/ miércoles 1 de junio de 2022

Todo el Mundo es tu Maestro | Señales que encienden la vida

Las vivencias y todas las experiencias que vamos acumulando van conformando nuestro ser. Vamos caminando por un sendero con señales que a veces nos indican por donde ir y si tenemos que cambiar, construir reconstruir el camino para llegar a la meta. Tal vez vaya una multitud a nuestro lado, podemos hacer equipo con alguien podemos ir acompañados sin embargo al final tenemos que terminar solos así tal cuál nacimos.

Estar atentos a las señales que se presentan en nuestro sendero a lo largo de nuestra existencia terrenal es lo que nos permite llegar a la meta que nos libera de caminar y nos convierte en luz. Dejamos de ser caminantes y nos convertimos en caminos.

Por donde cruzamos vamos reflejando nuestras acciones, en las que muchas de las veces, en momentos silenciosos y solitarios, cada uno de nosotros hemos tenido que visualizar lo que estamos desarrollando en este mundo. Si ejemplificamos que debemos llevar una vida simple, sin tanta pretensión, y la aceptamos humildemente, entonces nuestra alma está más libre en su búsqueda. Si buscamos no tener hasta donde sea posible presiones externas e internas, favorecemos nuestra manera de ver la vida con todas sus durezas. En este sentido es favorable no tomarse ni siquiera a sí mismos demasiado en serio, y si agregamos el ingrediente del humorismo, entonces todavía la pesadez que puede tener la vida se va a ser mucho más ligera. Fluimos como un río en la dirección que podemos más que en la que queremos.

Ver las señales que encienden la vida nos permite sintonizarnos en el amor, en la justicia, y la libertad. La complejidad se disuelve ante la grandeza de los sentimientos que nos dan forma como individuos.

Es interesante tomar en cuenta que la vida puede ofrecer eternidad. Cada ser es único y con la posibilidad de ser infinito. La inmortalidad es un misterio que podemos descubrir de manera personal y de maneras ilimitadas. En la medida en que encontremos formas sencillas de enfocar la vida podremos lograrlo.

Las señales que nos da el gato que mira el infinito, la hoja que se lleva el viento, la mirada amorosa de otro ser vivo, la visita inesperada, el sueño extraño en el que volamos, las coincidencias que nos tocan. En cada momento podemos observar y tratar de atrapar las señales. A veces nosotros las ponemos ahí, ponemos un libro, un mueble y al pasar del tiempo se convierte en alguna señal. Lo que era insignificante toma significado. Un momento se convierte en una señal que enciende la vida.


Adalberto Gutiérrez | Ingeniero Agrónomo

Las vivencias y todas las experiencias que vamos acumulando van conformando nuestro ser. Vamos caminando por un sendero con señales que a veces nos indican por donde ir y si tenemos que cambiar, construir reconstruir el camino para llegar a la meta. Tal vez vaya una multitud a nuestro lado, podemos hacer equipo con alguien podemos ir acompañados sin embargo al final tenemos que terminar solos así tal cuál nacimos.

Estar atentos a las señales que se presentan en nuestro sendero a lo largo de nuestra existencia terrenal es lo que nos permite llegar a la meta que nos libera de caminar y nos convierte en luz. Dejamos de ser caminantes y nos convertimos en caminos.

Por donde cruzamos vamos reflejando nuestras acciones, en las que muchas de las veces, en momentos silenciosos y solitarios, cada uno de nosotros hemos tenido que visualizar lo que estamos desarrollando en este mundo. Si ejemplificamos que debemos llevar una vida simple, sin tanta pretensión, y la aceptamos humildemente, entonces nuestra alma está más libre en su búsqueda. Si buscamos no tener hasta donde sea posible presiones externas e internas, favorecemos nuestra manera de ver la vida con todas sus durezas. En este sentido es favorable no tomarse ni siquiera a sí mismos demasiado en serio, y si agregamos el ingrediente del humorismo, entonces todavía la pesadez que puede tener la vida se va a ser mucho más ligera. Fluimos como un río en la dirección que podemos más que en la que queremos.

Ver las señales que encienden la vida nos permite sintonizarnos en el amor, en la justicia, y la libertad. La complejidad se disuelve ante la grandeza de los sentimientos que nos dan forma como individuos.

Es interesante tomar en cuenta que la vida puede ofrecer eternidad. Cada ser es único y con la posibilidad de ser infinito. La inmortalidad es un misterio que podemos descubrir de manera personal y de maneras ilimitadas. En la medida en que encontremos formas sencillas de enfocar la vida podremos lograrlo.

Las señales que nos da el gato que mira el infinito, la hoja que se lleva el viento, la mirada amorosa de otro ser vivo, la visita inesperada, el sueño extraño en el que volamos, las coincidencias que nos tocan. En cada momento podemos observar y tratar de atrapar las señales. A veces nosotros las ponemos ahí, ponemos un libro, un mueble y al pasar del tiempo se convierte en alguna señal. Lo que era insignificante toma significado. Un momento se convierte en una señal que enciende la vida.


Adalberto Gutiérrez | Ingeniero Agrónomo

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