/ viernes 16 de febrero de 2024

Espejos de Vida | El Quijote y su impacto

No puede impedirse el viento, pero hay que saber construir caminos Miguel de Cervantes Saavedra


“México, es un país con pocos lectores”, rezan los encabezados y titulares de diversas fuentes de información, fundando sus aseveraciones con base a algunas fuentes fidedignas, como al análisis de las estadísticas generadas, por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que presenta los resultados del Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2023.

Una de las principales causas descritas, hace referencia a que niños y jóvenes no se desenvuelven en casa en un entorno lector, como tampoco asisten a las bibliotecas escolares o municipales, sin embargo, también se manifiesta que, a pesar de la influencia de los medios virtuales, sigue estando a la cabeza en la preferencia del público, el formato del libro en físico.

A finales de la última década del siglo pasado, México entra a la evaluación educativa a nivel internacional, arrojando datos muy precarios en cuanto a la competencia lectora, a la matemática y a la relacionada con las ciencias, concluyendo, que la falta del hábito lector, es uno de los factores que inciden en la poca comprensión de los textos.

Ese foco tonal fue el detonante en cuanto a la creación de diversas estrategias que apuntalan a subsanar esta área de mejora, tales como el dotar de libros a las escuelas y aulas, un programa de implementación y seguimiento, capacitación y formación personal educativo, a bibliotecarios, la puesta en marcha del Programa Nacional de Lectura (PNL) entre otras, y por supuesto, la estrategia estatal “Don Quijote nos invita a leer”.

Este año cumple su vigésimo sexto aniversario, ha sufrido algunas modificaciones en cuanto a la forma, no así al fondo, cuya meta es promover y acercar la lectura a la comunidad educativa, sin perder de vista los objetivos primordiales que buscan mejorar la competencia lectora, la cual consiste no solo en leer más libros, sino en desarrollar el pensamiento analítico, la capacidad de discernir, resumir y argumentar un texto determinado y alcanzar objetivos propuestos con anterioridad.

Como individuo, desarrollé ese gusto y pasión por encontrar la magia de los libros desde muy temprana edad, posteriormente durante mi formación profesional, ya dentro del campo laboral, debí cursar talleres y diplomados que fortalecieran y brindaran las bases didácticas para enseñar y construir andamios para posesionarse del hábito lector. Hoy en día, sigo estudiando y maravillándome ante los umbrales del conocimiento y las distintas ventanas y perspectivas del mundo que ofrecen los libros.

Desde el nacimiento del programa estatal Don Quijote nos invita a leer he participado de diversas formas, ayudando a los jóvenes a seleccionar lecturas, a escribir sus fichas bibliográficas, participando como maestra, integrante del colectivo escolar, madre y abuela; obteniendo algunos premios, pero, sobre todo, he cultivado grandes satisfacciones.

Ya jubilada, no me he desligado de la vida escolar, participo con gusto como jurado calificador en varios niveles educativos, maravillándome ante la creación de cuentos, la imaginación y creatividad desbordante de niños, jóvenes y adultos, así como en la participación en voces, que hacen gala de la riqueza y matiz de los recursos fonéticos para leer, invitar y convencer a los otros de practicar y hacer propia, esta pasión lectora.

Maestra Cuquis Sandoval Olivas

No puede impedirse el viento, pero hay que saber construir caminos Miguel de Cervantes Saavedra


“México, es un país con pocos lectores”, rezan los encabezados y titulares de diversas fuentes de información, fundando sus aseveraciones con base a algunas fuentes fidedignas, como al análisis de las estadísticas generadas, por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que presenta los resultados del Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2023.

Una de las principales causas descritas, hace referencia a que niños y jóvenes no se desenvuelven en casa en un entorno lector, como tampoco asisten a las bibliotecas escolares o municipales, sin embargo, también se manifiesta que, a pesar de la influencia de los medios virtuales, sigue estando a la cabeza en la preferencia del público, el formato del libro en físico.

A finales de la última década del siglo pasado, México entra a la evaluación educativa a nivel internacional, arrojando datos muy precarios en cuanto a la competencia lectora, a la matemática y a la relacionada con las ciencias, concluyendo, que la falta del hábito lector, es uno de los factores que inciden en la poca comprensión de los textos.

Ese foco tonal fue el detonante en cuanto a la creación de diversas estrategias que apuntalan a subsanar esta área de mejora, tales como el dotar de libros a las escuelas y aulas, un programa de implementación y seguimiento, capacitación y formación personal educativo, a bibliotecarios, la puesta en marcha del Programa Nacional de Lectura (PNL) entre otras, y por supuesto, la estrategia estatal “Don Quijote nos invita a leer”.

Este año cumple su vigésimo sexto aniversario, ha sufrido algunas modificaciones en cuanto a la forma, no así al fondo, cuya meta es promover y acercar la lectura a la comunidad educativa, sin perder de vista los objetivos primordiales que buscan mejorar la competencia lectora, la cual consiste no solo en leer más libros, sino en desarrollar el pensamiento analítico, la capacidad de discernir, resumir y argumentar un texto determinado y alcanzar objetivos propuestos con anterioridad.

Como individuo, desarrollé ese gusto y pasión por encontrar la magia de los libros desde muy temprana edad, posteriormente durante mi formación profesional, ya dentro del campo laboral, debí cursar talleres y diplomados que fortalecieran y brindaran las bases didácticas para enseñar y construir andamios para posesionarse del hábito lector. Hoy en día, sigo estudiando y maravillándome ante los umbrales del conocimiento y las distintas ventanas y perspectivas del mundo que ofrecen los libros.

Desde el nacimiento del programa estatal Don Quijote nos invita a leer he participado de diversas formas, ayudando a los jóvenes a seleccionar lecturas, a escribir sus fichas bibliográficas, participando como maestra, integrante del colectivo escolar, madre y abuela; obteniendo algunos premios, pero, sobre todo, he cultivado grandes satisfacciones.

Ya jubilada, no me he desligado de la vida escolar, participo con gusto como jurado calificador en varios niveles educativos, maravillándome ante la creación de cuentos, la imaginación y creatividad desbordante de niños, jóvenes y adultos, así como en la participación en voces, que hacen gala de la riqueza y matiz de los recursos fonéticos para leer, invitar y convencer a los otros de practicar y hacer propia, esta pasión lectora.

Maestra Cuquis Sandoval Olivas