Cada año, en temporadas de lluvia, entre los meses de agosto y septiembre, la Sierra Tarahumara se cubre de todo tipo de hongos que brotan luego de que la tierra guarda humedad con las precipitaciones.
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Existen hongos de variedad de tamaños y colores, son de valiosa aportación a la tierra; sin embargo, su vida es muy corta, pues por lo general se descomponen con facilidad y en poco tiempo; es decir, su presencia se reduce a escasos días o semanas, dependiendo de su naturaleza.
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En el estado de Chihuahua se han estudiado cerca de 500 especies de hongos; no obstante, sólo se conocen 16 que son considerados como comestibles y muchos aseguran son un verdadero manjar. Cabe destacar que sólo conocedores podrían distinguirlos, puesto que muchos son tan parecidos que podrían confundirse con hongos que poseen alto grado de toxicidad.
Como habrán de saber muchos chihuahuenses, ya es tradición en el estado que se realice en el municipio de Bocoyna la "Feria del hongo", donde se muestran las propiedades culinarias de los hongos comestibles y los beneficios que aporta su consumo.
¿Qué tipo de hongos consumen los rarámuri?
El hongo Kuté-mo'kó-a, es un importante recurso comestible para los Rarámuri del estado de Chihuahua, su nombre Kuté-mo'kó-a significa hongo del troncón.
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Este hongo mide hasta 30 cm es de color blanco, crece en troncones de pino, en tiempos de secas (mayo y junio), pero con un poco de humedad en el suelo; a veces es muy raro encontrarlo; las vacas y las ardillas también lo comen.
¿Cómo se consume?
Sólo se come el sombrero; lavado, picado, cocido con cebolla o con manteca de puerco, solo o con tomate y chile colorado. Un hongo puede servir para preparar una porción. Este alimento debe recogerse antes de las lluvias, ya que después amarga y no sirve.
Este hongo también puede conservarse seco para después para comerlo, para consumir solo deben ser remojados en agua caliente y preparados como cuando son frescos.
Otro tipo de setas son las conocidas como "hongos de agua", cuyo nombre científico es Amanita Caesarea son recolectados en lo más recóndito del bosque de la Sierra Taraumara, por los rarámuris, quienes tienen mucho tiempo consumiéndolos y saben de sus propiedades y combinaciones para preparar diversos platillos.
Aunque es un hongo con tiempo de vida muy corto hay quienes los ponen a la venta, anunciándolos en redes sociales, trayéndolos desde la sierra hasta la ciudad; sin embargo, su tiempo de vida es muy corto y pueden sufrir daños antes de llegar a su destino.
