/ lunes 23 de agosto de 2021

Intrigas | Terrorismo de estado

PROFESOR PUEBLINO: El 10 de junio de 1971, justo cuando se celebraba elJueves de Corpus, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) salieron a las calles en apoyo a la huelga de la Universidad de Nuevo León (UANL).

PANCRACIO: ¡Eran protestones!

PROFESOR PUEBLINO: Exigían la derogación de la Ley Orgánica, donde se suprimía la autonomía de la Universidad de Nuevo León; así como la desaparición de los grupos porriles en escuelas de educación media y superior; democratización de la enseñanza; educación de calidad para todos; libertad política; y fin a la represión gubernamental.

LUPITA: ¡¿Y por eso los mataron…?!

PROFESOR PUEBLINO: La respuesta del presidente Luis Echeverría sería igual de sangrienta que la de su antecesor Gustavo Días Ordaz, el 2 de octubre de 1968... Cuando el contingente avanzaba, un grupo paramilitar, llamado “halcones” irrumpiría la marcha desencadenando uno de los episodios más brutales de represión de nuestra historia. Por ello, esta matanza se conoce como el “Halconazo”.

SOLEDAD: ¿Quiénes eran los “halcones”?

PROFESOR PUEBLINO: “Los halcones” eran los miembros de un grupo paramilitar, jóvenes reclutados en barrios marginados y violentos de la capital mexicana que habían sido entrenados por militares de los gobiernos de México y los Estados Unidos a finales de los años 60. Armados con varas de bambú y otate, golpeaban salvajemente a todo estudiante que se pusiera a su paso. Al grito de “¡Viva el Ché Guevara!” el grupo paramilitar descargó balas calibre 45 y carabinas 30 M-2 con apoyo de francotiradores apostados en las azoteas y de diversos vehículos. Los manifestantes, corrieron para poder salvar sus vidas, e intentaron inútilmente refugiarse en las escuelas aledañas.

LUPITA: ¡Qué miedo!

PROFESOR PUEBLINO: No obstante, la masacre no terminó cuando por fin se disolvió la concentración, sino que continuaría hasta horas después: Hombres armados ingresaron a las salas de urgencia de los hospitales a donde habían trasladado a algunos de los heridos y los asesinaron. Intimidando a médicos y enfermeras: no debían atender a los marchistas heridos. El objetivo no era disolver la manifestación… era matar.

INDALECIO: Formados para matar, y no pensar.

PROFESOR PUEBLINO: La prensa nacional y extranjera que cubría la movilización, fueron agredidos también de forma brutal. A muchos les fueron destruidas sus cámaras, mientras que otros fueron gravemente heridos... La cifra oficial señaló ciento veinte fallecidos y cientos de heridos, entre ellos estudiantes, civiles y prensa nacional e internacional.

MORAIMA: ¿Y la policía?

PROFESOR PUEBLINO: La noche del 10 de junio, autoridades capitalinas salieron a decir que se había tratado de un enfrentamiento entre estudiantes y que “los halcones” no existían, que se trataba de una leyenda. Los medios impresos asegurarían que la cifra de muertos no pasaba de los 16, mientras que había testimonios de 30 cadáveres en los hospitales. Posteriormente se publicaría una lista de 27 nombres y 13 más sin identificar. Hasta hoy, la cifra sigue sin ser exacta, pero no es menor de 120.

MANUELITO: Y los agresores: ¡Impunes!

PROFESOR PUEBLINO: Luis Echeverría, por su parte, sería señalado como responsable de esta masacre, sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo exoneró formalmente de toda responsabilidad sobre los hechos del 10 de junio de 1971, el 26 de julio de 2005.

TODOS: Historia de represión, mentiras y cinismo.

DR. MARIO ALBERTO GAYTÁN URBINA

PROFESOR PUEBLINO: El 10 de junio de 1971, justo cuando se celebraba elJueves de Corpus, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) salieron a las calles en apoyo a la huelga de la Universidad de Nuevo León (UANL).

PANCRACIO: ¡Eran protestones!

PROFESOR PUEBLINO: Exigían la derogación de la Ley Orgánica, donde se suprimía la autonomía de la Universidad de Nuevo León; así como la desaparición de los grupos porriles en escuelas de educación media y superior; democratización de la enseñanza; educación de calidad para todos; libertad política; y fin a la represión gubernamental.

LUPITA: ¡¿Y por eso los mataron…?!

PROFESOR PUEBLINO: La respuesta del presidente Luis Echeverría sería igual de sangrienta que la de su antecesor Gustavo Días Ordaz, el 2 de octubre de 1968... Cuando el contingente avanzaba, un grupo paramilitar, llamado “halcones” irrumpiría la marcha desencadenando uno de los episodios más brutales de represión de nuestra historia. Por ello, esta matanza se conoce como el “Halconazo”.

SOLEDAD: ¿Quiénes eran los “halcones”?

PROFESOR PUEBLINO: “Los halcones” eran los miembros de un grupo paramilitar, jóvenes reclutados en barrios marginados y violentos de la capital mexicana que habían sido entrenados por militares de los gobiernos de México y los Estados Unidos a finales de los años 60. Armados con varas de bambú y otate, golpeaban salvajemente a todo estudiante que se pusiera a su paso. Al grito de “¡Viva el Ché Guevara!” el grupo paramilitar descargó balas calibre 45 y carabinas 30 M-2 con apoyo de francotiradores apostados en las azoteas y de diversos vehículos. Los manifestantes, corrieron para poder salvar sus vidas, e intentaron inútilmente refugiarse en las escuelas aledañas.

LUPITA: ¡Qué miedo!

PROFESOR PUEBLINO: No obstante, la masacre no terminó cuando por fin se disolvió la concentración, sino que continuaría hasta horas después: Hombres armados ingresaron a las salas de urgencia de los hospitales a donde habían trasladado a algunos de los heridos y los asesinaron. Intimidando a médicos y enfermeras: no debían atender a los marchistas heridos. El objetivo no era disolver la manifestación… era matar.

INDALECIO: Formados para matar, y no pensar.

PROFESOR PUEBLINO: La prensa nacional y extranjera que cubría la movilización, fueron agredidos también de forma brutal. A muchos les fueron destruidas sus cámaras, mientras que otros fueron gravemente heridos... La cifra oficial señaló ciento veinte fallecidos y cientos de heridos, entre ellos estudiantes, civiles y prensa nacional e internacional.

MORAIMA: ¿Y la policía?

PROFESOR PUEBLINO: La noche del 10 de junio, autoridades capitalinas salieron a decir que se había tratado de un enfrentamiento entre estudiantes y que “los halcones” no existían, que se trataba de una leyenda. Los medios impresos asegurarían que la cifra de muertos no pasaba de los 16, mientras que había testimonios de 30 cadáveres en los hospitales. Posteriormente se publicaría una lista de 27 nombres y 13 más sin identificar. Hasta hoy, la cifra sigue sin ser exacta, pero no es menor de 120.

MANUELITO: Y los agresores: ¡Impunes!

PROFESOR PUEBLINO: Luis Echeverría, por su parte, sería señalado como responsable de esta masacre, sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo exoneró formalmente de toda responsabilidad sobre los hechos del 10 de junio de 1971, el 26 de julio de 2005.

TODOS: Historia de represión, mentiras y cinismo.

DR. MARIO ALBERTO GAYTÁN URBINA