padres, como en el basurero municipal, en la siembra en comunidades aledañas a Parral y en las ladrilleras.
Además de que también se tienen detectados al menos 10 casos de problemas del alcohol y drogadicción, por lo que se han contemplado desarrollar algunas estrategias para tratar brindarles nuevas formas de vivir su juventud.
Cabe señalar que la población del asentamiento indígena de San Andrés ha crecido en los últimos diez años en un 53 por ciento, en el año 2010 se tiene el registro de 245 personas, en tanto para el 2020, en el estudio más reciente del Inegi se tiene el censo de 455 habitantes.
Una de las pobladoras de este sitio, Lucrecia Cruz Ruby, quien fue gobernadora por seis años, narró que antes de la creación de este albergue, se establecieron primeramente en las instalaciones del basurero municipal.
“Cuando llegamos a Parral nos acomodamos por un tiempo en el basurero municipal, por lo que comenzamos con la búsqueda de algún lugar para poder acomodarnos con nuestras familias”.
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Detalló que algunas de las familias indígenas que arribaron eran originarios de los municipios de Guachochi, Balleza, Guadalupe y Calvo.
Posteriormente fueron trasladados a la Vía Corta en algunos terrenos en donde permanecieron por unos meses, siendo después cuando tuvieron el acercamiento con el padre, Humberto Cobos, quien les brindó el apoyo.
Dentro de las acciones del presbítero fue la fundación del patronato del asentamiento indígena San Andrés para quienes buscó oportunidades de desarrollo, ya que anteriormente dicha población vivía en el basurero municipal.
Se establecieron en el Basurero Municipal
También, el sacerdote fue fundador de la Iglesia de San Andrés, además de la creación de la escuela primaria denominada "Mati-Sike", que quiere decir "llegamos", misma que se logró establecer a través de las cuotas que eran otorgadas también por los pobladores.
“El padrecito nos ayudó mucho, debido a sus gestiones ante los gobiernos pudimos establecernos en lo que ahora es San Andrés, dándonos una mejor oportunidad de vida para nuestras familias”.
Recordó que cuando empezaron a crear el asentamiento, los mismos pobladores fueron trabajando para habilitar el espacio y la colocación de luminarias, “Nosotros, con picos y palas, cavamos los hoyos para que nos pudieran poner los postes de electricidad”.
Trabajan para disminuir problema de alcoholismo
Dentro de los proyectos en los que se encuentran trabajando están las próximas visitas de los miembros de la Central Mexicana de Alcohólicos Anónimos, quienes estarán brindando su testimonio a los jóvenes, además de que a través de módulos se emitirá la información sobre el grave problema de alcoholismo, mediante la intervención de profesionistas como psicólogos, médicos y un sacerdote.
Otra de las problemáticas que serán atendidas es la violencia familiar, debido a que se detectaron en el asentamiento 15 reportes de violencia contra mujeres en el año 2023, siendo el albergue de San Andrés en donde se tienen el mayor número en comparativa con Los Carrizos y el Venadito.
Por ello, el gobernador de los Carrizos, Ramon Rocha, coordinó las acciones para llevar a cabo pláticas por parte de la Fiscalía Especializada en Atención a las Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y Familia, quienes informarán a las mujeres sobre las atenciones que se efectúan en cuanto a este delito, con el objetivo de que alcen la voz y no sean víctimas de la violencia en sus hogares.
Destacó que es fundamental que se lleven a cabo este tipo de acciones debido a que la violencia familiar es una de las principales problemáticas que se tienen presentes en los tres asentamientos.
Durante el presente año, el gobierno municipal, encabezado por Cesar Peña Valles, informó que dentro de los proyectos del Presupuesto Participativo 2024 se destinarán alrededor de cuatro millones de pesos.
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Los proyectos estarán enfocados en la colocación de una techumbre en el preescolar, en el cual, se beneficiará a un total de 43 alumnos indígenas, con una inversión de dos millones de pesos.
También se trabajará en la continuidad de la pavimentación del acceso al albergue de San Andrés y en la electrificación de las viviendas que no cuentan con dicho servicio, en donde se abordarán las solicitudes con la Comisión Federal de Electricidad para valorar la factibilidad.
Además, se estarán realizando las acciones para conectar el drenaje al distribuidor que conecta desde la colonia la Fortuna hasta los colectores del río.
El coordinador de los asentamientos indígenas, Ramón Rocha, dijo que actualmente no se cuenta con espacio alguno para albergar a más familias indígenas que se trasladen desde los municipios serranos a la ciudad, aunado a las necesidades de vivienda que presentan actualmente estos lugares.
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Ramón Rocha, detalló que actualmente radican más de 400 familias en estos sectores, mismas que también presentan necesidades de vivienda, por lo que se encuentran trabajando en nuevos proyectos.
Explicó que cuando han arribado familias de la sierra se les brinda la atención momentánea en los salones habilitados en San Andrés y en Los Carrizos, sin embargo, es solamente por unos días, ya que no cuentan con viviendas para que se establezcan.
Dijo que la situación se complica cuando existen casos de desplazamiento forzado, ya que los habitantes salen de sus pueblos de origen huyendo de la violencia de los grupos delictivos, en busca de una mejor oportunidad de vida.
Mencionó que actualmente se encuentran realizando las gestiones para la creación de 14 viviendas en El Venadito, mismas que beneficiarían a las familias que radican en el referido sector.
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