/ jueves 16 de diciembre de 2021

Reflexiones del Profe. Guerre | López Obrador y Maru Campos, Diálogo...

Me sorprendió sobremanera, primero, la presencia de María Eugenia Campos Galván en el informe de Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo democrático de la ciudad de México; y segundo, la actitud asumida por ella en la visita del Primer Mandatario a las ciudades de Chihuahua y Juárez en el semana que recién pasó.

Algo sucedió en la conciencia de la gobernadora, o es simple hipocresía de la ultraderecha para posicionarla como una posible contendiente a la presidencia de la república en el 2024, ahora que Claudia Sheinbaum aparece en la encuestas como la número 1 en la sucesión presidencial morenista.

Lo que sí debo comunicarles así como chismoseando es que en el Zócalo a Maru se le veía radiante, encantada, asombrada del apoyo del pueblo hacia el dirigente de la Cuarta Transformación. Aplaudía y se emocionaba junto con los 250 mil asistentes cuando el presidente decía algo sobresaliente de su gestión administrativa.

En la mencionada visita a nuestra entidad, acompañó al presidente en su viaje a la fronteriza Ciudad Juárez y de paso llegaron a las quesadillas y los burritos de Villa Ahumada, fiel costumbre de Andrés Manuel de compartir los alimentos en donde le llega la hora, en fondas y restaurantes de pueblo, lo que para Maru significó “darse un baño de pueblo”.

En el evento de Ciudad Juárez la gobernadora reconoció y felicitó el excelente trabajo que realiza el presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar, y es aquí donde la disyuntiva para Maru cobra distintas dimensiones; su actuación es una simple pose para las cámaras y una justificación para obtener recursos o aprovecha la coyuntura de forma interesante.

AMLO vino a demostrar su interés por cambiar la forma de hacer política, ofreció apoyo sobre todo a Cd. Juárez donde anunció la construcción de un hospital de especialidades de cerca de 300 camas que iniciará su edificación en el ya cercano 2022 y dejan en manos de los juarenses los recursos de la regularización de los llamados autos “chocolates” para mejorar vialidades (que tanta falta les hace) a la mejor frontera de México. Pone “de pechito” y somete frente a la gobernadora al Delegado de los Programas de Bienestar Juan Carlos Loera de la Rosa, a quien obligó a “darle dedito” a la Mandataria Estatal en las tierras que hoy gobierna Cruz Pérez Cuéllar.

Conociendo a Andrés Manuel y analizando estos acontecimientos, en sus formas dejan un mensaje muy claro: aquí la gobernadora es Maru Campos, el Presidente Municipal Cruz Pérez Cuéllar y Juan Carlos el Delegado de Bienestar que representa al Gobierno Federal y todos juntos deben enfocar sus baterías en dar resultados a la ciudadanía, si quienes estuvieron ahí, específicamente, Loera y Maru entendieron el mensaje, las cosas para Chihuahua caminaran bien y los resultados serán palpables. En la política como en la vida el diálogo es siempre la mejor forma de entenderse, sobre todo cuando el diálogo es franco y en busca del bien común, esperemos que la mano extendida y fraterna de Andrés Manuel López Obrador a Chihuahua sea correspondida por la gobernadora en un acto de sincera congruencia por el bien de nuestra entidad. Por lo pronto en el Congreso hay malas señales nos aumentan los impuestos y nos vuelven a endeudar, hasta dónde las buenas intenciones solo quedarán en eso por los aviesos intereses políticos de la oligarquía prianista.

Posdata: los seguimos observando.

Guerrero Rodríguez Villalobos | Profesor

Me sorprendió sobremanera, primero, la presencia de María Eugenia Campos Galván en el informe de Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo democrático de la ciudad de México; y segundo, la actitud asumida por ella en la visita del Primer Mandatario a las ciudades de Chihuahua y Juárez en el semana que recién pasó.

Algo sucedió en la conciencia de la gobernadora, o es simple hipocresía de la ultraderecha para posicionarla como una posible contendiente a la presidencia de la república en el 2024, ahora que Claudia Sheinbaum aparece en la encuestas como la número 1 en la sucesión presidencial morenista.

Lo que sí debo comunicarles así como chismoseando es que en el Zócalo a Maru se le veía radiante, encantada, asombrada del apoyo del pueblo hacia el dirigente de la Cuarta Transformación. Aplaudía y se emocionaba junto con los 250 mil asistentes cuando el presidente decía algo sobresaliente de su gestión administrativa.

En la mencionada visita a nuestra entidad, acompañó al presidente en su viaje a la fronteriza Ciudad Juárez y de paso llegaron a las quesadillas y los burritos de Villa Ahumada, fiel costumbre de Andrés Manuel de compartir los alimentos en donde le llega la hora, en fondas y restaurantes de pueblo, lo que para Maru significó “darse un baño de pueblo”.

En el evento de Ciudad Juárez la gobernadora reconoció y felicitó el excelente trabajo que realiza el presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar, y es aquí donde la disyuntiva para Maru cobra distintas dimensiones; su actuación es una simple pose para las cámaras y una justificación para obtener recursos o aprovecha la coyuntura de forma interesante.

AMLO vino a demostrar su interés por cambiar la forma de hacer política, ofreció apoyo sobre todo a Cd. Juárez donde anunció la construcción de un hospital de especialidades de cerca de 300 camas que iniciará su edificación en el ya cercano 2022 y dejan en manos de los juarenses los recursos de la regularización de los llamados autos “chocolates” para mejorar vialidades (que tanta falta les hace) a la mejor frontera de México. Pone “de pechito” y somete frente a la gobernadora al Delegado de los Programas de Bienestar Juan Carlos Loera de la Rosa, a quien obligó a “darle dedito” a la Mandataria Estatal en las tierras que hoy gobierna Cruz Pérez Cuéllar.

Conociendo a Andrés Manuel y analizando estos acontecimientos, en sus formas dejan un mensaje muy claro: aquí la gobernadora es Maru Campos, el Presidente Municipal Cruz Pérez Cuéllar y Juan Carlos el Delegado de Bienestar que representa al Gobierno Federal y todos juntos deben enfocar sus baterías en dar resultados a la ciudadanía, si quienes estuvieron ahí, específicamente, Loera y Maru entendieron el mensaje, las cosas para Chihuahua caminaran bien y los resultados serán palpables. En la política como en la vida el diálogo es siempre la mejor forma de entenderse, sobre todo cuando el diálogo es franco y en busca del bien común, esperemos que la mano extendida y fraterna de Andrés Manuel López Obrador a Chihuahua sea correspondida por la gobernadora en un acto de sincera congruencia por el bien de nuestra entidad. Por lo pronto en el Congreso hay malas señales nos aumentan los impuestos y nos vuelven a endeudar, hasta dónde las buenas intenciones solo quedarán en eso por los aviesos intereses políticos de la oligarquía prianista.

Posdata: los seguimos observando.

Guerrero Rodríguez Villalobos | Profesor