/ domingo 29 de marzo de 2020

Patrullando

GASOLINA.- Otra vez el tema de la gasolina. Los niveles de precio que tiene el combustible en la ciudad la coloca como una de las más caras en comparación con ciudades similares.

REBASADO.- Nuestra ciudad, en cuanto a la oferta de gasolinas, sólo es rebasada en nivel de encarecimiento por municipios donde las distancias son más alejadas de los centros de distribución, y por tanto el costo de los fletes incide en el precio para el consumidor final.

LOCAL.- Sin embargo, desde que inició la tendencia a la baja de los combustibles, derivado lo anterior como consecuencia de la caída de los precios internacionales de los combustibles, este beneficio ha sido escatimado para los consumidores locales.

INCONGRUENCIA.- Hay una incongruencia de, por lo menos, dos pesos por litro entre lo que se ofrece en nuestra ciudad y en Valle de Allende. En aquel lugar el combustible bajó la barrera de los 14 pesos, mientras que en la ciudad lo que más se acerca es a 15.50.

DIFERENCIA.- Son 24 kilómetros de diferencia y más de dos pesos –en algunos casos-. El centro de distribución de los combustibles de Pemx está en Parral; por tanto, el flete de acarreo no es factor de incidencia. Al contrario, la lógica debería marcar que fuera aún más alto en aquel municipio.

CÁLCULO.- Los cálculos son simples y las utilidades potenciales tentadoras. Si todos los negocios dedicados a la venta de gasolina, que le compran a un mismo proveedor regional –en este caso Pemex- reciben el mismo precio, ¿por qué las diferencias? La respuesta tiene una relación proporcional a la utilidad. Si el precio del combustible marca dos pesos de diferencia –por redondear- entre lo que se oferta aquí y en el citado sitio, se estaría considerando que el sobreprecio generaría ingresos adicionales al negocio; es decir, extra a lo que de por sí gana por la comercialización.

DINERO.- Partiendo de una venta de diez mil litros diarios, con un sobreprecio de dos pesos, se estarían calculando, por lo menos, veinte mil pesos más por hacer lo mismo. Estos niveles de comercialización se alcanzan y hasta se llegan a sobrepasar en un negocio en un solo día.

LIBRE.- Existe un mercado cautivo en Parral, se lo dividen varios negocios dedicados a este rubro. Son pocos los clientes que les conviene ir hasta el sitio donde les ofertan más barato el producto, por tanto el mercado está controlado por los oferentes y no por los compradores. Con un solo negocio que rompa ese monopolio no escrito, se ejercería un ejercicio de oferta y demanda donde el beneficiario sería el consumidor final y no el intermediario ¿quién será el primero? patrullando@elsoldeparral.com.mx

GASOLINA.- Otra vez el tema de la gasolina. Los niveles de precio que tiene el combustible en la ciudad la coloca como una de las más caras en comparación con ciudades similares.

REBASADO.- Nuestra ciudad, en cuanto a la oferta de gasolinas, sólo es rebasada en nivel de encarecimiento por municipios donde las distancias son más alejadas de los centros de distribución, y por tanto el costo de los fletes incide en el precio para el consumidor final.

LOCAL.- Sin embargo, desde que inició la tendencia a la baja de los combustibles, derivado lo anterior como consecuencia de la caída de los precios internacionales de los combustibles, este beneficio ha sido escatimado para los consumidores locales.

INCONGRUENCIA.- Hay una incongruencia de, por lo menos, dos pesos por litro entre lo que se ofrece en nuestra ciudad y en Valle de Allende. En aquel lugar el combustible bajó la barrera de los 14 pesos, mientras que en la ciudad lo que más se acerca es a 15.50.

DIFERENCIA.- Son 24 kilómetros de diferencia y más de dos pesos –en algunos casos-. El centro de distribución de los combustibles de Pemx está en Parral; por tanto, el flete de acarreo no es factor de incidencia. Al contrario, la lógica debería marcar que fuera aún más alto en aquel municipio.

CÁLCULO.- Los cálculos son simples y las utilidades potenciales tentadoras. Si todos los negocios dedicados a la venta de gasolina, que le compran a un mismo proveedor regional –en este caso Pemex- reciben el mismo precio, ¿por qué las diferencias? La respuesta tiene una relación proporcional a la utilidad. Si el precio del combustible marca dos pesos de diferencia –por redondear- entre lo que se oferta aquí y en el citado sitio, se estaría considerando que el sobreprecio generaría ingresos adicionales al negocio; es decir, extra a lo que de por sí gana por la comercialización.

DINERO.- Partiendo de una venta de diez mil litros diarios, con un sobreprecio de dos pesos, se estarían calculando, por lo menos, veinte mil pesos más por hacer lo mismo. Estos niveles de comercialización se alcanzan y hasta se llegan a sobrepasar en un negocio en un solo día.

LIBRE.- Existe un mercado cautivo en Parral, se lo dividen varios negocios dedicados a este rubro. Son pocos los clientes que les conviene ir hasta el sitio donde les ofertan más barato el producto, por tanto el mercado está controlado por los oferentes y no por los compradores. Con un solo negocio que rompa ese monopolio no escrito, se ejercería un ejercicio de oferta y demanda donde el beneficiario sería el consumidor final y no el intermediario ¿quién será el primero? patrullando@elsoldeparral.com.mx

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